Sobre el papel que jugará el Ejército venezolano, el presidente Gustavo Petro dijo que este puede ayudarnos a que esa guerrilla acepte al final un proceso progresivo del desmantelamiento de la violencia en Colombia.
Las Fuerzas Armadas colombianas y venezolanas lucharán juntas contra el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Así lo anunció el presidente Gustavo Petro, que dijo que con la alianza militar con Venezuela espera que la guerrilla acepte un proceso progresivo del desmantelamiento de la violencia en Colombia. El presidente también dijo que en conjunto con el Ejército venezolano se buscará quitarle espacio al ELN.
El ELN no aceptó el cese al fuego que se pactó en diciembre. En esa medida lo que hay es una confrontación militar que tiene ahora un nuevo ingrediente: las Fuerzas Militares en Venezuela están actuando aliadas con el Gobierno colombiano, con su Ejército, quitando un espacio que antes tenía libremente el ELN, dijo el presidente Petro en Semana.
Sobre el papel que jugará el Ejército venezolano, el presidente Petro dijo que este puede ayudarnos a que esa guerrilla acepte al final un proceso progresivo del desmantelamiento de la violencia en Colombia. Los detalles de la alianza no han sido precisados al cierre de esta nota.
Desde Washington, el presidente hizo un balance de su visita y destacó lo que, a su juicio, fueron los logros y resultados de su agenda diplomática. Comenzó señalando que uno de sus propósitos con esta visita era poner a Colombia en el centro, en un papel de liderazgo de los grandes problemas de la humanidad. Además de destacar los encuentros en Naciones Unidas, el presidente dijo que se reunió con empresarios estadounidenses para que puedan participar en las grandes apuestas del gobierno Petro y su plan de desarrollo: las energías limpias, producción de hidrógeno verde, transición económica y energética, economías descarbonizadas, producción agraria y de alimentos.
También anotó que la delegación colombiana tuvo encuentros con diferentes sectores del Congreso de los Estados Unidos, que como todo congreso de un país, son diversos, desde la extrema derecha hasta posiciones más radicales. Destacando, que con la bancada afroestadounidense se acordó convocar a un gran congreso de pueblos afroamericanos en Washington.
Con el grupo de Colombia, el presidente Petro dijo que ahondó en las ayudas que el Gobierno de Estados Unidos brindará al colombiano, para financiar la reforma agraria, de financiar la producción en el agro colombiano, de las nuevas necesidades que una nueva política antidrogas. Advirtiendo, sobre esto último que Estados Unidos vive una crisis por el aumento exponencial de consumidores de fentanilo.
Sobre el encuentro con el presidente Biden, Petro destacó dos puntos.
Uno, la financiación presupuestal de los Estados Unidos a la reforma agraria en Colombia. Este me parece un tema central. No se había hablado desde los tiempos de la visita de J. F. Kennedy, el presidente norteamericano, antes de su asesinato, que hizo en Bogotá, donde se creó la Alianza por el progreso; me parece que ese concepto, construido por otras inquietudes hace varias décadas, hoy es central si queremos realmente una Colombia desligada completamente de los circuitos de las mafias internacionales.
El segundo punto, del que el presidente Petro dijo que era tal vez el más importante, ya que cambiaría el mundo, tiene que ver con la opinión favorable que el presidente Biden habría manifestado sobre la propuesta de cambiar deuda pública por acciones climáticas:
El segundo punto, que es sustancial, en mi opinión, que podría producirle al presidente Biden un liderazgo mundial, que hoy es necesario, en vez del liderazgo bélico, y que tiene que ver con cambiar deuda por acción climática. Al interior del Fondo Monetario Internacional, el Gobierno de los Estados Unidos tiene un papel preponderante, si se vuelve a emitir, derechos especiales de giros, si se envían al fondo climático, que ya se creó en Naciones Unidas, y se distribuye entre los países para reducir porcentualmente los stocks de deuda, más proporcionalmente en los países más pobres, tendríamos una liberación anual de recursos, que ya no irían a pagar deuda y que se podrían dedicar en un 100% a adaptar cada país, a mitigar en cada país, las causas de las crisis climáticas y sus efectos. Esto cambiaría el mundo, en realidad.
Infobae
