Nota: El presente escrito se refiere únicamente a políticos enfermos de la mente.
Enfermedades que afectan a políticos (en ejercicio de gobierno y en oposición)
Extrañas enfermedades que vienen afectando desde hace mucho tiempo a los políticos podrían dar la clave de tanto desastre en el mundo y también en nuestro país, y no únicamente la universal e impune corrupción como se había creído hasta ahora. He aquí una lista de ellas para que se vea la gravedad de la situación y la necesidad de sustituir a políticos enfermos por ciudadanos sanos que se preocupen por sacarnos del desmadre al que nos han traído:
Síndrome de correr la arruga. –
Tal síndrome afecta a los políticos que lo padecen de tal modo que los lleva a estar posponiendo precisamente aquello que ya deberían haber resuelto hace mucho tiempo y por lo cual pidieron el voto.
Por tal causa se puede ver que las soluciones a los problemas del alto costo de alimentos y medicinas se posponen indefinidamente causando gran sufrimiento a los ciudadanos. También es muy frecuente que debido a este trastorno compulsivo los gobernantes olvidan indefinidamente el aumento de las pensiones y del salario mínimo condenando a la miseria a quienes viven de su salario.
Pero no es culpa del gobernante quien a decir verdad probablemente ni siquiera sabe que está tan enfermo de la mente y que ya no está preparado para seguir en su cargo. No es extraño que uno de estos perturbados declare a su país algo así como que “el año próximo se arreglarán los problemas” y que usted va a salir de abajo, ahora sí vamos rumbo a la Venezuela Potencia”.
Confesión compulsiva. –
Este cuadro médico es todo un misterio y hasta se duda que realmente exista tal anomalía ya que francamente cuesta creer que un político va a decir la verdad sobre alguna cosa, sobre todo si están en el ejercicio de gobierno. Los síntomas de esta rarísima anormalidad suelen presentarse y atacar sin previo aviso a las infelices y desprevenidas víctimas quienes, por ejemplo, podrían estar en una actividad pública dando un discurso y, de pronto, como en un arrebato sin causa, comienzan a confesar ante todo el mundo la verdad de lo que han hecho con las finanzas públicas, el salario de los trabajadores y el congelamiento de las convenciones colectivas. Algunos podrían revelar compulsivamente cómo les pagarán cuando invadan a su país; otros, en cuál paraíso fiscal guardaron alguna comisión y toda clase de cochinadas en contra de la moral y las buenas costumbres y de sus electores que confiaron en ellos Actualmente hay mucha preocupación en todos los gobiernos de la Tierra ante un brote de esta comprometedora enfermedad, aunque a decir verdad sea bastante difícil que un político confiese sus delitos públicamente, aun perturbado psicológicamente.
Delirio extraterrestre
Se trata de un trastorno de tipo paranoide y se caracteriza por la delirante creencia de que estamos siendo invadidos por seres de otra galaxia quienes le han declarado la guerra económica al planeta para quedarse con sus recursos naturales. En estado avanzado de esta enfermedad estos políticos suelen culpar a estos seres del fracaso de la gestión de los servicios públicos como el agua y el sistema eléctrico, y han llegado a decir que hemos sido atacados con rayos electromagnéticos provenientes de otros mundos. Científicos afirman que es posible hallar una cura en el 2024 o antes.
Síndrome de pónganme donde hay. –
Los pobres y sufridos políticos que padecen este gravísima patología no tienen paz en sus pobres y burocratizadas existencias. Viven obsesionados por el afán compulso de tener dinero aunque tengan que apropiarse de lo que no es de ellos, y esto los lleva a cometer en contra de su propia voluntad todo tipo de atrocidades contra la cosa pública y privada. Esto hace a su vez que los ciudadanos de muchos países tengan muy mala opinión sobre ellos sin saber que en muchos casos se trata de almas inocentes que han contraído una perturbación nerviosa que los lleva a participar en marañas que suelen ser costosas para cualquier país. Este tipo de enfermos suele hablar en público condenando la corrupción administrativa como expresión inconsciente de la culpa que sienten por su conducta.
Síndrome de Freddy.-
Esta peligrosa y rara enfermedad fue descubierta recientemente y provoca intensos malestares en la cabeza del paciente quien asegura escuchar voces del quinto punto cardinal que le dicen que salga a trancar el tráfico y a quemar todo lo que se le ponga por delante. En la fase aguda les ha dado a varios de ellos por lanzar excrementos y hasta por destruir árboles. En ocasiones se les ha visto intentar quemar preescolares con niños adentro.
