El 5 de octubre el Pleno del Senado aprobó, prácticamente por unanimidad con 259 votos favorables y uno en contra, la proposición de ley para crear un fondo de compensación que repare los daños y perjuicios en la salud de las víctimas del amianto. “El Fondo” tendrá una asignación inicial de los Presupuestos Generales del Estado de 25 millones de euros. Después de muchos años de lucha y dolor por parte de las personas afectadas, es el Gobierno de coalición el que ha entendido el sufrimiento y el calvario de todas las personas que inhalaron fibra de amianto, aprobando esta proposición de Ley que una vez publicado en el BOE, tendrá un plazo máximo de tres meses para el desarrollo del reglamento que posibilitará el inicio de las actividades.
El amianto o asbestos son una serie de minerales conocidos desde la antigüedad, principalmente utilizados a partir de la revolución industrial sobre todo en construcción, en la industria textil, naval y metalmecánica. En España, su consumo se intensificó en los años sesenta, fecha desde la que fue descendiendo su uso hasta su prohibición definitiva en 2002[1], para entonces había miles y miles de inmuebles con él instalado. Alrededor de 3000 productos incluyeron este material aislante e ignífugo en su fabricación. Se habla de que en nuestro país hay más de 3 millones de toneladas instaladas.
El Fondo de compensación para las víctimas del amianto, existente en otros países de la UE, es una reivindicación histórica de asociaciones de víctimas, sindicatos, y familiares de personas afectadas. Con esta iniciativa del Gobierno se evitará el peregrinaje judicial de las personas que han contraído una enfermedad por haber manipulado e inhalado polvo de amianto. Se trata de reconocer social y económicamente el daño producido.
La exposición al amianto causa, a nivel mundial, la mitad de las muertes por enfermedad profesional. Las cifras que nos traslada la Organización Mundial de la Salud son preocupantes; 125 millones de personas de todo el mundo están expuestas a amianto en su lugar de trabajo. Además, se estima que cada año hay varios miles de muertes atribuibles a la exposición doméstica al asbesto. Es un potente cancerígeno que produce enfermedades irreversibles como la asbestosis, mesotelioma, neoplasia de pulmón, de laringe y de ovario, entre otras.
Por su parte, la Comisión Europea[2] cifra que, durante el año 2019, 70.000 personas trabajadoras fallecieron en la UE por haber estado expuestas a fibra de amianto, y que el 78 % de cánceres ocupacionales reconocidos en los Estados miembros están relacionados con el amianto. Será el origen de la muerte de 500.000 de personas de aquí a 2030, una cantidad 10 veces superior a la de fallecimientos por accidentes de trabajo.
El uso de este producto está totalmente prohibido en toda la Unión Europea, en el caso de que se tenga que manipular, es obligatorio que se tomen grandes medidas de seguridad por parte de las personas trabajadoras que vayan a estar en contacto con él, y además, debe ser eliminado en plantas especialmente preparadas para ello. La Comisión plantea que de 4,1 a 7,3 millones de la población trabajadora en Europa están actualmente expuestos al amianto. No podemos olvidar que alrededor de 220 millones de las construcciones fueron realizadas antes de la prohibición del amianto, por lo que una parte significativa del parque inmobiliario actual contiene amianto[3].
En España, el Programa de Vigilancia de la Salud de las personas Trabajadoras que han estado Expuestas al Amianto[4] ha registrado hasta el 2018, 2.697 empresas que han realizado o realizan actividad laboral con amianto y 70.842 personas trabajadoras que están o han estado expuestas en su actividad laboral a fibras de amianto. Existe un problema de infra notificación de enfermedades profesionales en general, y de los cánceres de origen profesional en particular. En 2021 en España se notificaron tan sólo 49 casos de cáncer profesional, y de estos 25 fueron por amianto.
