El planeta Tierra, como ya es sabido, da muchas vueltas. Y en esos giros caemos todos. Tal vez por ello es que nuestras acciones o reacciones ante los demás, algunas veces no es la mejor. Nos “mareamos” pues. Incluso, hay quienes nos incomodan con sus actitudes. Ahora, todo lo anterior es referente a lo que nos ocurre, por ejemplo, con los llamados hombres de negocios. Ellos tienen sus disyuntivas en cuanto a lo que realizan, pero muchos salen a flote. Los profesionales, en cualquier área, igualmente se les presentan dilemas, alternativas, opciones para enfrentarse día a día, con problemas. Que por cierto, todos los tenemos, en menor o mayor grado, los asumimos. Estuve revisando en las redes sociales un artículo del sr Tony Blair (Ex Primer ministro británico), que me llamó poderosamente la atención. El mismo señalaba, palabras más palabras menos que “…los venezolanos son un pueblo de poca lucha y de brazos caídos. Han preferido abandonar su patria, familia y amigos en lugar de luchar por su país y por sí mismos…”. Este dilema, como le he llamado, indica que Venezuela se encuentra en una encrucijada y que para muchos, costará solventarla.
Nuestra Constitución establece que el pueblo es quien le da el mandato al Presidente, y si éste no cumple con sus promesas, el mismísimo pueblo podrá pedirle la renuncia por incompetente. En otras palabras, buscar la forma, vía pacífica, de que el gobernante deponga su cargo. Ahora, el gran dilema es, tomando las palabras del ser Blair, ¿por qué los 6, 7 u 8 millones de venezolanos que al parecer han salido del país, incluso, arriesgando sus vidas, no se han apersonado a Miraflores a pedirle despojo del mandato a su presidente? Y esto no es solo una idea del Ex Primer ministro del Reino Unido, sino es como una “vaguada” que recorre las calles de todo el territorio nacional.
Sin embargo, el dilema continúa como apoderándose de sus habitantes y la decepción crece como la espuma. El mismísimo Ex Premier, sostenía que “…el pueblo venezolano tiene el gobierno que se merece…”. Continua el susodicho: “el venezolano es muy cómodo, tan cómodos, que ni siquiera se preocupa por ir a votar en las Elecciones, se abstienen de hacerlo…”. En pocas palabras, este señor ha lanzado unos dardos a todos los venezolanos, incluyendo al régimen. Pero lo que no entiendo es que el régimen venezolano lleva más de dos décadas en el poder y al parecer, continuará como en la hermana República de Cuba. En este dilema hay que incluir a los que se encuentran fuera del país, quienes en su mayoría critican desde sus respectivas “retaguardias”, al régimen que tiene el poder en Venezuela. Al menos exponen sus ideas vía redes sociales.
En lo personal pienso que, y lo he repetido decenas de veces, es el hecho de que Venezuela mejorará una vez se cambie este pérfido modelo socialista o comunista. No hay otra. Y con un solo ejemplo justifico lo de “modelo pérfido”: quien esto escribe posee cuatro títulos académicos, además, jubilado con la máxima escala (docente VI) y su salario mensual es de 130 dólares aproximadamente. Y así nos topamos con centenares de miles de docentes (sin incluir otras profesiones) que padecemos la miseria de salario. Pero vean ustedes, estimados lectores, las “rumbas” o festejos que realizan los llamados “enchufados” al régimen. Las redes sociales son testigos “presenciales” de los jolgorios, y además, sin pudor o vergüenza alguna. Zapatos, trajes, automóviles de lujo, en fin. Y a los de a pie, zapatos ofertados por el régimen en 9 bolívares. Hágame usted el favor. He aquí lo que yo llamo el gran dilema: ¿Qué hacer? ¿Encerrarse en cuatro paredes? ¿Migrar? ¿Luchar como lo contempla la Constitución de la República de Venezuela como lo hizo Simón Bolívar en su momento? Queda abierto el debate.
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