Los directivos de Citi habían pronosticado que para el cierre del primer trimestre de 2023 ya habría certeza sobre el nuevo dueño del banco, sin embargo, su rostro sigue siendo una interrogante
Banamex, la multimillonaria venta del banco milenario que no llega
Las quinielas se han roto. La hoja del último día de marzo ha caído del calendario y aún se desconoce el nombre del nuevo dueño de Banamex.
El mercado y analistas financieros estaban expectantes a esta fecha, fijada por los propios directivos de Citi como plazo máximo previsto para conocer al comprador del cuarto banco en México, pero la transacción aún no se cierra. En el proceso de venta, valuado entre los 7.000 y 10.000 millones de dólares, aún siguen en la contienda, el dueño de Grupo México y segundo hombre más rico del país, Germán Larrea, y el banquero Daniel Becker. Sin embargo, tampoco se descarta la desincorporación de los negocios de banca de consumo a través de una oferta pública en la Bolsa Mexicana de Valores.
En enero de 2022, el conglomerado estadounidense anunció que dejaría de operar la banca de consumo y para pequeñas y medianas empresas en el país como parte de su estrategia global de desinversión de activos no estratégicos. A la par de la banca minorista, también se pusieron en venta otras líneas de negocio, como las afores y su el acervo cultural. A más de un año de que se hizo público el proceso de venta, el futuro de los más de 33.000 trabajadores de la institución financiera sigue siendo un misterio. De acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, hasta enero de este año, Banamex era el cuarto banco por activos en el país con una participación del 11% en el sistema financiero, solo detrás de BBVA, Santander y Banorte, cuando comenzó el proceso de venta la institución tenía un 12,3% de participación de mercado.
Felipe Carvallo, vicepresidente y analista de Moody’s para la banca mexicana, explica que la negociación se ha tornado complicada en los detalles porque se tiene que determinar qué depósitos se queda cada parte. “Hay que tomar en cuenta que el banco es muy grande, tiene unas participaciones de mercado considerables, que se tienen que tomar en cuenta, cuál es el efecto en competencia, también el banco, Citibanamex, viene con altos costos operativos”, refiere.
Aunque el especialista descarta que las recientes noticias de quiebras bancarias como el Silicon Valley Bank hayan afectado el proceso de compra de Banamex, reconoce que, en medio de este entorno de tasas altas, existe un alto grado de exigencia operativa al interior de la banca, un factor que seguramente está dentro de los parámetros considerados en esta transacción. “Las fortalezas de Citibanamex no se vieron afectadas, es un banco muy fuerte y con alta rentabilidad, con una base de cliente muy atractiva, quizá hubo nerviosismo generalizado en un principio, pero Citibanamex es un banco muy diferente y esta es una compra a muy largo plazo”, zanja.
Para el analista de Moody’s otro factor que complica la transacción reside en que Citi no se irá totalmente del país, por el contrario, operará en México en la banca mayorista, enfocado en los negocios institucionales de mayor rendimiento. “Ellos están tomando una decisión, desde su casa matriz, de que en el extranjero quieren tener un banco enfocado en el hot sale, ellos van a seguir teniendo una presencia en México, por lo que ellos también tienen mucho interés en que la transacción se haga bien, de quedar con un banco sólido y rentable en el país. La división, las negociaciones, con las autoridades son muy importantes, no es solo el precio, sino tener una presencia adecuada en el país, porque ellos no se van”, comenta Carvallo.
A estas alturas del proceso, desde el Gobierno solo han pedido diligencia en el cambio de mando cuando se dé a conocer al nuevo dueño de Banamex. “Nos interesa que el banco, cuando llegue un comprador con el que ya se pusieron de acuerdo, se haga rápido para que no haya temas de inestabilidad o de malas expectativas dentro de la institución”, declaró el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, en la Convención Nacional Bancaria en marzo pasado.
Benjamín Álvarez, analista de CI Banco, coincide que desde el anuncio de venta se pronosticaba que sería un proceso largo y complejo. “Es un fracaso para la actual CEO de Citi, Jane Fraser, tal vez ahora tengamos que esperar hasta la llamada con inversionistas por los resultados de sus resultados al primer trimestre del año para saber si sí tienen una postura fuerte de un comprador”, menciona.
El especialista advierte que pese a estas turbulencias externas y complejidades, el negocio bancario es uno de los más rentables en México debido a la penetración y, en específico, Banamex representa una gran marca, con mucha historia en el país. “Ha sido muy complejo porque hay mucha tecnología y muchos sistemas que están casados con Citi, y a lo mejor quien lo quiera comprar no está obligado a tenerla, aunque la gente de Citi así lo quiera. Muchas veces, los activos intangibles son lo más difícil de vender”, concluye.
La institución ha sufrido numerosas transformaciones durante 138 años de historia: desde la nacionalización, pasando por la privatización de la banca en los años 90 y hasta su venta al estadounidense Citigroup en 2001. Ahora, tras dos décadas, el conglomerado estadounidense le pasará la estafeta a un nuevo dueño, un nombre que aún es una interrogante.
El País de España