La memoria: Capacidad de almacenar para recordar información del pasado real. Dirige y ordena todo ingreso de información, deliberado o involuntario, e igual, la que proviene de otro poderoso agente: el inconsciente colectivo. Eso la robustece. Paradójicamente, otros, por motivos nada altruistas se proponen lo opuesto: silenciarla. Para ello apelan al recurso dialéctico contrario: el olvido. La diatriba es entre quienes desean mantener un orden reaccionario, valiéndose de recuerdos y memorias. Y sus contrarios: buscan el cambio social.
Ejemplo de ello dan quienes sueñan, mientras delatan la intención de los líderes radicales de la “Guarimba”, “el fuera ya”, o “tranca tu calle”.
Fracción que padece al ver como su memoria ya no le funciona y no pueden repetir o sostener sus tácticas, señaladas por la realidad como fracasos.
Hoy pretenden rehacer a su real saber y entender, como imponer otra memoria pensando en las elecciones pautadas para 2024, mientras, gambetean la política opositora según su biblia neoliberal.
Así tratan de revivir, como arma, la añoranza de lo que existía antes de que se impusiera la nueva memoria colectiva después de 1990. Como si la nueva, no hubiese tenido la fuerza de nacer, crecer y mantener el pueblo en la calle, como lo vemos.
En la jugarreta, para revivir tanto la memoria retrógrada -lejana en el tiempo 1960- como negar la anterógrada – o inmediata 1990- lánguidos apelan hasta del uso de símbolos: “espíritu del 23 de enero”; mitos: “pacto de Punto Fijo”; insignias: ”La Democracia bipartidista” y añorar como se alternaron durante 40 año a Miraflores. Bajo el credo de un solo y única biblia: “El consumismo neoliberal”.
Así, se niegan entender la memoria de las personas, como producto de la evolución inexorable de la socialidad.
Hasta ahora, la ley los tiene como “presuntos indiciados” por delitos que cometieron pensando escamotear la realidad o abusarla a su antojo. Falsearon. Ficcionan para redondear su memoria anterógrada de 20 años “made in Miami”. Alerta: B. Brecht: “Detrás de los acontecimientos que nos comunican sospechamos otros hechos que no nos comunican”.
Inseguros, vuelven por las elecciones 2024, buscan burlar de la memoria sus súplicas de invasiones más usurpación de dineros de la nación.
Finalicemos: memoria e inconsciente colectivo, no es lo mismo que un colectivo de inconscientes. Sin alusiones personales: un ignorante con poder es una fatalidad. Y si, corrupto, ni se diga.