Eduin Adjunta: Las riquezas brotan del subsuelo

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Un nuevo ciclo recién inicia y el país sigue expectante a lo que se puede lograr cuando existe determinación en una población sin protección del Estado, cuya capacidad de resistir es su salvavidas ante un precipicio interminable que destruyó generaciones enteras y el futuro de millones, quienes hoy son una estadística más de un sistema fallido. Ante lo cual la ciudadanía hoy rompe paradigmas al empujar unos cambios definitivamente virtuosos; que van recomponiendo la alegría secuestrada por el sistema trasnochado que desgobierna.

De igual forma, para este año se vaticinan buenos números que no van a tapar la crisis general vigente, pero que son precisamente un buen dividendo generado por los venezolanos quienes valoran el sudor que hoy nos alimenta, el mismo que mañana nos regresará a la senda del progreso de donde nunca debimos desviarnos. Aprendizaje traumático que va a forjar unas generaciones de líderes con perspectivas creadas ante la tormenta, útiles para el salto radical necesario en Venezuela donde los complejos sean una quimera sin sentido; porque el trabajo superior nos premiará en la medida que el recorrido tortuoso se complete, con la mirada puesta en un mejor futuro.

Por otra parte, las recientes noticias sobre como los hidrocarburos vuelven a jugar un papel activo en la generación de bienestar nacional son parte del cambio en la perspectiva de cómo los recursos naturales pueden permear en prosperidad ante la ciudadanía que hoy padece la orfandad del Estado, por culpa del sistema de gobierno fracasado el cual, no entiende sobre dignidad humana. Que se recuperará para bien del país en la medida que la multinacional Chevron comience a reactivar los dieciocho mil pozos petroleros deteriorados por la desidia de una camarilla, miope frente a la posibilidad de creación que el poder político permite.

En resumen, el subsuelo venezolano es una bóveda de riquezas que solo las ideas creadas por energías de futuro pueden liberar, porque fueron las generaciones del siglo XX quienes lograron propulsar no solo obras de infraestructura, sino una forma de vida con valores occidentales como fue la Democracia criolla; que permeo en buena medida por todo el continente cuyas cenizas hoy son un recuerdo de valor por lo propio, lo mismo se aplica en el tema hídrico, porque los acuíferos subterráneos sólo están a la espera de los grandes líderes que los exploten y logren con ellos revitalizar al país en toda su extensión.

Finalmente, los desafíos del nuevo año que recién comienza son parte del dominio público, pero su correcto abordaje es una incógnita que solo el liderazgo con la preparación para el momento país podrá enfrentar, sabiendo identificar ante lo conocido donde residen los engranajes correctos que reactiven la esperanza de los venezolanos y puedan regresar una estabilidad tan anhelada por todo individuo que hoy suscribe como propio un tricolor estrellado, al cual identifique como parte de lo que reconoce como su terruño.

@adjunta90

 

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