Enrique Meléndez: Un atajaperros entre mafias

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Estamos en presencia de lo que en la China de Mao Zedong se conocía como las “revoluciones culturales”; que de cultural lo que tenían era su calificativo; pues de lo que se trataba era de purgas, sobre todo, de purgas stalinistas; ya que el primero que las puso en práctica fue José Stalin en la antigua URSS, sobre todo, y quien perseguía, encarnizadamente, a sus enemigos, como lo demostró en el caso de Trotsky que, incluso, lo mandó a asesinar en su exilio de México, a donde fue a dar, luego de desatarse una persecución en contra suya; cuando no, los enviaba a campos de concentración, y esto por la más mínima sospecha de ser traidores a la revolución; que es el caso que estamos viendo con Tarek el Aissami; quien ha caído en la desgracia, y con él su entorno: Hugbel Roa Caruci, quien junto con Hugo Cabezas formaron parte del trío de dirigentes de la ultraizquierda en la Universidad de los Andes; que enfrentó a Nixon Moreno, y quien les ganó la Federación de Centros Universitarios; Joselit Ramírez, superintendente de Criptomoneda; los jueces Cristóbal Cornieles, José Macsimino Márquez García; el alcalde de Las Tejerías, Pedro Hernández; el llamado “zar de la construcción de Las Mercedes”, Heriberto Perdomo, en cuya casa le encontraron 36 millones de dólares en efectivo, destinados a la compra de jueces y funcionarios judiciales; además de otra centena de funcionarios; mientras corría la especie de que el propio el Aissami estaba desaparecido, aun cuando a última hora el tercio apareció, y para poner su renuncia a la titularidad del ministerio del Petróleo, a los fines de, supuestamente, facilitar la investigación, por la que se le acusa, y es por la desaparición de 3 mil millones de dólares, aunque hay un abogado de nombre Alejandro Terán Martínez, quien señala que se maneja la cifra de cinco mil millones de dólares en unas declaraciones, que ofreció a Ultimas Noticias, procedentes de una venta de petróleo y coque, que se llevó a cabo en el mercado negro petrolero y con los que, supuestamente, contaba Nicolás Maduro para sus gastos de la campaña; de modo que al llegar a la recta final de ese evento electoral, pautado para 2024, lanzarlos a la calle vía bonos y aumentos salariales, y entonces crear esa sensación de bienestar, que tuvimos hasta agosto del año pasado.

Lo que llama la atención en este caso es que ya esto se conocía desde hace unos meses atrás, a raíz de la salida de Asdrúbal Chávez de la presidencia de Pdvsa, y la entrada del coronel Pedro Tellechea, en sustitución de éste en dicho cargo, y quien llega poniendo preso a un par de funcionarios; de modo que por aquí se ve claro, que de lo que se trata es de un ajuste de cuentas, a propósito de la vinculación de el Aissami a este caso; lo que se conoce como una guerra de mafias, bajo la excusa de que el Aissami traicionó la revolución; que el Aissami venía negociando la conmutación de la pena, que pesa en los EEUU contra su persona, por la que se ofrece diez millones de dólares, a cambio de convertirse en informante de los servicios de seguridad de dicho país; que es la especie que se maneja puertas adentro del PSUV, y por lo que se dice que Diosdado Cabello anda furioso; aun cuando puertas afuera lo que se habla es que por solicitud de Cilia Flores; que no quiere ver más a ese hombre en el entorno de su marido, en una reunión con un funcionario de EEUU, y donde fue representada por Delcy Eloina, se acordó entregar a el Aissami, a cambio de la liberación de Alex Saab, “El Diplomático”, y con lo que damos de nuevo con la política de las purgas maoístas o las revoluciones culturales chinas, y las que, por lo general, las encabezaban las mujeres de Mao Zedong; así fueron cayendo figuras de su entorno más cercano. Incluso, hace poco presenciamos por los espacios informativos de la televisión las imágenes de la defenestración de uno de los antiguos jefes del Partido Comunista Chino, cuando fue sacado de un pleno de dicha organización, encabezado por Xi Jimping y al que el pobre anciano le pedía clemencia, mientras era conducido por dos guardias.

A ese respecto, lo que se dice es que hay una componenda entre Diosdado Cabello y los hermanos Delcy Eloina y Jorge Rodríguez, para arrebatarle Pdvsa a el Aissami; donde, al parecer, éste reinaba como el chico del antiguo Oeste Americano, armado con un par de pistolas; que en este caso era la absoluta confianza, que le había otorgado Maduro, para que se apoderara de todo el mundo petrolero, dicho en dos palabras, y al que penetró con ramificaciones en toda la estructura de poder, como se observa con el variopinto de figuras, que han venido cayendo, donde hay jueces, abogados, alcaldes, empresarios y hasta un diputado; por supuesto, una purga muy llena de oscuridades, pues ese abogado Terán Martínez, que citamos anteriormente, y que en las declaraciones aparece como experto petrolero y consultor de la empresa ICM – Proyectos 2021, que le presta servicios a Pdvsa, hace poco fue denunciado de haber participado en el despojo de unas acciones, pertenecientes a uno de los socios de dicha empresa; residenciado desde hace años en los EEUU, a quien el otro socio le falsificó la firma, autenticando su supuesta presencia en una asamblea de accionistas, y para lo cual, por cierto, compró al citado juez José Macsimino Márquez García, a los fines de avalar dicho despojo; que fue demandado ante los tribunales competentes; de modo que si le damos crédito a la denuncia, que entonces circuló en torno a la actuación de este abogado, observamos que se trata de una guerra entre ellos mismos; pero, además, que en esta gente opera la política de utilizar a las personas, de acuerdo a las circunstancias; lo que conocía Hugo Chávez, dentro de su lenguaje muy coloquial, la política del condón: se usa y se desecha. De hecho, entre los caídos hay gente que arrastra hasta penas morales; que han venido a aflorar entre los comentarios, que se hacen por las redes sociales sobre cada uno, y donde se comprueba que el arcano de la Justicia sí ve.

 

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