Muerto, así está el desarrollo turístico del municipio Cruz Salmerón Acosta del estado Sucre. Esta es la apreciación de los habitantes de la Península de Araya, estado Sucre.
Para Dalia Bermúdez, dirigente social de la localidad, el turismo está totalmente muerto y tiene años en decadencia, a pesar de que las autoridades del régimen madurista afirmen que se reactivó ese importante sector económico.
Bermúdez sostiene que el transporte terrestre y marítimo hacia esta población sucrense, es precario, y que previo a la pandemia del Covid-19, ya estaba en crisis. Aquí hay carencia de todo, afirmó.
En relación a los servicios de agua y electricidad, indicó que su funcionamiento es pésimo. Hay cortes a diarios y por varias horas, mientras que hay muchas comunidades que no disfrutan del agua, y las pocas que reciben agua, les llega sucia, señaló.
A juicio de los peninsulares, la empresa Dell Acqua, encargada de la administración de las Salinas de Araya, debería invertir en el desarrollo de la localidad y no lo hacen.
Además, recordaron que cuando Ensal era la encargada de esta empresa productiva del Estado, se velaba por mejorar la calidad de vida de los habitantes de Araya.
Nosotros sentimos que somos un pueblo olvidado. Aquí no hay gasolina para los carros ni para los pescadores, los centros de salud son un caos. Quieren potenciar el turismo, pero como Gobierno no invierten ni estimulan su desarrollo, expresó Enrique Flores, residente de Araya.
Cuestionaron que los pocos comerciantes que se esfuerzan por llevar progreso al territorio, son obligados a pagar altas tarifas de impuestos y servicios públicos.
Lapatilla.com
Araya, un poblado turístico de Sucre sin transporte
Trasladarse desde Cumaná hasta el municipio Cruz Salmeron Acosta, hace seis años aproximadamente no representaba un problema para los ciudadanos, pues se disponían de una línea marítima conocida como “tapaítos”, los cuales eran embarcaciones pequeñas que conectaban a la ciudad capital con la península de Araya y el resto de los pueblos.Edgar Nuñez, de 34 años, comentó que la compañía que representaba el transporte principal de los ciudadanos cesó sus operaciones tras la crisis que golpea al país, la escasez de gasolina y la falta de apoyo gubernamental. Desde ese entonces, los pobladores se reinventaron y promovieron una nueva alternativa para trasladarse.
Actualmente, viajan por el mar desde Cumaná hasta Manicuare, Araya o La Angoleta en botes, tipo peñeros, completamente descubiertos.
Ese no es el único cambio radical que han sufrido los peninsulares. Además de los tantos problemas que enfrentan diariamente en la localidad, hay uno que los atemoriza: el deterioro progresivo del muelle de Manicuare es una de las situaciones más preocupantes de los pobladores. Las irregularidades en la infraestructura los ha alarmado, ya que argumentan que están a punto de perder el recinto en donde zarpan los botes.«Cada vez se deteriora más. La madera se está disolviendo y el agua cada vez hunde la estructura. Además, hasta la casilla está abandonada», indicó el Nuñez.
Problemas sin respuesta de las autoridades
Manifestó que este problema lo han expuesto a las autoridades, especialmente al alcalde del municipio, y no se han pronunciado al respecto. Asimismo, comunicó que al ver la «indolencia» del mandatario local, un grupo de pescadores se dispuso a hacerle un mantenimiento preventivo al lugar, pero no concretaron ante la falta de materiales y maquinaria necesaria para su reparación.
Prácticamente estamos desamparados. Corremos peligro en caernos al pasar por allí, o quedarnos sin un espacio para el muelle, puntualizó.El ciudadano instó a las autoridades a atender esta problemática que se agrava al pasar de los días y golpea a la península por la falta de transporte.
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