Leandro Rodríguez Linárez: ¡Ridículamente Electoreros!

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Un proceso electoral democrático debe celebrarse ceñido a la ley, a preceptos que permitan participación y transparencia a lo largo de todo el proceso, desde las postulaciones hasta el ejercicio del poder. Debe garantizar sea interpretada y respetada fidedignamente la voluntad de los votantes… Venezuela es lo opuesto a todo esto, la antidemocracia. El chavismo ha diseñado su sistema electoral a la cubana, imponiendo partidos, sus directivas, candidatos, votantes y resultados, Smartmatic solo corroboró lo que ya todos sabíamos.

Por ejemplo, Manuel Rosales, quien se fugó de Venezuela tras ser acusado por el chavismo de corrupción, de la noche a la mañana le fue permitido el reingreso al país, suponemos, con la condición de que participara en las simulaciones electoreras. Fue premiado con el cascarón de la gobernación del Zulia y con un rector CNE. Hoy, obediente a los fines del chavismo, llama a votar “como sea”, no importan las condiciones, solo hay que votar. Lo propio ocurre con Falcón, Bertucci y Fermín, siempre ofrecen sus nombres y respectivas organizaciones sin exigir condiciones, al final, más allá de comentarios histriónicos, no objetan procedimientos ni resultados.

Capriles es otro ejemplo deplorable, derrotado 2 veces por el chavismo (amén de todo el inconstitucional ventajismo y uso de recursos públicos en las campañas Chávez 2012 y Maduro 2013 confesado por Giordani), no hizo nada para reclamar “sus triunfos” más allá de llamar a “golpear ollas”. En 2016 enfrío la calle en uno de los momentos más álgidos para el chavismo “La Toma de Miraflores”. Permanece inhabilitado hasta 2032, sorpresivamente es postulado como candidato a las primarias, si antes no tuvo agallas ¿Qué puede hacer hoy si las instituciones públicas están más psuvizadas que nunca? Es una oda burlista a los venezolanos.

“Er Conde del Guácharo”, Benjamín Rausseo, conocido como comediante y pequeño empresario, cuyo humor muchas veces agredía al régimen y sus arbitrariedades. Ahora, aparece retratado junto a emblemáticas figuras del chavismo, siendo alabado por Diosdado Cabello, exhibiendo títulos académicos y un emporio empresarial dentro y fuera del país. En lo particular, opinamos es muy sospechoso, además, su discurso no pasa de un ABC político, dista enormemente de la realidad nacional, al igual que el de Eduardo Fernández y César Pérez Vivas, parece se quedaron enfrascados en la “cuarta república” y creen el enemigo son los bebés de pecho de los adecos o copeyanos de otrora, bebés de pecho en comparación al castrismo que ha ensombrecido al máximo posible al país en lo transitado del Siglo XXI.

¿Qué decir de Guaidó? Hace 3 años recibió el interinato con el apoyo popular más alto de nuestra historia (cercano al 80%), con el respaldo de las democracias y bloques de países más importantes del mundo, con un abanico variopinto de posibilidades a su entera disposición, con un chavismo moribundo, agobiado por su propia corrupción y desidia. En 2023 nos dejó un régimen tan fortalecido que ni depende del petróleo. Seguramente, se acordarán de este articulista, el régimen se ha guardado el caso Monómeros para usufructuarse en el momento preciso, para inhabilitar a Guaidó, así como a los integrantes de su nefasto interinato. Serán las únicas inhabilitaciones que poco lamentarán los venezolanos. El caso es que tiene el tupé de presentarse como candidato presidencial ¡Ridículo!

A parte, son innumerables las denuncias de organizaciones y especialistas que abordan el tema electoral venezolano. Advierten que más del 60% del registro electoral es inauditable pues los inscritos no presentan direcciones ni otros datos esenciales. Más del 10% del padrón electoral esta fuera del país sin posibilidades de votar, sin mencionar que las autoridades rectorales nacionales del CNE (y todo ese andamiaje nacional) son descaradamente chavistas, además de todas las instituciones que deberían ser del Estado. Lo propio ocurre con los Registros Saime, es otra calamidad de la que muy poco se habla.

Por estas razones y muchas más, nos topamos con la respuesta a una de las preguntas más recurridas de los últimos tiempos ¿Por qué el chavismo se desvive por lo electoral si es el gobierno más repudiado de nuestra historia? Todas estas peculiaridades le permiten jamás perder, incluso cuando se ve obligado a entregar como con la AN 2015 y Barinas 2022, pues la desinstitucionalidad roja opera de una manera tal que le permite suplir y anular el espacio cedido.

Otra gran pregunta ¿Vamos a continuar con estos remedos de elecciones entre secuaces o finalmente cambiaremos de ideólogos y estrategias? El régimen y sus cómplices tienen 24 años haciendo creer necesitamos candidatos ¡NO LOS NECESITAMOS! Venezuela requiere es una oposición REAL que se oponga, que saque al país de la zona de confort del chavismo de diálogos furtivos y elecciones psuvizadas.

@leandrotango

 

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