Crisanto Gregorio León: El crimen organizado y el suicidio de un inocente

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Lo más grave que hay frente a la corrupción y lo digo con profundo dolor es que no hay sanción colectiva, porque hay ladrones, que todo el mundo sabe que son ladrones, que todo el mundo los marca con el dedo y los reciben muy bien y los aplauden, porque tienen dinero o porque tienen poder. Dr. Rafael Caldera.

Me preguntan los lectores y mis alumnos, a cuál bando pertenecen el coronel psicópata, sus monos voladores y “cinco para las doce”. Y les respondo: ellos pertenecen al bando de los bandoleros. En todas las aristas de la política, de un bando o del otro, así como hay gente correcta y honesta, también hay criminales y corruptos, infiltrados de una acera y de la otra, con buenos y sanos propósitos, pero además los hay con insanias y perversiones. Los malvados y ladrones, aprovechándose de las ventajas que le puedan sacar ilícitamente a cualquier rendija de corrupción que hagan o que se les presente, valiéndose de relaciones delictivas en uno y otro puente, se mantienen enmascarados ayudados, solapados por muy malos ciudadanos de distintos colores.

El coronel psicópata y sus monos voladores entre los que cuenta “cinco para las doce”, no son cualquier grupo de maleantes, sino que constituyen una “organización criminal”, porque tienen los vínculos necesarios para evitar ser perseguidos, que es una de las características que los identifica. Aunque el coronel psicópata lidera una región en la que despliega tentacularmente su operación delictiva, las acciones de esta organización del mal no se limitan a esa sola circunscripción territorial, sino que están diseminadas y presentes en toda la nación. Por lo que el crimen organizado que encabeza el coronel psicópata es solo una sección de mayor extensión geográfica, y que cuenta con protección y complicidad jerárquica que es otro dato distintivo de esta estructura fuera de la ley.

La cartera de negocios. Actividades ilícitas de lucro. En igual sentido esta organización criminal cuenta con universalidad la cual se contrae a que tienen igual giro delictivo, los negocios y demás asuntos al margen de la ley son de la misma naturaleza, los diversos frentes que tienen donde despliegan sus actos contrarios al ordenamiento jurídico, se dedican a las fechorías que les permite la corporación en razón de su nombre, de sus fines y objetivos lícitos pero que el coronel psicópata y “cinco para las doce” los hacen abominables, porque es la institución como continente la que respalda y les permite el despliegue de toda la mafia que controla la venta y distribución en el mercado negro de títulos valores, extorsiones, proxenetismo, y coimas por múltiples negocios y permisiones nada santos porque estos delincuentes hacen la ocasión. Sin abstraernos de las violaciones a los derechos humanos, las agresiones sexuales, drogas, entre otros. Ellos, el coronel psicópata, sus monos voladores y “cinco para las doce” así como sus homólogos en las distintas franquicias,  se dedican al delito de extorsión a todo nivel y en cualquier escenario donde vean la facilidad para hacerse de altas sumas de dólares en perjuicio de los usuarios que son quienes deben sufrir, padecer y soportar estas embestidas como víctimas, donde los obligan con violencia o intimidación y ánimo de lucro a pagarles en dólares y/o a dejarse “coger”.

Suicidios en extrañas circunstancias. Propicio es mencionar el caso de un usuario de muy bajos recursos económicos ante lo insoportable que se había vuelto su rutina en ocasión al contacto con la institución y en la que era extorsionado en dólares todo el tiempo a cada momento, que no lo dejaban en paz exigiéndole los billetes verdes si quería alcanzar las metas de vida que se había propuesto sanamente, y porque además al verlo vulnerable lo sodomizaban; por lo que el muchacho decidió quitarse la vida, acabar con su existencia pues lo estaban deshonrando, haciendo infeliz  su acercamiento hacia la institución, a la vez que víctima del giro de putrefacción de la corporación y entonces el joven se suicidó, porque su frágil y débil mente ante la vergüenza y el repudio que le causaba a sí mismo que otros hombres a quien él debía respetar por ostentar autoridad, éstos no lo respetaron a él y por el contrario decidieron humillarlo y someterlo agrediéndolo sexualmente valiéndose de sus posiciones de fuerza y de jerarquía. A esta descomunal aberración, a este monstruoso delito, el coronel psicópata y “cinco para las doce” le han echado tierra y el suceso o la novedad no ha tenido la trascendencia ni la debida publicidad en los medios de comunicación y en las redes sociales, que es un silencio muy conveniente para no sancionar a los culpables y que no se ponga aún más en evidencia a qué “cosa” se dedica “realmente” esta corporación que parece inocua pero que es mortal para la decencia y para la honestidad, para la sanidad mental,  porque es una empresa corrupta y corrompida , donde los jefes lideran y protagonizan todo tipo de delitos, en perjuicio de inocentes y de la sociedad, por instrucciones y bajo la complacencia perversa de sus sórdidas autoridades.

