Omar González: El descaro oficial

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La ministra de educación –así con minúsculas– tuvo la desfachatez de pedirle a los docentes que se amarren los cinturones, que obvien lo material y tengan consciencia, cuando la inconsciente es ella y todo lo que ella representa.

Miraflores condena al hambre a los profesionales de la educación, y hace lo mismo con los médicos, personal de enfermería, militares, policías, funcionarios y pare usted de contar, mientras ellos se dan la gran vida con el dinero de todos los venezolanos.

Siempre se ha dicho que en el país hay venezolanos de primera y otros que son de cuarta o de quinta. Y, lastimosamente, eso es una gran verdad.

Los “bolichicos”, esos que tienen Ferraris, yates, mansiones y pueden ir a los restaurantes más costosos del país, son parte de eso que en las redes sociales llaman la “Venezuela premium”, y por el otro lado están el 90% o más de nuestra gente que no tiene para llegar a fin de mes, que sufre para llevar el pan a la mesa y que hace malabares para que sus hijos no se mueran de hambre.
El descaro del sistema es tal que mientras los enchufados siguen chupándose a Pdvsa, o lo que queda de ella, mientras hacen su agosto en las minas de Guayana, mientras raspan a las empresas estatales, los docentes no tienen como pagar un autobús, los médicos se van por millares del país en búsqueda de respeto y calidad de vida, los jóvenes abandonan las aulas de clases y el país entero se cae a pedazos.

Los “bolichicos” son tan inmortales que mientras la nación se desmorona social y económicamente, ellos están preocupados por  hacer pistas para esquiar, canchas de Polo a caballo, despojar a los propietarios del Complejo Turístico El Morro, en Lechería, de sus parques, áreas verdes y campos publicos para levantar allí un exclusivo club, para el cual ya están vendiendo acciones por la suma de 30 mil dólares de inicial. ¿Qué tal?

Sin duda, cuando los socialistas hablan de acabar con la pobreza se refieren unica y exclusivamente de su pobreza y no a la del común de los ciudadanos.

Los socialistas quieren que los pobres sigan siendo pobres para que continúen dependiendo del “papá Estado”, es por ello que ellos siempre apuestan a la sumisión de los pueblos.

El socialismo es el modelo político-económico que más pobres crea, pues según su filosofía hay que igualar a la sociedad, pero la igualan hacia abajo nunca hacia arriba, ellos detestan que los trabajadores se vuelvan clase media, pues esta seguridad económica los hace más independientes para decidir, actuar y votar. Y esto los atemoriza en demasiado.

Los socialistas quieren a la gente con hambre, desesperanzada, los quieren apaciguados, adormecidos y esperando las migajas que el Estado les envía a través de políticas clientelares, populistas y efectistas. En pocas palabras el socialismo es un gran engaño, una gran estafa y es un modelo que solo sabe crear pobres y hambre.

El descaro de esta gente no tiene límites, pues mientras ellos engordan y la gente de a pie se enflaquece, ellos tercamente siguen achacándole todos los males que padecen a terceros, es decir: Imperio, escuálidos, a la guerra económica, a las sanciones, y a todo el mundo, pero ellos jamás tiene responsabilidad de nada.

Además de descarados son irresponsables, y unos fracasados que ostentosamente se vanaglorian de sus miserias humanas y dicen que son logros de un socialismo que fracasó, fracasa y siempre fracasará en todo aquel lugar que se implemente. Así de simple.

Por ende, por ser unos descarados se deben sacar del poder y darle un gran reinicio a Venezuela.

Sin más que agregar, nos leemos la próxima semana.

 

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