Soy parte de una generación de venezolanos que creció en un país donde las libertades individuales eran respetadas. Esto dejó de ser una realidad con la llegada al poder de eso que los sociólogos han llamado el chavismo-madurismo, un ventenio donde la corrupción ha alcanzado niveles jamás imaginados, ni por ese manso e inocente pueblo que creyó en aquel encantador de serpientes llamado Hugo Chávez Frías, ni tampoco, estoy seguro de ello, por los escritores de novelas de ficción.
Hoy decidimos dar cabida en nuestras ediciones de Los papeles del CREM, a escritos que son parte de la discusión de las ideas, unas para hacerlas nuestras y otras para rechazarlas en ese necesario e inexorable proceso de la reconstrucción, que llegará más temprano que tarde de lo que será la nueva Venezuela, a un artículo escrito por Rafael Ramírez Carreño, y aparecido en las páginas de opinión del diario El regional del Zulia en su edición digital del día 22 de marzo pasado. Ramírez ocupó la presidencia de la empresa Petróleos de Venezuela por 10 años, desde el 2004 hasta el 2014, además de ministro de Petróleo, canciller de la República y creador de una organización regional liderada por Venezuela con los países del Caribe, Centroamérica y Sudamérica, conocida como “Petrocaribe”, matriz de inmensa fuente de corrupción multinacional y socio institucional de los saqueadores del erario de Venezuela.
Muchos venezolanos consideramos a Rafael Ramírez, a la par de Hugo Chávez Frías, como responsables del derrumbe de la que fue por muchos años la segunda empresa petrolera más rentable del mundo. La percepción popular cree que Ramírez no ha sido honesto en el manejo de los recursos públicos. Mi formación de jurista no me permite catalogarlo a priori de ladrón o de cómplice de los delitos, varios de ellos de lesa humanidad, de los cuales sus socios políticos son acusados. Antes de que sea así declarado por un tribunal real de administración de justicia, evidentemente no por los componentes de eso que graciosamente llaman el poder judicial de Venezuela.
A Rafael Ramirez lo asocian, entre otros hechos de corrupción a los supuestos delitos de los cuales se acusa a su primo en primer grado Diego Salazar, (a) el primo Diego responsable de los seguros de Petróleos de Venezuela y de sus empresas filiales, quien tenía la responsabilidad, en su condición de agente asegurador, y que una corporación del nivel de Petróleos de Venezuela estuviese, absolutamente siempre cubierta y al 100 % de los riesgos relativos a sus actividades industriales y laborales. Un voraz incendio se desató en la refinería de Amuay el 25 de agosto del año 2012. Las pérdidas no fueron cubiertas por ninguna empresa aseguradora, ya que simplemente Petróleos de Venezuela y sus filiales, a la que Ramírez denominó la Pdvsa Roja Rojita, no tenía una póliza vigente de riesgos. La razón es muy simple: (a) el primo Diego simplemente no pagó y se embolsillo el dinero correspondiente a las primas que justamente la Lloyd ‘s de Londres exigia.
El costo de esta catástrofe, y según el Centro de Orientación en Energía y de su informe de investigación sobre la explosión e incendio ocurrido en la refinería de Amuay el 25 de agosto de 2012, estimaron el costo total estimado por los daños en 1 millardo 835 millones de dólares. Sin incluir las negativas consecuencias colaterales para sus trabajadores en particular y para la nación venezolana en general.
Veamos ahora otro aspecto que en su escrito tampoco aborda. Me refiero al blanqueo de los dineros robados que desde el inicio de los años 2000, han venido desapareciendo de las arcas de Pdvsa. Una información emanada de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), agencia española, que entre otras funciones tiene la del control de las transferencias bancarias, manifestó su perplejidad en cuanto a los montos de las transferencias electrónicas efectuadas entre los años 2006 al 2012 hacia el banco “Banca Privada de Andorra” por el señor Diego Salazar, (a) el primo Diego, las cuales sumaron en ese periodo y solo en ese banco cerca unos 1.350 millones entre dólares americanos y euros. “Esas cantidades tendrían presuntamente un origen delictivo, ya que procedían de actos de corrupción, principalmente del erario público del Estado venezolano, en los cuales creemos que participaron funcionarios del mismo país” (evidentemente se refiere a Pdvsa), declaró el director de esta agencia dependiente del ministerio de Hacienda y Función Pública de España-.
