El Gobierno italiano ha rechazado la solicitud de las ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Mediterranée para que sus barcos humanitarios puedan atracar en un puerto más cercano al que se les ha asignado, el de Ancona (centro), a varios días de navegación, en vista de las malas condiciones meteorológicas previstas en los próximos días.
«Nuestra solicitud fue denegada. Las autoridades italianas confirmaron Ancona como puerto seguro, a pesar de la meteorología muy preocupante. Esta orden va en contra de los intereses de los náufragos y del derecho internacional, y además vacía el Mediterráneo de embarcaciones de salvamento», escribió SOS Mediterranée en sus redes sociales.
También MSF confirmó que «el Ministerio del Interior rechazó nuestra petición de un lugar seguro más cercano para desembarcar a los 73 supervivientes a bordo del Geo Barents», que ahora «se dirige al norte».
La petición de las dos ONG era la respuesta al pulso lanzado por el Gobierno que preside la ultraderechista Giorgia Meloni, ya que la concesión del «lejano» puerto de Ancona forma parte de la nueva política de su Ejecutivo para dificultar estas operaciones de salvamento.
«Italia acaba de asignarnos Ancona como lugar de seguridad para desembarcar a las 73 personas que rescatamos» y, «según las previsiones actuales, el tiempo empeorará significativamente a partir del lunes», lo que «tendrá un impacto en la salud física y mental de los sobrevivientes», indicó este sábado Juan Matías Gil, jefe de misión del Geo Barents, de MSF.
También el Ocean Viking solicitó a las autoridades italianas «un puerto seguro más cercano para desembarcar a los 37 sobrevivientes a bordo. La exposición repetida al mal tiempo durante un viaje prolongado podría ser perjudicial para su bienestar y podría representar un riesgo significativo para su salud en los próximos días».
Ambas naves llegaron al Mediterráneo Central tras reanudar el pasado miércoles sus operaciones de salvamento, las primeras en hacerlo tras la aprobación de nuevas reglas más férreas sobre los rescates de las ONG aprobadas por el Gobierno Meloni.
EFE