A más de un mes de haberse iniciado en Venezuela un ciclo de protestas ininterrumpidas, encabezadas por maestros y profesores, exigiéndole al régimen de Nicolás Maduro salarios dignos y seguridad social, la presencia y el reclamo de la juventud venezolana se sumaron a las calles del país a partir de este domingo 12 de febrero.
Con motivo de conmemorarse en esa fecha en Venezuela el Día de la Juventud, los líderes del movimiento estudiantil y la dirigencia juvenil de los partidos políticos de oposición democrática convocaron a los jóvenes de todo el país a salir nuevamente a las calles para alzar la voz y exigirle al régimen de Nicolás Maduro el respeto de sus derechos sociales, políticos y electorales.
En Caracas, como era de esperarse, las fuerzas de seguridad gubernamentales montaron piquetes policiales en la ruta de la marcha de la juventud opositora impidiéndole llegar a la sede Consejo Nacional Electoral (CNE). En vista de ello, los dirigentes de la marcha decidieron convocar de nuevo para este lunes 13, cuando intentarán una vez más presentar al CNE un documento con sus exigencias para la ampliación del Registro Electoral Permanente.
La juventud venezolana frente al autoritarismo
Desde la llegada de Hugo Chávez al poder, en 1999, Venezuela ha sufrido un continuo y progresivo proceso de autocratización. En ello coinciden los más relevantes índices que miden la democracia en el mundo, incluidos Freedom House, V-dem y The Economist Intelligence Unit (EIU). El EIU, cuyo índice evalúa la calidad de la democracia en 167 países del mundo, acaba de publicar su informe correspondiente al año 2022. En este informe, el régimen venezolano fue calificado como el gobierno más “autoritario” de la región. Con una puntuación de 2,23 sobre 10, Venezuela obtuvo una calificación inferior a los obtenidos por Cuba, Nicaragua y Haití.
La juventud venezolana ha sido uno de los sectores del país que mayor resistencia ha ofrecido a este pronunciado proceso de autocratización chavista. Durante las dos últimas décadas, distintas generaciones de jóvenes venezolanos han encabezado y protagonizado las multitudinarias protestas que se han escenificado a lo largo y ancho del país, en especial durante los años 2014, 2017 y 2019. Sin embargo, la extrema violencia gubernamental con la cual fueron reprimidas estas manifestaciones, ocasionando centenas de muertos -a lo que se sumó la persecución y el encarcelamiento de los opositores, y luego, los efectos del COVID 19 y la frustración de la sociedad por el incumplimiento de las expectativas de cambio de régimen- llevaron, entre otros factores, a que a partir del 2020 y hasta principios de este año, se diera una disminución de las protestas y un repliegue de la sociedad venezolana.
Otro factor que contribuyó con la disminución de la conflictividad en las calles venezolanas fue la emigración forzada de una gran cantidad de jóvenes. De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional sobre Juventud (ENJUVE) 2021, el 51% de los más de cinco millones de personas que migraron de Venezuela entre el 2015 y el 2021 fueron jóvenes, con edades comprendidas entre los 15 y los 29 años.
El retorno de la juventud a las calles
La nueva generación que actualmente lidera los órganos juveniles de los partidos políticos, el movimiento estudiantil y las ONG de corte juvenil, está compuesta por jóvenes cuyas edades oscilan entre los 18 y los 25 años. Esta nueva generación nació justamente en el momento de la llegada de Hugo Chávez a la Presidencia, y sus vidas han transcurrido fundamentalmente bajo un régimen político autocrático. Sin embargo, una parte importante de ellos mantiene despiertas las ansias de vivir en libertad y democracia.