El amianto sigue presente, un importante número de personas trabajadoras aún están expuestas y algunas de ellas con enfermedades no declaradas y otras que aún no la han manifestado, ya que el periodo de latencia de estas enfermedades es de 20 a 40 años. El reglamento del fondo debe dar una solución al respecto. La justicia social ha de ser para todos los afectados, buscando fórmulas, algunas existentes en otros países europeos como Francia[5]. Se trata de mejorar las condiciones de las personas trabajadoras que han manipulado e inhalado fibra de amianto, aunque no hayan manifestado en un primer momento la enfermedad, me refiero a las jubilaciones anticipadas. Es una obligación la protección de este colectivo de personas trabajadoras, impidiendo que se merme aún más su calidad de vida.
Abordar en su totalidad el problema que supone el amianto ha de ser un objetivo para nuestro país, ya que este material tan apreciado por sus características como aislante, sus propiedades térmicas, químicas e ignífugas, sus numerosas aplicaciones industriales y su bajo precio, propiciaron su uso masivo. Y podemos encontrarlo en infinidad de infraestructuras, instalaciones y edificios públicos y privados (aislante de bajantes, de techos, de paredes, de puertas), como componente de diversos productos (tejas, techos de uralita, depósitos y canalizaciones de agua, mantas ignífugas), como aditivo de los plásticos, en la industria automovilística (revestimiento de embragues y frenos, juntas y amortiguadores), ferroviaria, naval, eléctrica y siderúrgica.
El problema es que no conocemos su ubicación en la mayor parte de las ocasiones. Es necesaria su identificación, conocer donde está instalado, si no, seguirá siendo un peligro para la salud pública, laboral y para el medio ambiente.
Las recomendaciones de la Comisión Europea establecen una batería de medidas y propuestas que giran en torno: al apoyo a las víctimas de enfermedades relacionadas con el amianto, en nuestro país se ha concretado a través del Fondo de Indemnización; incluir enfermedades relacionadas con el amianto como enfermedades profesionales; reducir el límite actual de exposición ocupacional a través de la modificación de la Directiva sobre el amianto en el trabajo, hablamos de reducir 10 veces menos el valor límite de exposición actual (a partir de 0,1 fibras por centímetro cúbico (f/cm³) hasta 0,01 f/cm³. Actuaciones relacionadas con la retirada segura de amianto presente en edificios, garantizando una eliminación segura de los residuos. Y para ello se proporcionará financiación de apoyo a los Estados miembros. La idea es que la UE sea un líder mundial en la lucha contra el amianto.
Por tanto, mejorar la información sobre el amianto en los edificios, garantizar la eliminación segura y abordar los riesgos para la salud, así como favorecer el reconocimiento médico-legal de las enfermedades profesionales han de ser aspectos irrenunciables, prioritarios.
Un enfoque global en salud pública que proteja a las personas contra la exposición al amianto y prevenga los riesgos para las generaciones futuras, se hace necesario fundamentalmente en el contexto actual de transición ecológica que estamos viviendo.
Adoptar medidas adecuadas en los ámbitos sanitario, socio-económico, laboral y jurídico, así como concienciar a la sociedad de la importancia de vigilar y actuar frente a la exposición al amianto son tareas pendientes.
Referencias
[1] BOE-A-2001-23636 Orden de 7 de diciembre de 2001 por la que se modifica el anexo I del Real Decreto 1406/1989, de 10 de noviembre, por el que se imponen limitaciones a la comercialización y al uso de ciertas sustancias y preparados peligrosos. Su entrada en vigor se produjo seis meses después, del 15 de junio de 2002. permitiendo seguir comercializando e instalando los productos fabricados previamente, hasta el 15 de diciembre de ese mismo año.
[2] Brussels, 28.9.2022 COM (2022) 488 final. Communication from the commission to the european parliament, the council, the european economic and social committee and the committee of the regions on working towards an asbestos-free future: a European approach to addressing the health risks of asbestos
[3] Protecting people from asbestos. September 2022. European Commission
[4]Evaluación del programa de vigilancia de la salud de los trabajadores expuestos al amianto, PIVISTEA 2018. Ministerio de Sanidad.
[5] Fondo de Cese Anticipado de Actividad de los Trabajadores del Amianto (FCAATA). Creado por Artículo 41 de la Ley N.º 98-1194, de 23 de diciembre de 1998, relativa a la financiación de la seguridad social para 1999