Según competentes profesionales de la psicología, los venezolanos somos de memoria corta, por lo que con pesar recuerdo que esa catástrofe causó 55 muertos y 156 heridos, siendo la industria petrolera venezolana dirigida por Hugo Chávez como presidente de la república y por el ingeniero Ramírez Carreño como presidente de Petróleos de Venezuela, a quien apodaban el zar del petróleo. Es el mismo que firma el artículo en que ataca a su ex compañero de andanzas delincuenciales Nicolás Maduro. O sea que no obstante lo que se desee aparentar, Ramírez, ex presidente de Pdvsa y ex ministro del petróleo de Chávez y ministro de petróleo, ex canciller y ex embajador ante la ONU de Maduro, siempre es y ha sido el mismo. En el artículo que publica Ramírez se presenta, como diríamos en Maracaibo, como “una mansa paloma”. Si, efectivamente, parece se tratase de una broma, cuando Ramírez acusa a Maduro de peculado (sic).
Como dato curioso Rafael Ramírez es primo hermano de dos presidiarios, de Illich Ramírez (a) El Chacal, quien cumple condena perpetua en la cárcel de Fleury-Mérogis, a las afueras de París, por ser un asesino confeso en actos de terrorismo, mientras otro primo hermano, siempre de este mago de las finanzas aparentemente robadas, es el antes citado Diego Salazar (a) el primo Diego, también detrás de la rejas. Las razones para que este par de primos hermanos estén en la cárcel son diferentes, El Chacal por ser un pluri-asesino, mientras que Diego Salazar (a) el primo Diego está acusado de corrupción agravada y robo de los dineros del pueblo venezolano. No tengo de otra que constatar esta realidad, no obstante que los tribunales de justicia en Venezuela sean manejados como le convenga a la cúpula de Miraflores.
Igualmente creo importante en esta nota de respuesta al autor del artículo por él titulado “Maduro es el principal responsable “resaltar que Ramírez no hace mención a las varias acusaciones por parte de sus ex colegas en los gobiernos de Chávez y de Maduro:
“El Gobierno de Venezuela acusó el martes 22 de agosto de 2022 al exministro de Petróleo Rafael Ramírez de haber robado 4.850 millones de dólares a través de una línea de crédito fraudulenta por la que la estatal Pdvsa hizo 28 pagos a dos fondos en el exterior sin haber recibido nunca préstamo alguno”. El Aissami aseguró que Ramírez firmó un contrato de financiamiento con la Administradora Atlantic, grupo financiero español relacionado con el ex presidente del gobierno español José Luis Rodriguez Zapatero (2004 – 2011) en el primer trimestre de 2012, cuando aún lideraba la cartera energética y presidía Pdvsa, bajo las órdenes del presidente Hugo Chávez (1999-2013)
El también hoy ex ministro de Petróleo, Tareck el Aissami, quien sustituyó al general Manuel Quevedo como ministro del de Petróleos, está acusado por otros miembros de la banda de hacer exactamente lo mismo, pero en esta oportunidad, según un cierto Herman Escarrá, la cifra robada es de 23 mil millones de dólares. Aquí no queda de otra que utilizar la frase atribuida a Platón “el alumno superó al maestro” después que Aristoteles le corrigió un texto a Platón su maestro.
Obviamente en su artículo Rafael Ramírez, máximo exponente de la actividad petrolera en Venezuela por más de 13 años, tampoco menciona que durante su administración, que para muchos venezolanos la consideramos como un acto de traición a la patria, al comprometer, entre muchos otros actos, el futuro de la nación, adquiriendo deuda en momentos en que aún se producían más de 2.5 millones de barriles de crudo por día y el precio estaba sobre los 60 $ por barril. Además de tener aún la capacidad refinadora íntegra que había dejado Petróleos de Venezuela por el heredada. Esta decisión de adquirir más deuda sin necesidad, para muchos economistas fue motivada por aquello que llaman coloquialmente razones inconfesables.
