A raíz del recién finalizado XX Congreso del Partido Comunista Chino el pasado 23/10/2022, el nuevo “emperador rojo” como es calificado Xi Jinping, se ha prodigado en explicar que su modelo de país significa la alternativa mundial ante la democracia occidental, aun cuando el resultado del evento reforzó el culto a la personalidad al estilo maoísta y su permanencia eterna en el poder.
Demás está decir que a las viudas de la URSS no les ha quedado otra que recurrir a la nueva versión del Socialismo Real estalinista, la China Comunista, para relanzar un proyecto político que debió restablecer el capitalismo para superar la hambruna heredada de Mao y la banda de los 4, y por esta vía integrarse al desarrollo económico global, aun cuando haya mantenido la dictadura del partido único como sistema de control absoluto del pueblo chino.
Este club representado en toda su plenitud por los gobernantes de China, Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte, Irán, Siria, Cuba, Nicaragua y Venezuela identifica a una generación de gobernantes que desde el siglo pasado y a lo largo del siglo XXI han oprimido la aspiración de sus pueblos de elegir libremente sus mandatarios.
De entrada, toda esta galería de tiranos admira a Xi Jinping aun cuando sus economías vayan en reversa de lo logrado por el gigante asiático, desde que Den Xiaoping a finales de la década de los 70 del siglo XX, decidiera acabar con los vestigios de la revolución cultural maoísta para entrar sin sonrojarse en la era de la globalización.
No es difícil identificarlos ya que su conducta cómplice es notoria en los organismos internacionales, bien sea en la ONU donde apoyan sin disimulo la brutal agresión del criminal Vladimir Putin contra Ucrania, las violaciones contra los DDHH en Venezuela, o el desconocimiento de los convenios laborales de la OIT en sus respectivos países.
Sus características de ejercicio del poder los unifica en contra de la aspiración legítima del ser humano a vivir en libertad, en democracia, en desarrollo económico con trabajo digno, el derecho de opinión libre y la libertad de expresión. Valores que no pertenecen solo al mundo occidental sino a toda la humanidad.
En fin de cuentas cuales son las características de estos especímenes gubernamentales autoritarios: 1.- La permanencia eterna en el poder, aun cuando hablan de democracia, cualquiera de los mencionados se cree un predestinado, bien sea Putin, Xi Jinping, Kim Il Sung, Bashar Al-Assad, Daniel Ortega, Lukashenko, Diaz Canel o Maduro aspiran a mantenerse en la silla presidencial hasta la muerte.
2.- Han implantado la política del terror y la muerte para mantener sus regímenes, Ortega en Nicaragua ha asesinado a más de 400 manifestantes en 2018, Maduro en Venezuela reprimió a sangre y fuego ocasionando la muerte de más de un centenar de opositores durante los años 2014, 2017. 2018, Díaz Canel en Cuba apresó a más de 300 opositores condenados en juicios sumarios a prisión, Putin masacra al pueblo ucraniano destruyendo su infraestructura, asesinando a miles de civiles, aun cuando su ejército registra más de 60.000 bajas.
3.- Sus economías con la excepción de China se encuentran todas en la ruina ocasionando la precariedad absoluta en las condiciones de vida, conllevando a la pobreza general como el caso de Venezuela al 94% de la población y obligando al éxodo a más de 8 millones de compatriotas.
4.- Imponen el secuestro absoluto de los poderes públicos controlados por el tirano, quien impone sus designios por encima de constituciones, leyes y convenios internacionales.
5.- El signo emblemático de estas dictaduras es que son profundamente corruptas a todos los niveles, al difundirla como práctica intrínseca al abuso de poder.
6.- La clausura de la libertad de expresión con el cierre arbitrario de medios de comunicación.
En el caso de Venezuela merece un punto aparte, ya que el tirano convertido en peón del imperio soviético y chino ha entregado nuestra patria soberana, convirtiendo nuestro país en una cabeza de playa de los caprichos de estas potencias a cambio de usufructuar nuestra riqueza nacional.
En fin, el prontuario de estos regímenes los elimina como alternativa para la vida de los pueblos que ansían la democracia como sistema político, y en procura de superar a estas tiranías señaladas en las diferentes instancias internacionales de justicia dignas del basurero de la historia.
Movimiento Laborista