La investigadora y experta en nutrición Susana Raffalli ve con preocupación que apenas ahora el Estado venezolano reconozca la crisis alimentaria que inició en 2017 y que atravesó por otros años que fueron fuertes para la población, debido a la escasez de productos.
Hace cinco años, los venezolanos vivieron uno de los momentos más difíciles. Ir al supermercado era ver estanterías vacías, hacer largas colas y tener que salir a comprar con toda la familia, porque los pocos productos que se conseguían estaban regulados por determinada cantidad.
A esta época oscura hizo referencia Raffalli este viernes 31 de marzo, durante una entrevista concedida al programa De Primera Mano, de Radio Fe y Alegría Noticias. “En la memoria y cuenta del año pasado, el presidente llegó a reconocer, con gráficos, que la situación alimentaria fue extraordinariamente crítica en el 2017 cuando se nos estaban muriendo los niños y pedíamos ayuda y no era posible activar los mecanismos, porque las cifras oficiales decían que no pasaba nada. Preocupa que cinco o seis años después, esto se admita”, expresó Raffalli.
¿Cómo está la alimentación hoy en día en Venezuela?
La nutricionista especializada y activista de los derechos humanos dijo que la alimentación comenzó a deteriorarse luego de las medidas regulatorias impuestas por el gobierno oficialista ante el desabastecimiento que se estaba presentando desde el 2010 y se fue intensificando con cada año.
Raffalli afirmó que desde hace dos años ha empezado a mejorarse el acceso a los alimentos y muchas más familias tienen en su mesa un plato de comida. Sin embargo, “según cifras de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), la oferta alimentaria en el país deja por fuera a 6.5 millones de personas”, es decir que el 25 % de la población venezolana no tiene garantía de su seguridad alimentaria.
Inclusive, hoy en día parte del problema es que no todas las personas tiene el poder adquisitivo necesario para poder comprar los alimentos.
También dijo que no es verdad lo que dice el Gobierno nacional sobre que en el país se está produciendo el 97 % de los alimentos. “Eso no se ha llegado a tener nunca, ni siquiera en los mejores años del gobierno”, enfatizó.
A su juicio, el Gobierno está de nuevo dando información errónea a la comunidad internacional y no se explica por qué realizan esas alocuciones que lo que hacen “es cerrar la posibilidad de una planificación apropiada del sistema alimentario y se aleja de las posibilidades de ayuda y cooperación porque ningún mecanismo de asistencia alimentaria va a apoyar a un país que tiene seguridad plena”.
Asimismo, dijo que espera que al menos el Gobierno, a puertas cerradas, sí sea honesto sobre los datos referentes a la alimentación en el país para que las organizaciones puedan seguir recibiendo asistencia y ayudando a las personas en situación de vulnerabilidad.
María José Núñez – Fe y Alegría Noticias