Hoy la empresa de petróleo de Venezuela arrastra una deuda superior a los 90 mil millones de dólares, Al finalizar la administración de Caldera la deuda externa total, pública y privada era de 35 mil millones de dólares, correspondiendo solo 5.000 millones de dólares a Pdvsa. Hoy en marzo de 2023, se calcula que la deuda externa total de la nación, solo del sector público, asciende a más de 162 mil millones de dólares, monto que es 2,3 veces mayor que nuestro PIB, en una nación que pasó de 32 millones de habitantes en el inicio de la era del chavismo a los actuales 24 millones. Recuerdo que las autoridades monetarias de Venezuela (BCV) no dan cifras de ningún sector de la economía desde hace varios años.
El precio del barril de crudo, para esa década se mantuvo estable en torno a los 60 dólares. Tomando como ejemplo el mes de diciembre del año 2005 y a comienzos de mes, los precios del barril se situaron entre los 59 $ en Nueva York y los 57 $ en el mercado de Londres. Tanto el circulante como las reservas, sólidas estas, no justificaban estos endeudamientos, al menos que, como lo estamos presenciando en estos días, la intención no era el desarrollo del país, sino los otros fines, los mismos que hoy ocupan las primeras páginas de la prensa: El latrocinio.
Tomo como un ejemplo de estas erradas políticas de endeudamiento, el contrato suscrito entre la República de Venezuela con la República Popular de China, que consiste en un crédito de 40 mil millones de dólares que en teoría sería de base para el definitivo despegue del sector industrial de Venezuela. El Fondo para el Desarrollo Nacional, Fonden fue el organismo receptor y coordinador de estos fondos que a la postre se convirtió en la caja chica de Chávez, teniendo como administrador a su enfermera, la señora Claudia Díaz Guillen, hoy presidiaria en una cárcel de los Estados Unidos de América.
Por otra parte, como consecuencia del robo, tanto durante la administración de Rafael Ramírez, como las posteriores de Eulogio del Pino, del general Rafael Quevedo y hasta ahora la de Tarek El Aissami, es relevante tratar de conocer, uno de los tantos métodos o sistemas que las mentes malignas logran descubrir para blanquear centenares de millardos de dólares pertenecientes a la nación venezolana, cuales recorren el mundo financiero tratando de despistar el brazo de la justicia internacional. Considero de gran importancia, pensando no solo en el presente, sino también en el futuro, la situación de extrema necesidad en que actualmente vive la otrora rica Venezuela. Lo que ha ocurrido en estos últimos veinte años en Venezuela necesariamente deberá ser objeto de profundos análisis y estudios con el fin de prevenir en el mundo que situaciones como esta ocurrida en nuestra amada patria, no se repitan nunca más.
Así, los investigadores han podido constatar que el banco privado helvético Julius Baer de Zurich, así como la Banca Privada de Andorra, son unos de los varios institutos bancarios que las organizaciones criminales venezolanas y sus socios internacionales utilizan para el blanqueo de esos capitales. El gerente de uno de estos bancos utilizados para estos fines decía al diario El País de España, que los delincuentes venezolanos copian al pie de la letra las recetas que amablemente el estamento político criminal ruso les ofrece. Apreciados y pacientes lectores concluyo este trabajo con lo afirmado por un alto jefe policial del Principado de Andorra: Los rusos hablan de 100 millones de euros, los venezolanos de mil millones de dólares. Creemos que tiene que haber un Estado detrás ¿Verdad?
Bueno si, le podríamos responder a este investigador así: se trata de un Estado bajo secuestro desde hace 23 años por una mega banda criminal transnacional conformada por criminales venezolanos, rusos, árabes del Hezbollah, cubanos y colombianos productores de cocaína entre otros exponentes de la internacional del crimen. Nada sencillo de afrontar. Y sobre esto el ingeniero Ramírez tampoco escribe.
Anfi del Mar el 26 de marzo del año 2023