Esa mañana, Nicolás estaba muy animado y le preguntó a su amada combatiente: ¿Cómo están los preparativos para nuestra fiesta anual de Halloween?
—Tranquilo, mi amorcitico, todo lo tengo bajo control. Como todos los años desde que eres presidente, sabes que voy a botar la casa —o mejor dicho, el palacio— por la ventana. Para esta celebración he escogido como tema «una noche de terror».
—¿Cómo así? No entiendo.
—Bueno, todos nuestros ministros e invitados especiales deberán venir con atuendos que representen una acción tomada por ellos que haya generado estados de arrechera o temor en la población.
—Sigo sin entender, dame un ejemplo.
—Bueno, siéntate para darte los detalles: el ministro de la Defensa, se vestirá de «estorbo».
—¿Qué vaina es esa?
—Vendrá con una cámara de televisión, cámara fotográfica colgada a su cuello, un micrófono y una libreta de apuntes.
—Eso es un periodista.
—Claro, pero para nosotros es un estorbo.
—Qué bien, no lo había pensado, pero me gusta. Sigue, mi amor, no te voy a interrumpir más.
—El presidente de Corpoelec se presentará totalmente vestido de negro, y hablé con unos chinos especialistas en computación para que hagan un arreglo en el sistema eléctrico del palacio de forma tal que cuando llegue él se vaya la luz, y por donde pase él, quede totalmente a oscuras.
—Espero que ningún invitado me recuerde a mi madre, como lo hace la oposición.
—Las ministras de Educación y de Universitaria se vestirán, una como ONA y la otra como PRE y se harán acompañar por un funcionario disfrazado de Sismeu. No logramos hacerlas invisibles como lo dictamino el TSJ.
El ministro de Energía y Minas se vestirá solo con un guayuco y tendrá en sus manos un gran arco con flechas de coltán, oro, diamantes y uranio y se hará acompañar por representantes de las embajadas de China, Rusia e Irán en su papel de nuevos conquistadores.
El ministro del Poder Popular para Ambiente acudirá a la fiesta lleno de lodo y con un grupo de guarataras o piedras colgando de su ropa. El ministro del Deporte, llenará su ropa con puras medallas y a su paso ira gritando, acompañado por la presidente del COV y el IND, somos generación de oro.
El ministro del Trabajo llegará con un traje remendado donde se destacan los parches de las contrataciones colectivas, los dirigentes sindicales presos, los salarios de hambre y el desempleo.
Mis sobrinos se llenarán de talco desde los pies a las cabezas y dejarán un rastro de polvo blanco por donde caminen.
—¿Y para papito que hay? —preguntó Nicolás.
—Como siempre, serás la estrella de la noche. Vestirás como Súperbigote y entrarás volando al palacio. En tu traje se destacará que llevas los interiores por encima del pantalón y no tendrás botas especiales sino zapatos de nueve bolívares.
—Mi amor, ¿y tú de qué te vas a disfrazar?
—Igual que todos los años desde que estamos en el poder. Mi disfraz es la cara del personaje Davy Jones en la película Piratas del Caribe. Mi cabeza asemeja un pulpo, recuerda que mis tentáculos están metidos en todas partes.
—Te botaste, mi amor. Esto hay que celebrarlo. Destápate ahí una de 18 años.
Viva Halloween, salud.
Jesús Elorza es Licenciado en Educación, profesor en la UPEL – @jesuselorza