Los revolucionarios siglo XXI no cesan en pretensión de establecer en Venezuela el Estado Comunal, y en las oportunidades en que se les deja la puerta abierta arremeten de inmediato para lograr su objetivo. El rechazo de la sociedad en referéndum de 2007 no lo aceptan, y a cuenta gota van incorporando contenido disfrazado de legal para hacer realidad su propósito. El abandono de los espacios del debate parlamentario y del poder ejecutivo, ha sido el sustento del oficialismo para valerse de artimañas, e intentar pasar por encima del texto constitucional.
La abstención en las parlamentarias del año 2005 dejó sin representación a la disidencia, y con ello vino el control absoluto del oficialismo, quienes lejos de dedicarse a legislar, asumieron comportamiento de sumisión ante el amo, y otorgaron esa competencia al poder ejecutivo con argumentos espurios, contaminados por el autócrata. A finales de 2010, antes de la instalación de la nueva Asamblea Nacional (AN) intentaron nuevamente ir por el premio soñado, y en lo que denominaron el “paquetazo legislativo” (emanado de los poderes especiales otorgados al presidente del país) incluyen las Leyes comunales.
El oficialismo asumió la derrota parlamentaria de 2015 y llevó estrategia de distracción a la élite opositora, quienes de forma arrogante se dedicaron a la confrontación entre ellos para ver quién ganaba más adeptos con la publicidad que se vendía hacia la calle manifestando la salida del poder de los revolucionarios siglo XXI. Pasó el tiempo y los reyes del baile se negaron a seleccionar candidato para enfrentar al del régimen. En 2018 vino el adelanto de elecciones, nuevamente se llama a la abstención. Candidato sin identidad nacional decide salir a la palestra pública en representación de la oposición, pero con la fractura en la disidencia, vuelve a ganar el del régimen.
En diciembre 2020 se repite el llamado a la abstención por la élite de oposición, pero ya no encuentra el eco en algunos dirigentes y organizaciones de la sociedad civil y partidos políticos, quienes se revelan y participan abiertamente desafiando estrategia de decapitación de la cúpula. El mensaje no llegó a las personas, y la mayoría de la AN queda en manos del oficialismo. Ahora, con esa nueva mayoría parlamentaria el oficialismo regresa por su objetivo de implementar el Estado Comunal. El propósito es dejar fuera del escenario a gobernaciones y alcaldías, al igual que la propiedad privada y la libertad de expresión. La bancada de oposición (minoritaria) está dando el debate para frenar la violación de la Constitución de la República. Los ciudadanos deben estar alerta de lo que allí está aconteciendo para evitar los devore la Ley de la selva. El reencuentro es con la base social alejada de apoyar caprichos y exclusiones que benefician propósito del gobierno nacional.
jarturomolina@gmail.com – @jarturomolina1 – www.jarturomolina.blogspot.com