Carlos Ñáñez: La trasformación salarial un cruel juego de palabras para abonar la servidumbre

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Es necesario ser un mar para poder recibir una sucia corriente sin volverse impuro. Friedrich Nietzsche.

El pasado primero de mayo del convulso 2023, será recordado como un amargo despertar en el cual las realidades destruyeron a las expectativas de una población absolutamente abandonada a su suerte, en anomia absoluta que atraviesa esta penosa situación de ruina general frente a la mayor indolencia de quienes nos gobiernan desde la cómoda poltrona de una retórica cruel y sin sentido que hace entelequias con su razón de ser, demostrando de hecho que son cosa inerte, vaciada y sin sentido, este modelo es una antinomia para el ser humano, representa la mutilación progresiva de su necesaria aspiración para ascender frente a una heredad que manifiesta su necesidad de mantenerse en le poder a pesar del repudio y dejando, como de hecho lo están logrando un país sin futuro, un fardo sangrante.

La sociedad venezolana no solo ostenta las crudas señales de la fractura social, sino que además se encuentra absolutamente dividida y asimétricamente condenada a las asimetrías de la información, luego de anuncios acallados en las redes sociales, la sociedad venezolana fue sorprendida en el año 2022, por un aumento de salario equivalente a 30 dólares mensuales dispensados durante el período de la recuperación económica de utilería, esa recuperación que no fue capaz de soportar el peso de los pasivos laborales y demostró que el irrespeto a los presupuestos causan efectos indeseables, como la crisis del tipo de cambio en aquel agosto negro del 2022.

La maldad aprende y en este sentido, decidieron mantener la estabilidad del tipo de cambio y el control sobre la inflación a expensas de la población, es así como ante el escenario planteado el más heroico de todos los obreros decidió bonificar el salario, el resultado no hubo aumento salarial, solo se bonificó el salario, en franco detrimento de la masa laboral, el ingreso integral desde luego se ajustó, pero el salario y las incidencias que de este se desprenden se mantuvieron iguales, entonces no se movieron tablas y menos inter escalas, manteniendo solamente las condiciones de absoluta depauperación,

Así pues, para que estos bonos tengan capacidad de resistencia deben de estar indexados a la inflación intermensual garantizando además que el tipo de cambio sea estable, de lo contrario serán subsumidos por la depreciación cambiaria y el monto del ingreso mensual desaparecerá en el tiempo, para este momento los bonos representan 93% del ingreso y el salario solo obedece al 7%, resultando que las reivindicaciones derivadas del salario sencillamente sean una nominalidad miserable.

Reitero que es menester para el régimen mantener:

-Inflación controlada en bolívares.

-Mantener el tipo de cambio estable.

El segundo de, los puntos se ha logrado con una política de intervenciones cambiarias, cercana a los 1500 millones de dólares en este cuatrimestre en el cual los sindicatos y movimientos laborales se han mantenido en las calles para solicitar mejoras salariales, el cuadro es dramático además de las condiciones indecentes de trabajo, no se cuenta con el más mínimo acceso a servicios públicos decentes, los cuales fueron ajustados en precio más no en calidad, el colmo de este contorno kafkiano es que un país como Venezuela que flota en petróleo no cuente con gasolina para surtir a su demanda interna y aquella, que vende a precios internacionales sea un brebaje pernicioso importado desde la teocracia iraní, sique el tránsito silente por este drama que se diluye entre bromas y risas, en un constante ejercicio de juegos infortunados del habla que nos hacen cada vez más torpes para calificar, diagnosticar y separar causas de efectos.

Finalmente el régimen nos sigue engañando, en lo personal nunca he esperado nada bueno, de quienes nos someten, nos torturan y han hecho del erario público un botín personal, reconocido por el propio Nicolás Maduro, quien sin escrúpulos manifestó que la corrupción y obviamente las sanciones eran responsables de esta payasada presentada al país nacional, ya no hay escrúpulos y menos barreras en reconocer la cleptocracia como forma de gobierno, aún les queda desde la pobreza del logo y del espíritu la capacidad infinita para mentir, el reto es nuestro y estriba en reconocer a este régimen como una argamasa de vicios, corruptelas y mañas prácticas, en definitiva este es un régimen absolutamente incompatible con el ser y justo allí por ahora y hasta siempre al menos la censura moral debe ser asumida como una acción de reproche frente a tanta maldad acumulada.

Detrás de cada gran fortuna hay un delito. Honoré Balzac.

 

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