Todo es posible en la dimensión desconocida en la que se ubica Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Tan es así, que al abrir la página web de la empresa lo primero que aparece es la frase que encabeza este artículo, ilustrada con una estación surtidora de combustible. Claro, sin los puntos de interrogación. ¿Es una burla a los ciudadanos? ¿Será ineptitud del responsable de esa página que no se percató del ridículo al que exponía a la empresa ante la escasez de combustibles? ¿Podría ser la venganza de un resentido por los bajos sueldos que hoy devenga? ¿Quizá la joda de un infiltrado o el jaqueo de un opositor? No culpemos al chinito de Recadi. La página oficial de la empresa es revisada por varias gerencias y aprobada por el presidente de la misma, en este caso el coronel Pedro Tellechea.
¿Cómo es posible que el último informe publicado de gestión y financiero de Pdvsa sea del 2016? Acusamos de negligencia y de ocultamiento de información al general Manuel Quevedo, presidente de la empresa desde noviembre 2017 hasta abril 2020, así como a Asdrúbal Chávez, presidente desde abril 2020 hasta diciembre 2022. ¿Por qué no presentaron resultados? ¿Acaso les daba vergüenza? ¿O sería para que se dificultara descubrir la corrupción?
Desde luego, los usurpadores Maduro, el Contralor General de la República, Elvis Amoroso, el Fiscal General Tarek Saab, así como los directores de Pdvsa son también responsables de la opacidad de la empresa. Después de seis años incumpliendo la obligación de presentar el Informe Anual, ahora se rasgan las vestiduras denunciando casos de corrupción.
La enorme corrupción en Pdvsa, desempolvada cuando les convino, se debe a falta de controles y a la contratación de personas no solamente ineptas, sino carentes de principios y valores. Esta situación no es casual, sino exprofeso. La Pdvsa meritocrática (1976 al 2002) era estricta en la realización de licitaciones para otorgar contratos. Solo en casos de emergencia se realizaban adjudicaciones directas, después de pasar por varios comités e incluso de los presidentes de filiales. Ningún barco salía sin registro del destino y cantidad de petróleo o de combustible que llevaba. La gerencia de Protección y Control de Pérdidas(PCP), investigaba cualquier anomalía como, por ejemplo, si un trabajador adquiría una vivienda lujosa que no se justificaba de acuerdo a sus ingresos. Al parecer, a veces se extralimitaba grabando ilegalmente conversaciones, lo cual es inaceptable.
¿Hubo casos de corrupción en la Pdvsa meritocrática? Claro que sí, aunque ni remotamente de la magnitud actual. El caso más conocido fue el llamado de los “petroespías”, que se valían de información privilegiada para su provecho. Fue denunciado por la empresa y los responsables enjuiciados. A veces se critica que, en casos de poca cuantía, se le pedía la renuncia al trabajador en lugar de denunciarlo. Esta práctica no deseable se debía a que frecuentemente no era fácil demostrar el hecho en los tribunales y que estos tenían la tendencia a favorecer al trabajador, obligando a reengancharlo.
Además de la falta de controles y la constitución de bandas dentro de Pdvsa, el otro factor de corrupción en la Pdvsa roja ha sido la contratación y ascenso de personas por recomendaciones del partido de gobierno o de algún jerarca. En el año 2001, la producción fue de 3.342.000 barriles por día, lograda con 69.284 trabajadores, entre propios y contratados. En el Informe del 2016, último presentado por la empresa, el número de trabajadores era de 168.905, incluyendo 31.043 que laboraban en actividades no petroleras. Hoy se desconoce el número de trabajadores, ya que muchos han renunciado por la baja remuneración, excesivo número de accidentes laborales por falta de mantenimiento de las instalaciones, ausencia de evaluación de riesgos operacionales y carencia de equipos de seguridad, así como el deterioro de la atención médica.
En esta situación cabe preguntar si la empresa es recuperable. La respuesta es que necesariamente hay que ponerla a funcionar porque las exportaciones de petróleo son casi la única fuente de divisas. Para ello hay que contar con los recursos humanos que laboran en la misma y no son activistas políticos. Será imprescindible incorporar parte de los profesionales que fueron despedidos ilegalmente o que estaban jubilados. No se puede pretender que vuelva a ser la del período 1976 al 2002. Hay que parapetearla para mantener la producción actual de unos 700.000 barriles por día y, gradualmente, aumentarla.
Pareciera haber consenso en que Pdvsa pase a ser socia minoritaria en las empresas mixtas. También que empresas privadas puedan operar sin tener a Pdvsa como socia. Algunos sostienen que, a mediano plazo, Pdvsa debe desaparecer. Otros, que puede permanecer y competir en igualdad de condiciones con las privadas. Corresponderá al sector político la decisión de mantenerla o privatizarla por parte o como un todo. Cabe advertir que, como empresa del Estado, Pdvsa siempre ha estado sujeta a limitaciones en los montos a invertir, lo cual no le ha permitido desarrollar su potencial.
Por varios años más, nuestra industria petrolera, con o sin Pdvsa, tendrá que ser el combustible de nuestra economía. Desde luego, tomando en cuenta que ese combustible estará restringido. Por eso preocupa que algunos, como el diputado Juan Miguel Matheus, asevere que Primero Justicia propone que el 30 por ciento de la renta petrolera vaya a un fondo salarial.
Como (había) en botica: Runrunes publicó que la ONG Provea denunció que, en los diez años que tiene Maduro en el poder, los cuerpos de seguridad han asesinado a 9.465 ciudadanos, se han producido 40.351 violaciones al derecho a la integridad personal y 250 trabajadores o dirigentes sindicales han sido detenidos o judicializados. Lamentamos el fallecimiento de Oscar Veracoechea, compañero de Gente del Petróleo y de Unapetrol ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
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