Falaz e impertinentemente, camuflada por un seudo proyecto Ecocida denominado Arco Minero del Orinoco (AMO) la minería ilegal lrogtrsa por un buen espacio del suroeste del estado Bolívar, violando in fraganti al artículo 120 CRBV, pues la conservación de los RN de su territorio atávico conforma las bases de sustento y necesidades vitales innatas en riesgo, hoy por hoy, debido a la minería ilegal avalada, irónicamente, por el proyecto etnocida sobredicho, pues pese a la presencia de la FANB impera, quizá en colusión con esta, grupos armados (pranatos) que dominan minas y (comunidades, subyugan con excesos y/o abusos variados, desde sicariatos hasta trata de féminas, niños y jóvenes, ante la indiferencia de las autoridades, razón porque una misión de la ONU ausculta, de nuevo, la crisis de los DDHH en Venezuela ya que la violación de estos prosigue, ahora, y sin duda alguna, por el Arco Minero del Orinoco (AMO), en el perímetro de unos 300 km, desde Maripa hasta la Reserva Forestal Imataca (RFI).
Falaz e indiscretamente, en la COP-27 Maduro ha hablado de trabajar por la Amazonía. Pero, impulsa una minería etnocida y esquilmadora mediante el arco minero, burladero del crimen organizado y de la minería ilegal, que propicia la esquilmación de los bosques de la Amazonía y Orinoquía venezolanas.