Estructura jerárquica organizada. De modo que se trata de una estructura jerárquica organizada que obedece a intereses delictivos de personas que debieran garantizar el respeto a las leyes pero paradojalmente se burlan del ordenamiento jurídico y de la confianza que en ellos ha depositado el estado. Por eso hasta ahora se han manejado con extrema impunidad e inmunidad. Pues bien, eso es lo que muchos no entienden, es que el coronel psicópata y cinco para las doce, así como toda la banda de los monos voladores son unos bandoleros, que están robando y cometiendo corrupción con grosera y desmedida depredación en una coyuntura histórica, y aunque vienen de otra alineación están deformados y en tal aberración no van a patear la mina de ilegalidades, ilicitudes y de delitos que explotan, y tal cual por conveniencia y no por convicción aparentan respaldar la posición de gobierno en la que parasitan. Se trata de gente sin valores morales ni principios éticos y carecen de cultura espiritual, son unos hampones, que los hay de una y de otra esquina. Son pues la inmundicia que no debe caber en ningún estado, en ningún país, en ningún territorio y máxime con ese cóctel de síndromes y trastornos como los que padece el coronel psicópata a quien le han dado luz verde para destruir el nombre y el prestigio de una institución de la que se esperan mejores frutos y no la bazofia que echan a la sociedad, por estar siendo gerenciada por unos “ciudadanos” enmascarados.

Esta organización criminal es una agrupación con muchísimas personas que cuenta con una estructura organizada y estable y se ha constituido para cometer delitos. Los miembros están organizados a través de roles y jerarquías, repartiéndose de manera formal las tareas ejecutivas en donde las antigüedades prevalecen por encima de los grados, así por ejemplo  al coronel psicópata homologado los generales le rinden pleitesía y le dan un beso negro cada vez que se encuentran con él. En todo caso, esta organización delictiva se dedica a más de una actividad principal, es decir, que obtiene el grueso de sus beneficios a través del desarrollo de más de un mercado criminal.

En la actualidad, la estructura sobre la que se puede organizar un grupo criminal se ha clasificado en seis tipos, según la tipología establecida por las Naciones Unidas (2002): jerárquica estándar –se trata de una estructura jerárquica piramidal, con un líder o cúpula directiva y una fuerte disciplina interna–, jerárquica regional –se organiza en grupos que delinquen con cierta autonomía, aunque subordinados a una cúpula directiva–, jerárquica en racimos –son grupos criminales que colaboran normalmente con un grupo central que actúa de nexo–, en red –se trata de un grupo reducido de personas que se asocian de forma temporal para la comisión de actividades delictivas, atendiendo fundamentalmente a habilidades, intereses o afinidades, de grupo central –un número reducido de miembros conforman un grupo cohesionado y con cierta estructura, y un número superior de individuos asociados con los que colaboran según las necesidades de cada operación– y otros tipos de estructura.

Con toda certeza los miembros de esta organización criminal entre cuyos anti líderes figura regionalmente el coronel psicópata, saben en cuál clasificación ubicarse. Pero no han sabido ubicarse socialmente porque además de delincuentes son unos traidores a su patria.

El narcotráfico, es el peor flagelo que estamos soportando recientemente en América Latina. José Mujica.

crisantogleon@gmail.com

 

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