La educación formal tiene sus luces y sus sombras. Nuestro esfuerzo, más allá de que hoy seamos graduados, puede servir para dar energía a las luces y hacer desaparecer las sombras. Grant Smith.
¿Y es que acaso las autoridades universitarias desconocen lo que hace JM? Estos títulos así comprados por gentes sin principios ni valores éticos, son los títulos engendros que elabora la universidad y que JM los vende, pero también los regala a sus barraganas y a sus cómplices.
JM, sus queridas y sus cómplices, cantan Bingo a tablas llenas, porque tienen todas las titulaciones que ofrece la universidad. Ni siquiera un santo con la gracia de la bilocación hubiera podido cursar tantos estudios universitarios como los que JM su querida y sus cómplices tienen. Ah, pero es que no estudian para obtenerlos, la vida quizá no les alcanzaría porque tienen que trabajar, y el horario de clases y el horario de trabajo chocarían, colisionarían imposibilitando esta hazaña intelectual. Mucho esfuerzo invertido. Las tareas y los trabajos a entregar, largas horas en la biblioteca, leyendo libros y manuales, asistiendo a prácticas de campo, las pasantías, etc. ¡Vergación! que molleja de genios se está perdiendo la NASA. Cuerda de ladrones, corruptos, embaucadores sociales. ¡Traficantes de la hipocresía!
Sería entonces muy cuesta arriba o tal vez imposible que pudieran graduarse simultáneamente con tantos títulos en una sola vida con tan excelentes calificaciones. El tiempo solo sería para estudiar. ¿O es que no trabajan sino que parasitan? La verdad es que burlaron el sistema y se roban los títulos y al enterarse de la facilidad que la universidad les proporciona para delinquir entonces hacen negocios y vocean: Se venden títulos marchantes, se venden títulos… Pero es una exageración, todo el negocio de la venta de títulos lo hacen de bajo perfil pero es un secreto a voces, toda vez que el escándalo es vox populi.
Nos referimos a una “autoridad universitaria” que se caracteriza por la venta de títulos por grandes sumas de dólares y para lo cual tiene su red de malhechores que reclutó de la propia universidad y los adiestró para burlar el sistema. Pero también recibe vehículos y casas y todo tipo de ofrendas que sean capaces de hacerlo babear en su interminable avaricia, a cambio de otorgar estos títulos universitarios que la propia alma mater certifica que ella los expidió y todos los documentos forjados que los respaldan reposan en los archivos de esa casa de estudios. Y por supuesto sin haber estudiado les ha otorgado estos títulos también a sus cómplices y a sus barraganas, o sea a esta banda o red que son coautores de los delitos intramuros, asimismo le cuidan las espaldas a JM. Ahora los coautores, cómplices y encubridores de los delitos de JM, se hacen llamar doctores, magísteres, técnicos superiores y blanden la indecencia vergonzante con rostros de morisquetas. Ahí tienes tu queso JM, aquel que dijiste en consejo universitario que tú también lo aceptarías, de aquel funcionario que lo saboteaste ante el registro público.
Son también compradores de estos títulos los que tenían tiempo sin contactarlo pero que al enterarse de que está posicionado como autoridad universitaria corrupta y que le saca provecho criminal, reaparecen los antiguos amiguetes de JM, aquellos que lo conocen de atrás y saben lo lacra que es. Y en contra de la ética, de la moral y de las leyes, incluso de la garantía social que espera verdaderos profesionales que tengan formación no solo en el saber sino en el hacer y en el ser ; pero no timadores que no poseen los conocimientos que sus títulos certifican tener, por lo que van a continuar delinquiendo sorprendiendo la credulidad ajena y de sus posibles clientes y son una estafa social y académica, además del peligro que representan gentes que por haber comprado sus títulos no saben ejercer científicamente la profesión de la que se ufanan. Son profesionales de mentirita. Entonces estos malos ciudadanos atacan el prestigio ahora en el piso de la universidad y no pueden perderse según sus deformadas mentes la oportunidad de coger los mangos bajitos, no pueden pelar ese boche, porque saben lo rata y delincuente que es JM. Así esta “autoridad” recibe múltiples llamadas hasta de amiguetes que por pudor se le habían retirado del entorno para evitar que los relacionaran con él, pero ante la escandalosa manera de cómo JM otorga ilícitamente los títulos, estos antiguos amiguetes lo buscan para que se los vendan para sus hijos, y para sus mujeres, para sus familiares. Luego JM, tiene una extensa cartera de clientes que por no querer estudiar sino solo exhibirse como universitarios, entonces compran los títulos para hacerse llamar profesionales. Son entonces personas con títulos pero no son profesionales nada, al menos que lo sean del delito y del timo. Estos pseudos títulos no son más que adefesios, no son otra cosa que engendros de la corrupción.
