El saqueo, pillaje o hurto ha estado presente desde el inicio de la historia. Hay varios tipos, entre otros, los roba gallinas, los que saquean por hambre o en rechazo a determinado gobierno, los soldados que saquean para cobrarse deudas o para castigar a una ciudad que no se rindió. También el pillaje de obras de arte por particulares o por gobernantes. En la Venezuela del siglo XXI estamos ante un caso quizá inédito: un régimen que saquea la propiedad privada y que, además, permite que funcionarios saqueen las empresas del Estado.
Los roba gallinas abundan, aunque ahora los objetivos son automóviles, celulares y joyas. Abundan los saqueos por hambre o por rechazo a un tirano. Francia e Inglaterra saquearon antigüedades egipcias. Hitler robó obras de arte a los judíos. Los pillajes de mayor magnitud, acompañados de asesinatos y violaciones, han sido cometidos por soldados. Conocido es la destrucción y pillaje de Jerusalén cometido por los babilonios en el 587 AC. Roma fue saqueada por el visigodo Alarico en el 410 DC, quien exclamó “Ay de los vencidos”, en respuesta a unas protestas de estos. Pizarro y Cortés saquearon al imperio inca y al azteca, respectivamente. Soldados españoles molestos por la falta de paga, saquearon la ciudad de Antwerpen en 1576, lo que se conoció como “ la furia española”.
En Venezuela, hasta el siglo XX y considerando la magnitud de los hechos, Antonio Guzmán Blanco y Juan Vicente Gómez fueron los mayores saqueadores del país. Las “comisiones” por empréstitos o por obras públicas eran las vías más fáciles, aunque Gómez también utilizó el otorgamiento de concesiones petroleras y la presión para adquirir tierras por cuatro lochas. Recientemente, un familiar del dictador Pérez Jiménez declaró que “ él no tenía necesidad de robar porque le daban comisiones”.
En el siglo XXI se han producido saqueos en varias ciudades por parte de una población que no tiene acceso a los alimentos por el desempleo, alto costo y escasez. Desde luego que es inevitable que se infiltren malandros que se apoderan de productos no comestibles. El mayor saqueo lo inició Hugo Chávez con una ola de expropiaciones sin compensación. Edificios y empresas fueron a parar a manos del Estado, que al poco tiempo las quebró. La apropiación indebida de Agroisleña perjudicó a sus dueños y a miles de agricultores. La confiscación de empresas de la Costa Oriental del Lago de Maracaibo que prestaban servicios a los pozos petroleros perjudicó a sus propietarios, trabajadores y a la industria petrolera. Las condiciones del envío de petróleo a Cuba ha sido otro saqueo al país. Por cierto, Rafael Ramírez Carreño avaló esos desaguisados.
Nicolás Maduro ha tenido pocos bienes para estatizar, pero el robo en las empresas del Estado ha alcanzado montos nunca vistos. ¿Cuánto? La cifra es como las reservas en la Faja del Orinoco. Todo el mundo sabe que son muchas, pero no se conoce el monto exacto. En Estados unidos se entregaron varios ladrones relacionados con Pdvsa que denunciaron a sus cómplices para que les rebajaran la sentencia. El régimen nunca investigó esos casos, ni las denuncias sobre el Arco Minero. Ahora decidió encarcelar a 51 personas por los saqueos en Pdvsa y en la CVG. Hay muchas especulaciones del por qué están presos unos incondicionales del régimen. Algunos afirman que es un show, una componenda con quienes están encerrados. Esta hipótesis no toma en cuenta que nadie quiere estar “donde toda incomodidad tiene su asiento” y tampoco que su familia se afecte. Otra visión es que había una conspiración para serrucharle la silla al usurpador. El problema con este punto de vista es que el grupo no pertenece a un mismo clan. Algunos son incondicionales de Tarek El Aissami, pero otros son independientes.
Nos inclinamos a postular que la razón es más sencilla. La preocupación de Maduro es cómo mantenerse en el poder. Para ello, ha dejado saquear para contar con el apoyo de su entorno. No tenía que ser un Sherlock Holmes o un Hércules Poirot para conocer que estaban robando. Los rateros se acusaban por las redes sociales al hacer alarde de sus millones de dólares mal habidos y sus antiguos vecinos se percataban de su nuevo estilo de vida. Algunos de los hoy encanados tienen testaferros, pero solo para que les manejen los cuantiosos excedentes después de comprar lujosas viviendas en Venezuela y en el exterior, así como gastos en “muñecas” acompañantes y otras menudencias.
Como es evidente que Maduro les permitió robar ¿por qué los encarceló? No hace falta recurrir a teorías complicadas. Sencillamente, ahora que su popularidad está por el suelo, con un pueblo que tiene hambre, requiere alardear de que es el primer adalid contra la corrupción. Que nadie se engañe. Maduro es el principal culpable de esos saqueos. El caso de Tarek El Aissami preferimos omitirlo por falta de información fidedigna, aunque sin duda gran parte de los ladrones son gente de su confianza, ¿ Quería serrucharle la silla al usurpador?¿También estaba robando? ¿ Por qué solo lo destituye? ¿Acaso conoce demasiado y prefiere no enjuiciarlo? ¿Estará midiendo fuerzas dentro del partido? Esperemos el desenlace.
Como (había) en botica: Nuestro sentido pésame a los familiares de los compatriotas y de otras nacionalidades que fueron asesinados en México, cuando iban en búsqueda de futuro. Gabriela Montero ha sido reconocida como «Mujer Clásica del Año 2023», premio otorgado por el programa Performance Today para reconocer «a las mujeres que han hecho contribuciones significativas a la forma de arte de la música clásica y han inspirado a nuestros oyentes». Tal día como hoy, 4 de abril en el 2002, los trabajadores petroleros iniciamos un paro por cierto muy olvidado, en protesta por la decisión de Chávez de tomar a Pdvsa por asalto para poner sus recursos a disposición de su proyecto político ¡ Seguimos comprometidos! Lamentamos el fallecimiento de Douglas Osorio, compañero de Gente del Petróleo y de Unapetrol. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
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