El vértigo con el que se desenvuelven los acontecimientos de la política, dificulta escoger un tema acerca del cual escribir.
Ahora resulta que el pragmatismo y la necesidad se han impuesto, y el otrora ¨dictador Maduro¨, ahora se le recibe en los grandes foros internacionales como Presidente.
Harto elocuentes resultan fotos y videos de su aparición en La Conferencia Mundial sobre el clima COP27 que se celebra en Egipto. Vimos como el Presidente francés lo abordaba gentilmente para intercambiar opinión acerca de diversos asuntos, pero especialmente para tratar acerca de las negociaciones entre gobierno y oposición, para lo cual, ofreció el territorio galo.
No se nos escapa el hecho de que, tanto Macrón, como el Primer Ministro Portugués Costa, y el ex Secretario de Estado norteamericano, John Kerry, están buscando alternativas energéticas para sustituir el petróleo y el gas que ya no pueden comprar en Rusia, producto de las sanciones que norteamericanos y europeos impusieron por la invasión a Ucrania.
A propósito de la sugerencia del gobierno francés, ya han comenzado las reuniones con el auspicio de los gobiernos de Argentina; Colombia, y ya pronto se sumará Brasil por el triunfo de Lula, y ello en sentido genérico resulta positivo, por el hecho mismo de que haya negociaciones. Sin embargo, hay que advertir que en esas reuniones está representada solo una porción de la oposición venezolana, y eso luce injusto y desproporcionado.
No sabemos si se trata de una nueva astucia de Maduro, quien para efectos de las reuniones internacionales reconoce al G4-PU, y en Venezuela ha judicializado a varios partidos que hoy están divididos reconociendo como sus legítimas autoridades a los adversarios de esos con quienes se reúne en México o Francia, con lo cual, prolonga la atomización de los factores de oposición.
Es prematuro aun para saber si este nuevo ciclo de reuniones en Francia produce algún resultado, y por ello hay que esperar. La paciencia es una virtud en política, pero no es eterna.
Ya en lo interno, y a propósito de ese sector opositor denominado Plataforma Unitaria, G4-PU, finalmente lograron conformar una Comisión de Primarias para que dirija el proceso que tienen previsto realizar para la escogencia del candidato de esa opción.
A ese respecto hay que decir, que si bien es cierto que la mayoría de quienes componen esa comisión son personas solventes moral y académicamente, ello no es suficiente para que tengan éxito, porque lo importante es la política que sustenta a la comisión, y al proceso para la escogencia del candidato. Y como todos sabemos, la política que ese sector ha adelantado es equivocada; sectaria, y excluyente.
No podemos olvidar que Maduro es hoy quien controla todos los poderes en Venezuela, gracias a la política abstencionista mantenida por el G4-PU, y aun así, siguen autodenominándose como la ¨oposición legítima¨, profiriendo toda clase de insultos y descalificaciones a quienes no forman parte de su reducido grupo.
Por nuestra parte, seguimos sosteniendo la idea de discutir un acuerdo mínimo de gobernabilidad que todos acompañemos y que haga énfasis en la crisis de los servicios y su solución urgente, para luego entrar en la discusión de una candidatura de consenso para ganar; cobrar; asegurar la gobernabilidad en paz, y que sea un gobierno de inclusión que ofrezca garantías para todos, sin excepción.
Las primarias tal como están concebidas no garantizan unidad, ni paz democrática, ni convivencia pacífica. La multiplicidad de candidatos que ya existen solo anuncia un torneo de insultos y mutuas descalificaciones.
Estaremos pendientes del desarrollo de todos los movimientos, pero debemos advertir que para efectos internacionales comienza a aclararse el panorama con el reconocimiento que se hace de Maduro como Presidente, acabando con la muy costosa ficción del interinato inútil. Amanecerá y veremos.
@romanibarra