Tulio Monsalve: Cecilia Todd, viva voz en cinco décadas

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Cecilia Todd ha cantado a una tierra que algunos tenían como país portátil. Ilusos han intentado montar mil veces este mito. A ella, estas fantasías le resbalan. Jamás esquivó su línea y fuerza temperamental. Al contrario, la fortalece. Exhibe reconocimientos y aplauso indiscutible. Una carrera inigualable de cincuenta años de bella y comprometida afinación que nos enorgullece. Su brillantez es bien apreciada por públicos y críticos en muchos lugares del mundo.

Prefiero relatar a Cecilia a través de metáforas e imágenes de sus canciones. Letras que son episodios poéticos y materia de la esencia popular venezolana. Significados que envuelven inequívocas historias de vida y amores.

Asi las cito: “Me estaba contando Juana, que su marido José/ la deja por la mañana, / sin papelón ni café/ y de noche cuando llega,/ me contaba con dolor / que la regaña y le pega, sin tener razón / Cálmate Juana y no llores más/ de aquí a mañana se te olvidara”/

Mas amoroso y candido el afecto al cantar a Otilio Galíndez: “Caramba mi amor caramba/ Lo bello que hubiera sido/ Si tanto como te quise/ Así me hubieras querido”.

Igual rima amor y subversión: “pusieron preso a tu marido, Guillermina/ Y se lo llevaron a una fuerte prisión/ y como Guilermina quería tanto a su marido/ fue a la cárcel a cantarle una canción. Ajusta cuentas a la falacia de los falsos migrantes: “Me fui para Nueva York
/ En busca de unos centavos/ Y he regresado a Caracas como fuete de arrear pavos/ El Norte es una quimera/ Qué atrocidad.Tulio Monsalve

Sufre: “Se me ha perdido mi gata/ quiero alguna información/ Me muero de la tristeza/ se me parte el corazón/ Mi gata se llama Elisa/ de pelaje tricolor/ negro, blanco y amarillo/ y los ojos de limón”/. Acusa a Chuchito, Rafael y a Zapata, del gatuperio.

Desvia su angustia y canta una gaita: “La brisa gasta sus horas/ acariciando tu lago,/ pero el hombre sin embargo/ lo contamina y lo ignora/ Pareciera que el problema/ se escapa de nuestras manos/.

Con el polo nos hace soñar con amores de marinero: “Allá lejos viene un barco/ y en él viene mi amor/. Se viene peinando un crespo/ al pie del palo mayor”/. U otros rumbos de amores y pescadores: / “El cantar tiene sentido/ entendimiento y razon/ La buena pronunciacion/ y el instrumento al oído”/.

Hasta luego Cecilia: tienes un lirio que el tiempo lo consume/ y una fuente que lo hace florecer.

 

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