Fredy Contreras Rodríguez: Nuevo orden mundial

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En conferencia realizada por el Movimiento de Científicos Sociales del Táchira -MOCIENSO-  en la dirección de cultura y divulgada por Redes Sociales, se disertó sobre el concepto del “Nuevo Orden Mundial”  y la connotación que tuvo y tendrá, a propósito de la conflictiva situación que hoy vive el mundo. La disertación, clara y bien documentada, dijo que la historia no miente: Desde la primera guerra mundial y durante todo el siglo XX,  Estados Unidos de Norteamérica -EEUU- impuso la idea de construir un nuevo orden mundial, en relato adecuado a sus intereses hegemónicos imperiales.

En mensaje al Congreso gringo en 1.918, el presidente Wilson presentó el famoso plan de los 14 puntos donde fijó los objetivos de EEUU después de la Primera guerra,  planteando un “nuevo orden mundial” -según ellos- para reorganizar la comunidad internacional de acuerdo al  principio de no intervención, ejercer el libre comercio, la diplomacia abierta y la creación de una organización internacional de Estados que llamó “Liga de Naciones”.

Luego de terminada la II guerra, en 1.945 el presidente Rooselvet retomó el discurso de Wilson de 1.918 -qué casualidad justo después de la guerra- para utilizar el concepto de “nuevo orden mundial” en la creación de organismos internacionales -con la Organización de las Naciones Unidas a la cabeza- diseñados para fortalecer la política hegemónica norteamericana, ya visible desde 1.918.

Con la caída del imperio soviético en 1.989, el “gendarme” gringo vuelve a utilizar el concepto de “nuevo orden mundial” -ahora en boca del presidente Bush- para aprovechar el proceso de cambios que ocurrían en la Europa del Este y en flagrante violación del Derecho Internacional Público y los tratados internacionales, cometer todo tipo de tropelías como la invasión a Panamá, la destrucción de Yugoeslavia y la guerra contra Irak o guerra del golfo Pérsico entre muchos mas.

Durante cien años y con la excusa del nuevo orden mundial, EEUU manipuló los organismos internacionales desde su nacimiento como ocurrió con las imposiciones que hizo en el tratado de Bretton Woods; por un siglo los EEUU se han excusado con el concepto dicho por Wilson en 1.918, para consolidar y justificar su carácter imperial siendo la guerra en sus múltiples expresiones, la forma de legitimación del imperio y la manipulación a su antojo de los organismos internacionales, la vía procedimental para imponer su lógica del dominio y su hegemonía mundial.

Si bien es cierto que el mundo bipolar EEUU-Unión Soviética surgido luego de la “gran guerra” minimizó el concepto gringo del “nuevo orden mundial”, también es cierto que de manera recurrente EEUU apeló al mismo para justificar su política de intervenciones y agresiones en el marco de la  “guerra fría”, el desarrollo de la carrera armamentista y su consolidación como imperio, imponiendo a escala planetaria su moneda y la economía del  neoliberalismo, producto teórico de la Universidad de Chicago.

Hoy se habla de nuevo del orden mundial. Pero ya no se trata del relato yanqui del mundo bajo su égida y al servicio del “Estado Profundo”, los poderes ocultos del imperialismo (el sistema financiero internacional, el tinglado militar-industrial, el club Bilderberg, el club de París, las 7 hermanas, el foro de Davos, el G-7, el sionismo económico). Ahora se trata de la nueva realidad geopolítica que se abre paso contra la voluntad imperial: La multipolaridad.

Con la desaparición del mundo bipolar hace apenas 30 años, a cuenta del contradictorio nuevo orden mundial concebido por George Bush y vulnerando el orden jurídico mundial,  EEUU practicó una política internacional hegemónica, hoy en declive. Existen nuevos centros de poder geopolítico, económico y militar que EEUU quiere destruir a como de lugar y que tendrán papel relevante en el futuro inmediato del mundo. La Federación Rusa, China, India, Turquía, Suráfrica, Irán, Corea del Norte, Brasil,  y acuerdos entre naciones como el BRICS, la Unión Asia-Pacífico, la ruta de la seda, UNASUR y la misma Unión Europea (hoy a la cola de EEUU y “pagando caro” por ello) son realidades que están ahí, en juego. La  intervención militar rusa en Ucrania es una arista de ese complejo proceso y sus resultados incidirán en la recomposición  geopolítica y en el nacimiento -más o menos traumático- del mundo multipolar. La humanidad lo reclama y EEUU deberá reconocerlo. El nuevo orden mundial será multipolar.

Ingeniero industrial. Agricultor urbano.

 

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