Unos conocidos en común con el funcionario que descubre estas corrupciones, explicaba de la carrera delictiva de JM y entonces uno de ellos respondió. Ahora JM está de autoridad en la universidad. A lo que el conocedor de las historias delictivas de JM exclamó. ¡Ah, pero que puede hacer ahí! Y el funcionario le dijo. Vende los títulos. Respuesta que dejó perturbado a aquel hombre que creía saberlo todo de la capacidad criminal de JM, pero se quedó mudo. Porque es que JM se reinventa como Satanás, y a toda responsabilidad que se le asigne o que logre coronar, le saca provecho ilícito, ilegal y delincuencial. Este tipejo JM es un ladrón disfrazado de gente decente. Esa universidad ha tenido la desdicha que el rector y otras autoridades son de la misma calaña de JM y cuando detectan que el escándalo inundará los medios y tendrán publicidad adversa, entonces elucubran enroques para colocarlo en otro sitio procurando no expulsarlo de la universidad, porque el negocio de la venta de títulos es multimillonario. O sintiéndose impunes ante la desidia social simplemente siguen en su empresa delictiva echándoselas de correctos y de arrechos.
Este JM es un delincuente nato, que aprovechándose de su circunstancial posición dentro de la universidad expide títulos con todas las características de verosimilitud que es la mejor forma de certificar lo que es falso. Este JM le consiguió las debilidades al sistema universitario y se aprovecha ilícitamente de ellas, incluso se otorgó a sí mismo fraudulentamente el título de doctor, por el que nunca estudió y por el cual ejerció intimidación jerárquica para que sus calificaciones jamás obtenidas en el mundo real fueran asentadas como epidemia de veintes y de diecinueves puntos por profesores pusilánimes llenos de miedo a un tipejo como JM, pero sin temor a Dios. A JM ni siquiera se le puede llamar malandro académico porque desconoce incluso cuáles son los ejes transversales de las competencias enunciadas en el perfil de egreso de la tesis que plagió y para lo cual hizo un teatro de defensa valiéndose de unas corruptas profesoras.
El estudio de campo, según se trate de títulos de pregrado o de postgrado. Para JM hay dos tipos de clientes, los poderosos o de prestigio social y solvencia económica y los de menos recursos, que también osan comprar títulos de pregrado o de postgrado, de tal modo que la tienda está surtida. Por otra parte, las tarifas son distintas según el posicionamiento económico y social del cliente de postgrado. Luego de tantear y analizar el sistema y encontrar la forma de cómo burlarlo, o baypasearlo, JM montó en la universidad su choza de venta de títulos y desde entonces en su estudio de mercado hace sus propios listados de los aspirantes a graduandos, tratándose de aquellos que lo han contactado por sí mismos o a través de sus amigos o de sus barraganas o de sus cómplices.
JM mantiene los listados de aquellos que le pagarán por venderles los títulos, o sea de sus clientes o compradores, e incluso cuando no le pagan o se tardan, hace otra lista de los llamados “retardaitos”. A quienes los mantiene en ascuas hasta que le paguen pero siempre tiene el título elaborado, aunque no lo entrega hasta que le paguen. Estos son clientes con menos recursos y algunos a los que él llama los “retardaitos”, son los que se han retrasado en pagar a sabiendas de que el título está hecho a ver si se lo entregan y se la quieren echar de vivos con el maestro de la trampa, pero como lacra nadie le gana a JM, porque además les hace gastar paralelamente grandes sumas de dólares como una especie de penalidad.
En efecto, en los registros o archivos universitarios estos títulos-estafa, aparecen como si efectivamente sus beneficiarios hubiesen cursado los estudios a que se refieren, incluso figuran las calificaciones aunque forjadas y todas los exigencias timadores como si en realidad se hubieran cumplido, de tal forma que los pergaminos académicos salen de la casa de estudios como si efectivamente intramuros se hubieran satisfecho todos los requisitos de ley, pero estos títulos universitarios son engendros de la corrupción, porque la propia universidad se ha convertido en su auto perpetradora, ella misma se ha entregado a satisfacer al crimen y al delito. ¿Y es que acaso convenientemente las autoridades universitarias desconocen lo que hace JM?
De modo que, oído al tambor. Aunque las excepciones han de ser muy pocas, si te graduaste o te graduarás bajo la gestión de JM, es muy probable que tu título sea una estafa. De tal manera que la verosimilitud de tu título está en tela de juicio y aunque no lo admitas, eres “un no profesional” y tu paso por las manos de JM ensucia tu reputación y causas pena y vergüenza al blandir un título que todos saben que lo compraste y por el que no estudiaste. O que por ser uno de sus cómplices delincuentes o una de sus queridas JM te obsequió el título contrariamente a la ética, a la moral y a las leyes, pero no estudiaste para obtenerlo.
Si tuvieran dignidad quienes le compraron o le comprarán los títulos universitarios a JM, y todos los que ahora le hacen la corte y le jalan bolas porque los ha hecho unos delincuentes, están señalados y etiquetados de por vida como corruptos, cuyos títulos son unas basuras, unas trampas, unas burlas para la sociedad, además que son una afrenta para sus almas, porque si a alguien no engañarán jamás será a Dios y a ustedes mismos.
Pena y vergüenza debería darte que se enteren y peor aún que tú mismo lo digas, que te graduaste en esa universidad en la gestión de JM. Porque si te graduaste en la gestión de JM, tu título seguro es una estafa y causas repulsión. Pues todos saben que JM es una rata corrupta.