Ángel Oropeza: Un retrato psicosocial de los venezolanos

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Una opinión es un juicio que una persona tiene o se forma sobre algo o sobre alguien. Al ser un juicio, es por concepto subjetivo, esto es, propio de la persona que lo posee, sin necesidad que tenga ella que demostrar su veracidad.  Por supuesto, las opiniones siempre son respetables y hay que atenderlas, pero el conocimiento científico no puede construirse a partir de opiniones sino de hechos. A diferencia de la opinión, los hechos son afirmaciones objetivas que, si quieren ser tales, deben ser demostrables y replicables.

Lo anterior viene a cuento porque sobre la psicología de los venezolanos se pueden opinar muchas cosas. Y hoy en día está muy de moda hacerlo. Pero ello es muy distinto a abordarla desde una perspectiva científica, identificar algunos de sus elementos constituyentes, medirlos y analizarlos, de modo que sobre esos hallazgos y su contrastación con otros se pueda construir un conocimiento progresivo, útil y confiable.

En esta última línea se inscribe el más reciente estudio llevado a cabo por la Escuela de Psicología de la Universidad Católica Andrés Bello, cuyos resultados fueron presentados al país este 1º de marzo, y que lleva por título “PsicoData Venezuela”.

PsicoData Venezuela es un estudio nacional cuyo objetivo es obtener y analizar un conjunto de aspectos y características psicosociales de la población venezolana, con especial énfasis en las dimensiones asociadas con el constructo psicológico de “vulnerabilidad psicosocial”.

Este énfasis en el tema de la vulnerabilidad psicosocial que tiene este primer estudio de PsicoData obedece a que tanto la literatura especializada como hallazgos recogidos en otros países han encontrado que ciertos entornos autoritarios y hostiles generan fundamentalmente daños en la dinámica psicológica y relacional de las poblaciones bajo su dominio, más allá del deterioro que provocan en los órdenes social, político y cultural de la población. Conceptos acuñados por diversos autores, como el de “vulnerabilidad psicosocial”, “sufrimiento ético-político”, “daño antropológico” y “trauma psicosocial” son expresión de la preocupación de la ciencia por este fenómeno. Adicionalmente, en años recientes ha habido una proliferación de investigaciones y hallazgos sobre los efectos psicológicos de las crisis continuadas sobre las personas, pero también sobre las herramientas actitudinales requeridas desde el punto de vista psicosocial para un eventual proceso de recuperación y reconstrucción nacional.

En este sentido se hacía necesario –dadas las características particulares y de cronicidad de la crisis venezolana- considerar y estudiar a fondo la variable específica de la vulnerabilidad psicosocial hoy de la población.  Cualquier radiografía o análisis de la situación venezolana, así como cualquier diseño de propuestas de acción e intervención ante la crisis, será incompleta sin incorporar esta crucial variable.

El estudio de la UCAB arroja resultados muy interesantes que por supuesto escapan al breve espacio de este artículo. Lo primero es que al adentrarse en el estudio de las características psicológicas de los venezolanos, el principal rasgo que sobresale es su complejidad y la presencia de elementos aparentemente contradictorios en su seno.

En el caso concreto de las dimensiones que conforman una condición de vulnerabilidad psicosocial, algunas de las encontradas, como muy baja confianza interpersonal, afecto negativo con respecto al país (que incluye sentimientos de rabia, preocupación y tristeza), lo económico como fuente de elevado estrés cotidiano, malestar psicológico y físico, duelo por la pérdida de familiares y amigos cercanos, y dificultades de identificación y expresión de emociones, constituyen factores que contribuyen a ella.

Al mismo tiempo, factores como percepción de bienestar subjetivo, satisfacción personal con la propia vida, sentido de control personal, apoyo social familiar, afrontamiento religioso, deseos de participación en actividades sociales y políticas, habilidades cognitivas y bajos niveles de inadecuación social, funcionan como escudos psicológicos de defensa ante una mayor vulnerabilidad.

La primacía de unos u otros factores va a depender del tipo de reforzamiento que reciban tanto los elementos psicológicos que pudieran apuntar al desarrollo de defensas ante el riesgo de una mayor vulnerabilidad, como los que, de continuar siendo estimulados y no combatidos, contribuyan a que ésta última se acreciente.

Pero el refuerzo de antídotos de naturaleza psicológica ante la vulnerabilidad, para ser realmente efectivos, tienen que estar acompañados necesariamente de otros incentivos de índole externa, ya propios del ámbito de las políticas públicas y de la organización política y social del país.

De hecho, es la adecuada combinación de factores de carácter psicosocial con elementos de tipo estructural e institucional lo que puede conformar auténticas fortalezas de defensa contra la vulnerabilidad psicosocial, y sus consustanciales consecuencias psicológicas en la población.

PsicoData Venezuela es una herramienta necesaria y útil para, a partir de sus hallazgos y de otros factores de naturaleza psicosocial que se aíslen e identifiquen en ediciones posteriores, brindar información confiable no solo para entender mejor la realidad psicosocial de los venezolanos, sino además para crear y mejorar programas de intervención, con base en la sistematización del efecto país en la salud mental de la población venezolana.

@angeloropeza182

 

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