Síndrome del acento extranjero. –
Aquí si nos encontramos ante una patología psicótica de consecuencias verdaderamente trascendentes. El político que presenta este síndrome suele tener la obsesión de proponer que su propio país sea invadido por una potencia extranjera para él mismo beneficiarse después con la repartición. Es comprensible que la gran mayoría de las personas desprecie a estos sufridos enfermos como traidores a su país, porque no saben que se trata de un trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad del paciente quien, a consecuencia de haber sido probablemente abusado en su tierna infancia por un cura pedófilo enseñan las nalgas mientras descarga ahora su arrechera contra todo el mundo. Es una patología extrema y es pertinente una intervención para que no anden por el mundo solicitando invasiones a diestra y siniestra y pelando el trasero. Se han dado casos de estos enfermos que se han declarado presidentes de algún país sin haber sido elegidos por nadie. Lo más lógico y humano sería internarlos en una institución psiquiátrica con camisa de fuerza para que al cabo de unos 15 o 20 años y, luego de muchas pastillas y prolongadas sesiones de electroshock de 220 V, tal vez se pueda convertirlos en ciudadanos de bien dispuestos a servir a su país y no a potencia extranjeras.
Síndrome de la mano loca.-
Es un trastorno bastante perturbador y suele aquejar a políticos que entraron muy sanos al poder y, al ver tanto capital junto o que pasaron demasiado tiempo administrando una empresa, una corporación o una institución cualquiera donde hay mucho dinero, contrajeron esta extraña patología. Una de las manos de quien la padece pareciera que quiere manejarse sola obrando por su cuenta y metiéndose con las finanzas públicas, mientras que la otra se hace de la vista gorda. Esta circunstancia ─opina el Dr. Freud Fuenmayor─ prueba la inocencia de muchos presuntos peculadores quienes apenas si son unos pobres enfermos que requieren urgente ayuda psiquiátrica para superar su condición. Se han dado casos extremos en que la mano loca o extraña ha atentado contra su propio dueño tratando de robarle. Se ha comprobado que este síndrome está directamente relacionado con haber estado durante demasiado tiempo administrando las finanzas públicas sin la correspondiente contraloría social.
Síndrome de odio a la navidad ajena. –
Los militantes, activistas y políticos de carrera enajenados por este síndrome repugnante, se caracterizan por la manía de echarle a perder las navidades a los demás. Pueden cortarle la luz a sus vecinos sin que estos sepan que fueron ellos y hacerle lo mismo a ciudades y estados enteros, que de esta suerte se ven sumidos en la más absoluta oscuridad, precisamente cuando ya está cerca la hora de la cena navideña familiar. Es de imaginar el desconcierto en esos lugares donde de pronto se va la luz sin explicación alguna acerca de lo que está pasando y puede deberse, no a una falla por mantenimiento o por falta de inversión en el sector, sino a a la psicótica obsesión de un político enloquecido que está descargando sus impulsos agresivos contra los desprevenidos conciudadanos. Es frecuente que estos pobres locos, si están infiltrados en la administración pública y con algún poder, fraccionen los aguinaldos de los educadores y trabajadores de la salud para que estos no puedan darse un poco de felicidad con sus familias, argumentando que lo hacen así para proteger sus ingresos. Para disimular su odio a la navidad de los trabajadores llegan a prometerles perniles para todos, lo que todos ya sabemos siempre ha sido una mentira mas producto de las anomalías de conducta propias del SÍNDROME DE ODIO A LA NAVIDAD AJENA.
Síndrome de inexistencia. –
Es la enfermedad más rara del mundo que afecta a políticos. llamado también delirio de negación y más conocido como el síndrome de inexistencia, consta de un avanzado desorden mental maniacodepresivo por el cual el paciente niega la existencia de cualquier cosa por muy evidente que esta sí exista, y aun cuando se le muestren pruebas contundentes de eso. El síndrome de inexistencia suele convertirse en un problema cuando llega a afectar a altos magistrados de justicia de un país, quienes podrían llegar a declarar inexistentes actos, instructivos y procedimientos que no podrían impugnarse por esa razón. Es una forma de psicosis delirante extrema.
Político sordo. –
Este quizá sea la enajenación más extendida entre los políticos, sobre todo, entre quienes están en el ejercicio de un cargo importante que tenga que ver con las necesidades de la gente. Se caracteriza por la más absoluta indolencia sociópata ante el clamor de los ciudadanos por mejores servicios públicos y mejores salarios. El político sordo ni oye ni ve estas necesidades, ocupado como suele estar congratulándose con los privilegios que supone para él y sus familiares el ejercicio del poder, lo cual hasta puede verse en los lujosos vehículos de su propiedad, por ejemplo, lo que contrasta con las penurias que padecen los ciudadanos por la quiebra del transporte público.
Pobrecitos los políticos enfermos.