Rafael Fauquié: La grandeza de un país…

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Suele decirse que la grandeza de un país existe en relación directa con la dignidad que ese país asigne a la educación de sus ciudadanos. Es una verdad innegable de la cual podemos extraer algunas conclusiones acerca de la miseria plural que vive nuestro presente venezolano.

Resulta absurda, resulta vergonzosa, resulta aberrante la imagen, convertida en una de las expresiones cotidianes de la actual situación venezolana, de cientos de miles de educadores, maestros de escuela, profesores universitarios, manifestando a todo lo largo y ancho de la geografía nacional pidiendo, exigiendo el pago natural, el pago justo, el pago humanamente merecido de salarios que les permitan, simplemente, sobrevivir. Resulta dolorosamente inhumana, indescriptible, la imagen de ancianos maestros y profesores universitarios, ya jubilados, muchos de ellos munidos de numerosos méritos académicos, literalmente muriendo de hambre, porque el pago de sus miserables jubilaciones no les permite comer.

Algún día esto que está viviendo trágicamente la sociedad venezolana, dará pie a todo tipo de comentarios, interpretaciones y conclusiones. Algo, sin embargo, habrá de repetirse en cualquier argumento relacionado con el tema de la justicia social y el sentido de la acción del Estado en beneficio de sus ciudadanos. ¿Cuáles son las prioridades de un gobierno? ¿Cuál el destinatario natural de los dineros del Estado?

La educación, la salud, la protección de la ciudadanía deberían ser los beneficiarios naturales del dinero proveniente de las arcas del Estado. Pero uno de los fenómenos más oscuros e inhumanos de la historia venezolana reciente, indica que no son ni la educación, ni la salud ni la protección de la ciudadanía los beneficiarios del dinero del Estado; que son otros, unos otros absolutamente ajenos al justo sentido y necesario destino de nuestra nación, quienes se han aprovechado y se siguen aprovechando de los recursos del país. Las consecuencias de semejante desatino están a la vista; y, lo que es peor, lo seguirán estando por muchos años.

 

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