El Gobierno de Venezuela exhortó a Estados Unidos a investigar el atropello de migrantes ocurrido este domingo en Texas, que le costó la vida a siete venezolanos, un «trágico» y «doloroso» hecho por el que el Ejecutivo del país caribeño expresó su «más profundo pesar».
A través de un comunicado, difundido por la Cancillería, el Gobierno de Nicolás Maduro exhortó a las autoridades estadounidenses «correspondientes a investigar en profundidad los hechos y esclarecer sus causas, con el fin de descartar cualquier intencionalidad relacionada a las prácticas de odio y xenofobia contra el pueblo venezolano que se han expresado en el pasado».
Estas «prácticas», señaló, son «producto de una cultura de violencia e intolerancia promovida por sectores extremistas de la política y la sociedad estadounidense».
La llamada revolución bolivariana expresó «sus sinceras condolencias a familiares y allegados de las víctimas».
El atropello ocurrió frente a un centro para personas sin hogar en Brownsville, en Texas, que actualmente sirve también para albergar inmigrantes.
El teniente Martín Sandoval, portavoz de la policía de Brownsville, identificó en conferencia de prensa al autor del atropello como un hombre hispano.
Precisó que las autoridades aún están investigando si el accidente fue intencional o accidental y que los testigos dijeron haber visto al conductor ignorar el semáforo en rojo antes de atropellar al grupo de personas que esperaban en la parada de autobús.
El conductor fue detenido por varios testigos de lo sucedido y retenido hasta que llegó la policía.
El responsable del Centro Obispo Enrique San Pedro Ozanam, Víctor Maldonado, señaló que las víctimas eran hombres venezolanos y que en el momento del suceso entre 20 y 25 migrantes estaban sentados en la acera esperando un autobús al otro lado de la calle del refugio.
Indicó que los migrantes procedían de Venezuela y habían llegado al albergue hace unos dos o tres días.
EFE