José Gerardo Mendoza: Soñemos juntos

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Sueños o pesadillas que se confunden y difíciles de explicar o entender son todos estos sentimientos que tenemos todo el que desea y se ocupa de trabajar y tener una vida en paz y enérgica con ganas de producir y contribuir; por ejemplo les voy a narrar unos sueños de estos últimos meses o tiempos, dicen que los sueños no se deben contar por qué no salen, pero como no creo en pavita y estoy seguro que muchísimos paisanos y amigos lectores también lo sueñan y dudo que lo compartan; se dice que soñar no cuesta nada pero como estos sueños van con toda la fe y con el aval del Espíritu Santo que nunca nos falla y nos bendice todas las buenas acciones, por ello me atrevo a que estas peticiones se conviertan realidad…

Soñé que la diáspora o la estampida había desaparecido, que los hogares estaban felices y unidos, que ya habían regresado todos con lágrimas en los ojos y prometiendo que jamás en su vida volverían a emigrar y que esa experiencia fue un aprendizaje para amar más a su país y convencidos de que no hay otro igual ni más bello, ni más rico que este, en todo el planeta y en todos los sentidos, que es tan fuerte el dolor que causa la separación de la familia, exponiéndose al desprecio y acostumbrarse a otra idiosincrasia.

También soñé que el respeto a la propiedad privada está funcionando a la perfección, ejemplo que los empresarios del campo podrían estar tranquilos, que sus predios, su trabajo, su amor e inversiones estaban garantizadas y sus dueños agricultores y ganaderos admirados y respetados por su noble labor de producir los alimentos sin preguntar quienes lo consumirán y que en todas las regiones del mundo son considerados buenos aliados contribuyendo al bienestar general y son parte de la solución y no del problema, Dios permita que estos sueños o peticiones lleguen hasta su destino a quien va dirigido y que todos sabemos.

Soñé que los estudiosos en la materia se hayan equivocado, que eso es difícil pero sueño es sueño, aparte de que en una nación tan rica pueda haber casi el 70% Setenta por ciento de desnutrición infantil, por Dios que culpa tienen esos inocentes si el planeta sabe que somos la nación número uno en riqueza, entonces que podemos esperar de la generación de relevo.

También soñé que el sector bancario volvió a su función para lo que fueron creados y para recordarle algunas de sus funciones: crédito para la ganadería, la agricultura, al sector empresarial e industrial, al sector privado y a todos los que produzcan riquezas, generen trabajo e impuestos.

Ahora más que nunca, el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.

Volcancito2@gmail.com

 

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