Román Ibarra: Tiempo perdido

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Desde el mismo momento en que se nombró la Comisión Nacional de Primaria (CNdP), advertimos acerca de su inviabilidad, más allá de que estuviese conformada por algunas personalidades distinguidas del ámbito académico, y empresarial, entre otros. Sentimos que los estaban y están utilizando.

No es suficiente el currículum de un grupo de valiosos ciudadanos para la conformación de una Comisión semejante, si esta viene marcada por la impronta negativa de quienes son sus mandantes. Estamos hablando de los partidos (divididos y judicializados) responsables de todos los errores de la oposición, desde 2002 hasta el presente.

Esa dirigencia ha sido responsable no sólo de los yerros garrafales de las aventuras del Maduro vete ya; la salida; las guarimbas; los trancazos; los golpes de estado de la operación libertad (la del jefe golpista), y la Gedeón; las heridas; la cárcel, y la muerte de los muchachos de los escudos de cartón; del interinato infeliz con su mantra de imposible ejecución; de la destrucción de Citgo, y Monómeros. Conductas que marcan gravemente su presencia en la sociedad.

A todo esto hay que sumarle que la hoy dueña de uno de los mini partidos, ha venido auspiciando junto a esa dirigencia desde 2005 la abstención desde una organización llamada Súmate, alegando fraude de manera permanente sin haberlo probado, pero con suficiente volumen para hacerse acompañar con el coro de un conjunto de partidos que renunciaron a hacer política, y optaron solo por la denuncia irresponsable, pero causando un terrible daño a la institución del voto como mecanismo de expresión eficaz y democrática.

Creyeron que con esa actitud deslegitimaban las instituciones del Estado que ellos regalaron al oficialismo mediante la abstención recurrente, y por esa vía se hicieron del control de cifras mil millonarias de dinero extranjero destinado para ayuda humanitaria, que no ayudó a ningún venezolano en condiciones vulnerables, y por el contrario sirvió para el enriquecimiento de líderes de esas organizaciones, y para mantener una nómina de activistas en Venezuela y el exterior.

Vistos los resultados catastróficos que produjo la abstención en términos del control de todas las instituciones del Estado en las manos de un gobierno autoritario, resulta que ahora todos quienes la promovían como fórmula mágica para salir de Maduro, quieren participar y deciden quienes sí, y quienes no van a la Primaria por ellos convocada.

Evidentemente otra forma de autodestrucción, y exclusión de otros factores. Parece que no tienen remedio.

Resulta que desde hace un tiempo la CNdP viene negociando con el CNE la participación del ente electoral, a través de su asistencia técnica, y para complacer los caprichos de algunos, pidieron esa asistencia, pero sin la utilización del sistema biométrico o captahuellas, parte esencial del sistema automatizado que ordena la ley, con el ardid de evitar ¨trampas”. Pero el CNE con toda razón se negó.

El mecanismo de la Primaria, tal como se viene adelantando, permite la participación de los suyos, no importa si están inhabilitados, pero niega la participación a otros f”ctores de oposición. Mal augurio.

Si a todo esto se le agrega el hecho de que el gobierno con su astucia y capacidad de chantaje contribuye con la desolación, es obvio augurar un final lamentable.

Las encuestas advierten que solo entre el 7, y el 10% de la población está interesado en participar de esa Primaria, lo cual, habla de un estruendoso fracaso, amén de que el gobierno puede inclinar la balanza a favor de sus intereses.

Nosotros seguimos en la idea de promover la discusión de una agenda programática con un programa de gobernabilidad sencillo para atender la urgencia en primer lugar, y las reformas más importantes para el mediano plazo; y con ello, un líder de consenso que pueda conducir la transición en paz. Se agota el tiempo.

@romanibarra

 

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