La economista Tamara Herrera ha habido un declive en la intervención cambiaria por parte del Banco Central de Venezuela, por lo que el tipo de cambio oficial podría cerrar en 14 bolívares por dólar en 2022. Para 2023 prevé una cotización de 79 bolívares
La economista y directora de Síntesis Financiera, Tamara Herrera, señaló que el impulso de recuperación que comenzó en el 2021 se ha “metabolizado” y los factores que favorecieron esa recuperación están en una fase de agotamiento.
Desde el 2021 el efecto favorable del confinamiento, las vacunaciones, son básicamente parte del pasado; cualquier efecto favorable que podría tener la Ley Antibloqueo, que fue concebida para atraer inversión, va a ser disperso; las consecuencias que ha tenido de una manera no perceptible, pero no insignificante, la dolarización transaccional, que trajo varios efectos favorables, estan truncadas por el IGTF, una norma que ha producido un aumento en los costos operativos de las cadenas de valor de las empresas, precisó la economista.
Herrera destacó que otro factor que está perdiendo fuerza son las remesas, las cuales han sido un complemento importante en el consumo que también ha caído en comparación con el 2021 y parte del 2022.
Declive de la intervención cambiaria
La economista Tamara Herrera, directora de la consultora Síntesis Financiera, además destacó que ha habido un declive en la intervención cambiaria por parte del Banco Central de Venezuela, y estima que esta semana la autoridad monetaria destine no más de 20 millones de dólares a la Banca, lo que, a su juicio, demuestra que el BCV está más dispuesto a dejar que se deprecie el bolívar y no a liquidar más divisas.
Este año nosotros estimamos que el Banco Central va a destinar 3.600 millones de dólares solo a la defensa del bolívar, y nuestro estimado es que en este momento pueden entrar al mes menos de 400 millones de dólares, y con una intervención de menos de 200 millones de dólares. Es lógico pensar que el BCV tenga que permitir que se deslice la moneda y veamos un dólar más alto, quizás, incluso acercándose a 14 bolívares, resaltó Herrera durante su participación en el Economaratón, organizado por el Observatorio Venezolano de Finanzas.
2023 no luce mejor que 2022
En cuanto a las expectativas para el año que viene, Herrera proyecta que el 2023 “no luce mejor” que el año 2022.
Explicó que “el 2023 tiene como entorno una recesión global, que impactará en las remesas y en los precios del petróleo, pero de forma moderada porque hay una situación de rezago de producción mundial de crudo; es decir, la recesión no va a arrastrar hacia abajo los precios. Podríamos estar pensando casi que, en estabilidad, porque los precios petroleros van a estar oscilando entre 90 y 96 dólares por barril, en el caso del crudo Brent”.
Chevron es clave
La economista Tamara Herrera indicó que el 2023 estará marcado por si se produce o no un avance en las negociaciones que permitan una modificación en la licencia a Chevron, la cual se vence el 1 de diciembre.
Si no se modifica la licencia, la producción petrolera declinará a 680.000 barriles diarios, y las exportaciones caerán a 510.000 barriles diarios. En caso contrario, si se amplia, la producción se incrementaría a 785.000 barriles por día y las exportaciones a 586.000 barriles diarios, indica la especialista.
En términos de inflación, la economista y directora de Síntesis Financiera, Tamara Herrera, estima que sea de 170% a finales de este año y, para el 2023, se podría ubicar en 337% anualizado sin la modificación de la licencia a Chevron y en 202% con la ampliación de la licencia.
Para el año que viene en este escenario de deterioro, el tipo de cambio cerraría en 79 bolívares, un aumento de más del 400% sin la ampliación de la licencia a Chevron, indicó.
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