La inteligencia humana, es un factor determinante en nuestra capacidad para razonar y desarrollar las habilidades básicas, por eso, todos deseamos ser más inteligentes, con el fin de permitir que, podamos actuar y funcionar de forma óptima. Es así como, la misma sociedad nos refuerza esta necesidad, indicándonos que debemos contar con ciertas condiciones en cuanto a nuestro intelecto, para poder alcanzar las metas que nos hemos propuesto con éxito. Por esa razón, muchas veces nos preguntamos cómo podemos fortalecerlo.
Para cumplir este propósito, debemos tener presente la importancia de practicar el aprendizaje, mediante la obtención de conocimientos, que además de permitir la expansión de nuestras nociones, facilita al mismo tiempo que podamos ejercitar nuestro cerebro por esa vía. El ser humano, nunca debe detener su interés por aprender, formarse y actualizarse, no solo para estar al día en cuanto a su área profesional, sino, además en todos los ámbitos que le puedan ser de utilidad. Así también, es recomendable buscar esta información de fuentes o personas que tienen mayor experiencia y que son exitosos.
Del mismo modo, una excelente manera de ejercitar nuestra capacidad intelectual es a través de la observación o el análisis de nuestro entorno, situaciones, problemas, todo lo que se encuentre bajo nuestro espectro, ya que así, nos podemos plantear distintas ópticas, opciones, alternativas para hacernos más críticos y analíticos. La finalidad, es despertar en nosotros facilidad para absorber todo lo posible mediante ese esfuerzo de comparación, razonamiento, indagación y profundización que permite este proceso.
Igualmente, nunca debemos detenernos ni dejar de afrontar nuevos retos o cambios a través de la experimentación, que nos facilita la oportunidad de probar otras formas de solucionar problemas, de afrontar situaciones y aprender tanto de los aciertos, como, de los errores. Por ejemplo, podemos intentar aplicar habilidades que no habíamos considerado antes. Es necesario, evitar que caigamos en ese círculo que nos atrapa y no deja que probemos distintas experiencias.
Otra forma de procurar este fortalecimiento, es haciendo lo posible por expandirnos y cuestionar todo, no demostrar satisfacción suficiente por lo que hemos logrado o las nociones ya adquiridas. Así, nuestro cerebro nos exigirá siempre más y no se conformará con menos. Recordemos, no detenernos en esa búsqueda hasta que nos sintamos satisfechos.
A manera de cierre, no hay que olvidar, la necesidad de mantener nuestro intelecto activo estableciendo ciertos hábitos, entrenando nuestro cerebro, pues, necesita ejercitarse, con el fin que pueda funcionar de manera adecuada.