Ezequiel Querales Viloria: Te compro tu dólar

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¡Te compro tu dólar!, es lo que se oye vociferar en las busetas, vagones del metro, centros comerciales populares de Antímano, San Martín, Quinta Crespo, el Cementerio, el Valle, Coche, y en el mismísimo reducto de la alta burocracia, instalado entre El Silencio y la Avenida Urdaneta. ¡Que no decir!, de los pueblos y ciudades fronterizas y del interior del país.

No cabe duda, que somos desde hace rato, un país dolarizado. –“Todo está dolarizado, hasta la mente y los bolsillos de Maduro y de su camarilla, pero nos siguen estafando con sus criminales devaluaciones al bolívar y una inventada guerra económica”, gritaban con furia en la abrumadora marcha del 23 de Enero.

Ciertamente, no es necesario saber de materia monetaria o política cambiaria, para darse cuenta de que el bolívar, sencillamente, no vale nada.

La inmensa mayoría de venezolanos está consciente de que la grave situación del país es inaguantable, que la “cubazuela chavista” de bonos, prebendas, espurios aumentos salariales y control social, lo que ha generado es inflación, devaluación y hambrunas.

“Maduro no es el dólar criminal, es la reconversión criminal que eliminó 14 ceros al bolívar, la causante de  anular nuestro signo monetario”, protestaban  los gremios en las calles el 23 de Enero. “Somos el único país del mundo con inflación en dólares”, agregaban.

“El mar de la felicidad, lo que nos ha traído es un océano de calamidades”, fue el magno reproche del episcopado venezolano en su reciente homilía.

Es obvio que el gobierno se niega a dolarizar la economía para no quedar al “desnudo” como único y principal responsable de la muerte del bolívar, pero impone una voracidad tributaria con el pago de aranceles en petro-dólares, en registros y notarías, el Saime,  el Seniat, puertos, aeropuertos y puntos fronterizos. Aparte de la incesante matraca que suelen ejercer en las carreteras del país, los llamados guardianes del pueblo.

Es público y notorio, que el gobierno defiende sus acciones y omisiones, ocultando, o distorsionando, la dolorosa realidad del país. Y como sus socios cubanos, repiten una mentira mil veces, similar a la que culpa a las sanciones de todo el desastre que han hecho, buscando revertirla en verdades, o medias verdades.

Tal es el daño, de todo orden causado al país, a lo largo del mandato narco socialista, que a estas alturas, nadie cree en nadie. “La destrucción es mucho mayor de lo que parece a primera vista. Y hay momentos en los que dudamos de que Venezuela tenga salvación”, como lo sentenciara en algún momento, el ilustre intelectual y comediante, Laureano Márquez.

Ante tamaña desconfianza, el pueblo arrió sus propias banderas y mandó de una, al bolívar, al petro, a los políticos, a los camaradas, para el mismísimo carajo.

Sabe muy bien, que el bolívar se pulverizó en “sal y agua”.  Por tanto, que debe salvaguardar su dinero con una moneda más fuerte y segura, que le garantice el fruto de su trabajo.

Por eso, haciendo caso omiso a lo que pudiera suceder en el 2023, año del conejo peleón, o le salpique, con aquello de que “el país se arregló”, sale  muy temprano a vocear, lo que le impuso la crisis y la necesidad: “Te compro tu dólar”.

ezzevil@34gmail.com

 

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