Rusia es el único país del G20 en recesión este año y seguirá por el mismo camino en 2023 e incluso después, dijo el martes el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, en una entrevista con la AFP.
Pero Europa no se librará del shock energético provocado por la invasión de Ucrania, que golpea duramente a las principales economías del continente, sobre todo a Alemania e Italia, altamente dependientes del gas.
Pregunta: Rusia es el único país del G20 en recesión este año, ¿continuará la tendencia a medio plazo?
Respuesta: Prevemos una recesión para 2022, ciertamente menos pronunciada que la prevista inicialmente pero que continuará en 2023. Y si miramos más allá, creemos que la tendencia continuará a la baja, no hay una recuperación a la vista para la economía rusa.
Sin embargo, ha resistido relativamente mejor este año, por dos razones. En primer lugar, los precios de la energía, que han tenido un efecto impulsor de la economía, y este es un factor muy importante. Entonces esta economía resiste gracias a una combinación del apoyo presupuestario brindado y el hecho de que el sector bancario se mantiene a flote, lo cual permite estabilizar la demanda interna. Pero el shock aún persiste.
Una imagen muestra un cementerio de equipos de las tropas rusas en Lyman, región de Donetsk, el 11 de octubre de 2022,
P: Alemania e Italia sufrirán una recesión en 2023. ¿Deben temer lo peor o pueden limitar el impacto?
R: Ambos países se enfrentan a vientos contrarios fuertes. La energía juega un papel importante en la revisión de nuestras previsiones en la medida en que estos dos países son muy dependientes del gas, que se ha encarecido mucho.
La consecuencia es que hay mucho miedo, en hogares y empresas, sobre todo en sectores muy dependientes de la energía. En este sentido, una respuesta presupuestaria puede adaptarse para ayudar a los hogares más vulnerables y a los sectores críticos.
Pero (…) debemos asegurarnos de que no refuerce esta crisis estimulando la demanda, por ejemplo con un precio tope que limitaría el costo para los consumidores.
Sobre todo porque el Banco Central Europeo está tratando de reducir la inflación, lo que pasa por una caída de la demanda, por lo que el apoyo presupuestario no debería ir en la dirección opuesta. Pero es un ejercicio difícil para los gobiernos.
P: Francia, por su parte, parece mejor posicionada. ¿Significa esto que el país podrá evitar la recesión?
R: Hubo un crecimiento más alto que el de algunos países europeos en 2022, pero prevemos una desaceleración en 2023, a un crecimiento del 0,7%. Tiene las mismas causas que en otras partes de Europa, el país se ve afectado por los precios de la energía (…) También está ligado a la ralentización del crecimiento de sus socios, ya que Alemania e Italia son socios comerciales muy importantes. Por último, el endurecimiento de las condiciones financieras también tiene un efecto.
Partimos de una situación en la que el mercado laboral es bastante robusto, con un nivel de desempleo históricamente relativamente bajo (…), por lo que todavía no estamos en recesión. Pero es frágil, choques adicionales pueden hacer descarrilar la trayectoria.
También hay que recordar que la crisis energética será persistente, no afecta solo a este invierno la reorientación energética (…) llevará tiempo, no es seguro de que estos problemas se resuelvan en un año.
AFP