Hablar de la posibilidad de que una mujer gobierne por primera vez en Venezuela suena como algo inalcanzable, en un país machista con raigambre de padrotes amaestrados en demoler todo lo que huela a matriarcados.
Si además, esa eventual mujer gobernante viene con el sello indeleble de “dama de hierro”, similar al de la irreductible ex primera ministra Margaret Hilda Thatcher, quien con mano dura gobernara 11 años, al exigente pueblo británico (1979-1990), la idea resulta aún más extemporánea.
¿Cómo encarar el intrincado laberinto politiquero venezolano de estos tiempos, enfrentar los poderes fácticos de un régimen autoritario, obsesivo y represivo, para buscar una salida deseable a la grave crisis del país.?. Es una situación muy compleja que deja las respuestas al aire, o tal vez, en manos del hábil oportunismo, el liderazgo providencial, o simplemente, al desconcierto.
Pero como en el arte de la política y en su amplio radio de acción de resultados, todo es posible, los estudiosos del candente tema, siempre recomiendan estar atentos a su infinidad de opciones. “Huelgan las experiencias en ese contexto, tanto en el continente como en el mundo, y Venezuela no será la excepción”, acotan los analistas.
No es casual, que ante ese clima de incertidumbre, una mujer con mucho “magnetismo, irreductible, y un férreo epicentro”, como María Corina Machado, repunte en las preferencias del electorado venezolano, como lo confirman los primeros sondeos de opinión- Y aunque aún es muy temprano para adelantar conjeturas, destacados analistas políticos como Alfonso Moleiro, la asoman como la dama de hierro venezolana. “Es la oportunidad de María Corina Machado, la dama de hierro de la oposición venezolana”, ha señalado Moleiro en reciente artículo publicado en el prestigioso periódico, El País de España.
Endosa a su favor el talentoso analista político, la férrea intransigencia antichavista que ha mantenido la aguerrida dirigente de Vente Venezuela, y adiciona “el coletazo”, de la desbandada oposicionista, tras el fin del llamado gobierno interino, el pasado mes de diciembre de 2022.
En otros ámbitos políticos, se privilegia su fuerte carácter para negociar sin ceder posiciones, la convicción de que se le agotó el tiempo a la fracasada dictadura chavista y “sería nefasto que siguiera en el poder”, y su visión, de que ya es hora, que una mujer asuma por vez primera, las riendas del poder en Venezuela. Su discurso coherente en el tiempo, ha ganado muchas simpatías, dentro y fuera de Venezuela.
Archivos de prensa, revelan que ya suman trece, las mujeres que han sido electas, o bien, asumido la presidencia de sus respectivos países en Latinoamérica, a lo largo de la historia continental. La primera en ejercer ese cargo, no solamente en Latinoamérica, sino en el mundo, se acota en la documentación, fue María Estela Martínez de Perón (1974-1976), quien sucedió en el poder a su esposo Juan Domingo Perón, tras su fallecimiento. La más reciente en asumirlo, es Dina Boluarte, quien juró el 8 de diciembre del 2022 ante el parlamento peruano, para suceder al destituido presidente electo, Pedro Castillo.
También aparecen en la lista, Xiomara Castro (Honduras 2022), Violeta Barrios de Chamorro, (Nicaragua-1990-1997), Mireya Moscoso, primera presidenta de Panamá (1999-2004), Laura Chinchilla, primera presidenta de Costa Rica ( 2010-2014) y Michelle Bachelet, primera presidenta chilena, electa en dos oportunidades, (2006-2010 y 2014-2018).
Destacan en ese rango, la nominaciones de Cristina Fernández de Kirchner, primera mujer electa en Argentina, investida en dos oportunidades (2007-2011- 2011-2015), Dilma Rouseff, primera mandataria de Brasil (entre 2011 y 20016), Rosalía Arteaga, primera presidenta y vicepresidenta de Ecuador, aunque tan solo por dos días.
Finalmente figuran en ese el periplo, las bolivianas Lidia Gueiler Tejada, (1979-1980), Jeanine Añez (2019-20209), y Ertha Pascal-Trouillot, (1990-1991, primera mujer presidenta de Haití.
Han transcurrido 188 años (1835), desde que José María Vargas, ejerciera la primera presidencia del país, aguadando por el ejercicio del poder de la mujer en Venezuela.
“200 años después de Carabobo, la República sigue siendo una asignatura pendiente. En nuestra historia de avances y retrocesos, lo más difícil ha sido construir una institucionalidad funcional para todos”, ha valorado por su parte, el político e historiador, Ramón Guillermo Aveledo.
¿Será que tendremos que a acudir a una segunda “Batalla de Carabobo?, ¿O finalmente, valorar la dignidad, garra y coraje de una “Dama de Hierro”, made in Venezuela, al estilo de Margaret Thatcher, para superar la barbarie de la violencia, calmar la jauría politiquera, y lograr una Venezuela donde quepamos todos?. Un dilema a encarar y a resolver con “mano dura”.
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