Una de las vainas difíciles de nuestro sistema de comunicación basado en idiomas y escrituras, es no poder hablar de algo sin tener que echar un cuento larguísimo de antecedentes, ese es el caso al cual enfrentamos con la figura de Jesús María Casal, un enorme desconocido para la gran mayoría del país, pero que está haciendo hoy una labor de la mayor importancia político estratégica de nuestros tiempos, así que empecemos con el cuento de a pa’ tras, diciendo que Venezuela vive desde hace más de 20 años la tortura de un gobierno dictatorial de enormes dimensiones, Chávez primero y luego el ridículo superbigote de Maduro se han encargado de darle continuidad a un robo masivo de los dineros públicos y a la fabricación de un entramado de bandas delictivas que incluye guerrilla, narcotráfico y bandoleros de barrio
Todo ciudadano de alguna forma sufre la locura de este gobierno, o bien por falta de dinero para la educación, o falta de dinero para la salud, o falta de recursos prácticamente para cualquier cosa. Los únicos que disfrutan de los beneficios de cercanía al gobierno son los llamados hoy enchufados que reciben contratos a cada rato, también alguna gente de real, que contribuye de alguna manera con el gobierno para dar la sensación de que en Venezuela las cosas van bien y se están arreglando.
En medio de este escenario han sucedido multitud de situaciones cuyo objetivo era cambiar a los gobernantes, manifestaciones de todo tipo, paros, huelgas y un gran etcétera lleno de sangre, forma la historia de un pueblo bravo tratando de salir de sus opresores, hoy se presenta un camino real para poder hacerlo de manera civilizada, a través de unas elecciones en las que el gobierno se mediría con sus opositores y el ganador sería el próximo presidente de Venezuela.
Este camino incluye tres pasos importantes: el primero es elegir un único candidato de la oposición quien sería el candidato unitario para disputar la presidencia de la república, el otro paso es el acuerdo de un gran pacto de gobernabilidad para poner a todas las fuerzas políticas de acuerdo y remando para el mismo lado de manera de que se pueda dar un gobierno de coalición con una gran participación de casi todas la fuerzas políticas y sociales, y el tercer paso por su puesto es ganar la presidencia de la república.
Así las cosas, dentro de este cuento aparece la figura de consenso de Jesús María Casal para que lidere el grupo que va a organizar todo lo necesario para elegir un único candidato de oposición, proceso que ha sido bautizado como “primarias”.
Casal es un abogado experto en derecho constitucional sin afiliación ni compromisos políticos, económicos o intelectuales con nadie, pareciera ser el tipo adecuado para las difíciles circunstancias que vive Venezuela. Prueba de ello son las recientes declaraciones, “no vamos a entregar la primaria a nadie, somos independientes del gobierno, CNE y cualquier partido” con esta sencilla declaración Casal manda largo al carajo a raimundo y todo el mundo y establece la autoridad de la organización que dirige para tomar las decisiones que se requieran para una buena y exitosa realización de las elecciones primarias
Las declaraciones de Casal, fueron respuesta a alguna sugerencia de Maria Corina Machado de que la gente de Primero Justicia estaría tratando de influenciar el proceso de las primarias, otra cosa interesante, por cierto, es como la oposición esta empujando un proceso de selección de su candidato, mientras que maduro esta sentado en confortable sillón de la reelección.
No es fácil entender como personas de buena calificación como Hector Rodriguez y Jorge Rodriguez estén ausentes e ignorados como posibles candidatos a la presidencia, estamos seguros que dentro del PSUV hay mucha gente haciendo la misma pregunta de si maduro es un emperador vitalicio o es la hora de empezar a medirse con la opinión de los miembros del partido y del pueblo venezolano. En cualquier caso, estamos seguros de que si se cumplen los pasos de selección del candidato unitario (las primarias) y se hace un buen pacto de gobernabilidad la victoria de la oposición en las elecciones del 2024 estaría asegurada.
Nuestra obligación como ciudadanos opositores es proteger las primarias y ayudar a la redacción del pacto de gobernabilidad. Para allá Vamos. Viva Venezuela
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