Rafael Gallegos: El triángulo de las “Trescubas”, y las democracias rosadas

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¿Recuerdan al Triangulo de las Bermudas?, aquel sector de forma triangular entre las islas Bermudas, Miami y Puerto Rico, que tenía fama de tragarse barcos y aviones que pasaran por allí. Pues en el Mar Caribe ha surgido otro Triángulo; pero político, que podemos denominar Triángulo de las “Trescubas”, delimitado por Cuba, Nicaragua y Venezuela, que no traga aviones ni barcos; pero parece una boa engullendo procesos democráticos.

De Cuba, ni hablar, sesenta y tres años de totalitarismo. Hoy se prepara para unas “elecciones” parlamentarias como siempre con candidatos únicos escogidos por el partido oficial. Y sacarán… el 99 % de los votos. Pura democracia.

En Nicaragua, el gobierno logró un triunfo espectacular en las presidenciales… luego de encarcelar a todos los candidatos de oposición. Cuarta presidencia consecutiva para el “popular” líder Daniel Ortega, el mismo que acaba de expatriar por traidores a la patria a más de doscientos nicaragüenses, incluyendo nada menos que al emblemático escritor Sergio Ramírez. Menos mal que Rubén Darío no está vivo…

Ortega, ¿El Pol Pot latinoamericano? Te pareces tanto a mí, le canta Tachito Somoza desde alguna paila del infierno.

Y en Venezuela, no le echo cuentos a usted que conoce tanta historia; pero la oposición intenta negociar con el gobierno elecciones libres, sin presos políticos y sin inhabilitados… derechos que no necesitarían negociación si fuéramos un país democrático. Parafraseando al Libertador, se negocia lo que debería estar decidido. Sin elecciones libres no hay país libre.

Por cierto, estos tres países triángulo muestran de los peores indicadores económicos de América Latina.

Se destiñe el rojo rojito

Por otra parte, América Latina ha asistido a triunfos de los candidatos rojos en las últimas elecciones. Sin embargo, la realidad ha desteñido hasta el rosado la praxis de estos gobiernos. Se podría decir que el mexicano AMLO es el nuevo mejor amigo de Biden. La primera visita que hizo el brasileño Lula al extranjero fue al presidente Biden. El chileno Boric ha criticado hasta la saciedad la política de derechos humanos de Nicolas Maduro. El ex guerrillero colombiano Petro – todavía en evaluación- le ha exigido al venezolano Maduro que encabece un proceso democrático limpio. El expresidente Pedro Castillo de Perú, apoyado por el Partido Comunista, fue sacado del gobierno al intentar un autogolpe, y su sustituta Dina Boluarte no ha podido tomar medidas “revolucionarias”, apurada como está en mantenerse en la presidencia. Y la presidente Xiomara Castro, apoyada por los comunistas hondureños, ni se siente, da la impresión que no le queda más remedio que seguir el rumbo democrático.

Argentina y Bolivia, no pasan de escuálidas carantoñas con el gobierno de Venezuela.

¿Qué ha sucedido? Muy simple. El fracaso de la “revolución bolivariana” ha sido tan monumental que los presidentes izquierdistas ni por casualidad hacen migas con el gobierno de Venezuela.

Además, como Maduro no dispone de los ingentes recursos petroleros que manejaba Chávez,… la “revolución” bolivariana pasó de moda. Nadie la visita, ni le ríe los chistes malos como otrora a Chávez. El amor y el interés se fueron al campo un día…

Las democracias rojas decoloradas (rosadas) han aislado al Triangulo de las “Trescubas”.

Pero no se puede pecar de ingenuidad. Los rusos, los chinos, algunos países árabes, y diversas organizaciones non sanctas, luchan por mantener su activa presencia en una Venezuela con grandes reservas mineras y de hidrocarburos, y muy cercana geográficamente a Estados Unidos. “Casa Tomada”, como el relato de Julio Cortázar.

El nuevo lenguaje de las revoluciones

Antes de la caída del Muro de Berlín, los revolucionarios luchaban por imponer el comunismo basados en expropiaciones, estatismo, repúblicas “populares”, antimperialismo, dictadura del proletariado, etc.

Al caer el muro, mudaron el lenguaje y ahora no hablan de comunismo. Utilizan muchas caretas:

– “Protagonismo del pueblo”: mediante leguleyismo que a la larga resulta en comunidades que reportan directamente al gobierno central.

– “Democracias directas”: eliminan sindicatos, polarizan la sociedad, dividiendo al país en amigos de la revolución y enemigos de la patria.

– Lista de culpables del hambre: sanciones, bloqueo, la oposición vende patria, o algún líder extranjero.

–   Posverdades: entramados de falsedades que intentan que la población crea que “estamos muy mal, pero vamos bien”.

Antes del muro y luego de Sao Paulo: el mismo musiú con distinto cachimbo: el autoritarismo forever.

Por su parte Estados Unidos, lucha por recuperar el Caribe, su área natural de influencia, que ha caído en manos de rivales mundiales. Desde el punto de vista de seguridad, petrolero, minero y comercial, USA requiere dominar el área.  Para ello fomenta la democracia en la zona. Hay que destacar que en décadas previas apoyó dictaduras en la zona por la misma razón: para evitar revoluciones comunistas. Es decir, en política no hay amigos sino intereses.

El destino

Nada está escrito. Las acciones de hoy determinan el futuro. En Latinoamérica, el chavismo, luego de defenestrar a Venezuela, no es modelo para nadie. Los siete millones de la diáspora son el mejor indicador de la disolución nacional. Los nuevos líderes izquierdistas latinoamericanos, rosados o más técnicamente con matices de socialdemocracia, parecen en general respetar la propiedad y el juego democrático.

El Triángulo de las “Trescubas”, ya no está de moda y muestra una situación social deplorable. ¿Hasta dónde se podrán sostener? Es difícil predecir, porque estos regímenes han demostrado saber navegar sobre la miseria de los pueblos.

En Venezuela, el socialismo es una horrible nostalgia. Tratan de avanzar hacia un capitalismo (salvaje), pero nadie quiere hacer inversiones serias. El Tesoro está escuálido, tanto que, si da un buen aumento de salarios y pensiones se dispara la hiperinflación. Estados Unidos, sabedor de esta situación insiste: Sanciones por Democracia.

La oposición tiene una oportunidad de oro para el 2024. ¿La aprovechará? Depende, la salida pasa por líderes de altura, Acuerdo Nacional y candidato unitario.

En nuestras manos está nuestro destino. Sin excusas.

Esta columna se publica en Noticiero Digital, Emisora Costa del Sol 93,1 FM, y Revista Petroleum

 

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