De acuerdo con los resultados de la Encuesta de Juventudes realizada en el 2021, el 50,4% de los jóvenes venezolanos se decantaba por la democracia como régimen de gobierno, mientras que un 22,1% prefería un régimen autoritario, y a un 27,5% le era indiferente el tipo de régimen de gobierno. Aunque el porcentaje de jóvenes venezolanos que muestran preferencia por la democracia representa más de la mitad, preocupa la caída que ha tenido esta cifra con respecto al año 2013, cuando era el 68,8%. Estos resultados muestran los efectos perversos que la revolución bolivariana ha tenido sobre la cultura política de los jóvenes venezolanos.
Luis Palacios Herrera, recientemente electo como Coordinador Nacional Juvenil del partido Primero Justicia (PJ), está consciente de que es necesario incentivar nuevamente la participación la juventud venezolana en la política: “Nosotros queremos redemocratizar el país. Durante el próximo año, en Venezuela deberán realizarse las elecciones presidenciales y, seguidamente, elecciones parlamentarias. Consideramos que esos procesos electorales podrían ser una buena oportunidad para producir cambios importantes orientados a redemocratizar el país. En este sentido, una de las exigencias concretas que le estamos haciendo al Consejo Nacional Electoral es que se amplie masivamente el registro electoral permanente”.
De acuerdo con el Coordinador Nacional Juvenil de PJ, más de tres millones de jóvenes venezolanos están fuera del Registro Electoral Permanente en estos momentos, y para atender ese gran volumen de demanda rezagada en cada uno de los estados del país existe solo un punto de inscripción con muy pocas máquinas. “Por ejemplo, yo soy de Guarenas, y me consta que muchos jóvenes de mi ciudad se les hace muy difícil trasladarse hasta Caracas o hasta la Junta Regional del estado Miranda para inscribirse en el Registro Electoral Permanente (REP). Por ello, estamos proponiendo un plan de municipalizar el REP y así pasar de 24 a 1.500 los puntos de registro electoral para aumentar significativamente la cantidad de jóvenes inscritos e incentivar una mayor participación en los procesos electorales venideros”.
Incertidumbre y desesperanza golpean a la juventud venezolana
Otras de las causas que motivan el llamado de la dirigencia juvenil a volver a las calles es la crisis humanitaria compleja que sigue golpeando a las grandes mayorías en Venezuela. Sebastián Horesok, Secretario General de la Federación de Centros de la Universidad Central de Venezuela (FCU-UCV), así lo explica: “Para nadie es un secreto que el gobierno nacional ha tratado de vender la imagen de que el país se está arreglando, y de que los venezolanos estamos entrando en un periodo de progreso. Pero nada de eso es cierto. La inmensa mayoría de los venezolanos sufrimos otra realidad. Nosotros vivimos en un país donde los servicios públicos no funcionan. Donde el Estado, por un lado, gasta millones de dólares en estadios monumentales para jugar pelota, al mismo tiempo que mantiene en estado crítico la infraestructura hospitalaria y educacional del país; con maestros, médicos, enfermeras, profesores, empleados ganando salarios de hambre y sin protección social. Un profesor universitario a tiempo completo, por ejemplo, gana apenas 20 dólares mensuales”.
Para Horesok, esta lamentable situación afecta de manera especial a la juventud venezolana: “Nosotros, como dirigencia juvenil, estamos empeñados en denunciar públicamente las grandes dificultades que sufre la juventud venezolana: la falta de oportunidades educativas, la falta de empleos dignos, la falta de seguridad. Hoy por hoy, un estudiante venezolano vive su día a día en un mar de incertidumbres. Hoy puedes estar estudiando, pero al mes siguiente te puedes ver obligado a abandonar los estudios porque no tienes dinero para costearlos. Nosotros no tenemos ningún tipo de certeza sobre cómo será nuestro futuro, si nos podremos graduar, si vamos a encontrar empleos dignos, si vamos a poder formar una familia. Nosotros no queremos vivir así, y por eso estamos luchando para contar con un mejor futuro”.
