Innegable nuestro mundo y su realidad política está sometida a una dictadura. De mayor potencia militar y hegemónica que otras conocidas. Totalitaria, unicéntrica e implacable. Y al final: imperial. Y, por su inmaterialidad etérea, debe ser eterna, acuso al volátil y muy diversificado poder del 2.0.
Lo novedoso de esta modalidad del poder es que no maneja cosas. Sobre las cuales reaccionar y poder proponer estrategias ofensivas convencionales. Terrible, se trata de un ejército que nos ataca con un esquema armado de “las no cosas”.
Tengo fotos de familiares con más de cien años de vida. Las miro, observo sus contornos que lentamente se desvanecen.
¿Cómo y por qué sucede? Respuesta: ¡Elemental!
Se diluyen por cuanto el color lo produce el nitrato de plata. Que según, el filósofo Byung-Chul, “se sembró en el papel, creció y vivió. Cual materia, debe fenecer, atacada por la humedad, la luz etc”. Su fin, cuál materia, es morir. Me anuncia duelos. Pero, mientras exista nos hace soñar en la ilusión de la inmortalidad. Quienes vemos la foto, presentimos que su gesto e historia es producto de nuestras emociones.
Surgen contradicciones: el personaje de la foto por razones ideológicas tiene enemigos y lo desean desaparecer. Pero, la imagen es terca y para nosotros vivirá en nuestros afectos. Y ella puede hasta sugerir, la resurrección, ícono de un ser que existió. Ella es fiel imagen de una analogía. Nace de pigmentos de plata que emiten luz.
Surge la contradicción con respecto a las fotos de un nuevo mundo: el 2.0. Éste se estructura, digitalmente, con números, cifras, códigos. No es imagen, sino dato imperecedero. La trampa es que son datos, cifras, no necesitan respaldo de un original.
El sistema comunicacional vigente es totalmente “digital”. Su esencia es despreciar el objeto y proyectar datos, para confundir la realidad con la imagen que “falsifica” el paradigma 2.0.
O sea, que no es posible ver la realidad. Puesto que el 2.0 es engaño. Y todo cuanto se transmite por TV, prensa, radio es una combinación de cifras y códigos que manipula políticamente la opinión del mundo con sus datos. Hasta crear la “realidad” que solo existe en las mentes de los dueños de las cadenas de medios, que la imponen. Son “verdades” indiscutibles. Notable: ¿qué sabemos de la realidad de la guerra USA-Otan-UE-Ucrania vs Rusia. Realmente poco. Y, al ser manipulada, por datos 2.0, es igual a cero. Crimen perfecto, que Wiki no reseña y CNN niega.