Según la Encuesta de calidad de vida ENCOVI, 740 mil jóvenes han abandonado el sistema educativo venezolano durante los dos últimos periodos académicos (2020-21 y 2021-22). Del grupo estudiantes con edades entre 18 y 24 años que en el periodo 2021-22 dejaron los estudios, un 22% lo hizo porque no los consideraba útil o importante y un 21% porque se vio obligado a trabajar.
Por su parte, la Encuesta Nacional sobre Juventud (ENJUVE) 2021 reportó que en ese año los principales problemas para los jóvenes venezolanos eran el desempleo (33%), educación de calidad (19,3%), y la violencia e inseguridad (14,5%). De acuerdo con este sondeo nacional, un 37% de los jóvenes venezolanos ni estudiaban ni trabajaban.
Unidad del nuevo liderazgo juvenil venezolano
Durante el último año en Venezuela se ha dado un proceso de renovación del liderazgo juvenil, tanto en los centros de estudio superior, como a lo interno de los principales partidos políticos de oposición democrática. Para este nuevo liderazgo juvenil, el trabajo unitario reviste un valor muy importante. En efecto, según el dirigente juvenil Palacios Herrera, “las nuevas dirigencias juveniles de los partidos políticos de oposición democrática hemos desarrollado entre nosotros lazos de trabajo y compañerismo y estamos en la búsqueda de construir una base unitaria mucho más fuerte y que tenga mayor un impacto en el país. Sabemos que esto no es fácil en estos momentos. Sin embargo, y a pesar de las diferencias que han surgido en los últimos meses, las juventudes políticas de los partidos de oposición nos mantenemos unidos y así seguiremos trabajando”.
Según Horesok, el nuevo Secretario General de la FCU-UCV, los movimientos estudiantiles del país se encuentran en igual situación: “Nosotros, en la Universidad Central de Venezuela, venimos de un proceso electoral que se dio en marzo del año pasado y mediante el cual se renovaron todas las estructuras de gobierno estudiantil. Como generación, creemos que para lograr los cambios que requiere el país es necesario que haya unidad. El mensaje que queremos transmitirle a Venezuela, y en especial a la juventud venezolana, es que hay esperanzas de cambio. Que el movimiento estudiantil, las juventudes políticas y las ONG juveniles, estamos dispuestos a trabajar juntos y, aunque sean tiempos convulsos, demostrar que somos capaces de ponernos de acuerdo y luchar para exigirle al poder político el respeto de nuestros derechos y las garantías correspondientes en los procesos electorales que están por venir”.
Incentivar la participación política de la juventud
Incentivar la participación política de la juventud venezolana no será una tarea fácil para esta nueva dirigencia. Según la Encuesta Nacional sobre Juventud (ENJUVE) 2021, la juventud venezolana está bastante desencantada y alejada de la política. Según este sondeo, un 29% de los jóvenes venezolanos manifiestan no tener “ningún” interés por la política; un 31% tiene “poco” interés por la política; un 27% tiene “algo” de interés por la política; y solo un 13% tiene “mucho” interés por la política.
Sin embargo, los dirigentes juveniles se muestran optimistas. Así lo afirma Sebastián Horesok: “Aunque la situación actual es muy difícil, pienso que estamos ante una ventana de oportunidad para lograr un cambio en el país. Las protestas de los gremios de los educadores han generado una atmosfera distinta en Venezuela. Esperamos que estas iniciativas que los jóvenes estamos comenzando a llevar a cabo, junto con los reclamos de los gremios, despierten en la sociedad venezolana esa llama de lucha que estuvo apagado en los últimos años, y que eso se traduzca en un cambio democrático para nuestro país”.
Transmitir esperanzas, señalar una dirección, mantener la unidad y resistir los violentos embates de un régimen autocrático que se caracteriza por no respetar los derechos humanos, son los retos que estos dirigentes juveniles tienen por delante para lograr que la gran mayoría de la juventud venezolana vuelva a comprometerse una vez más con la lucha por la democracia en Venezuela.