Venezuela clama por un cambio profundo. Las encuestas, las conversaciones cotidianas, las quejas por el padecimiento de la población -hambre-, así lo confirman. Este gobierno es rechazado por cuatro de cada cinco venezolanos. Nadie los quiere.
Pero la historia enseña que los deseos no preñan. Que los cambios hay que orquestarlos. No basta llegar al gobierno. Macri en Argentina, Bolsonaro en Brasil y recorriendo un poco la historia, Violeta Chamorro en Nicaragua, son pruebas de ello. Ganaron las presidenciales en medio de gran algarabía popular y en la siguiente elección… pasaron a la oposición.
El caso boliviano, un poco diferente, también deja aprendizajes. Llegaron al gobierno y fueron derrotados en posteriores elecciones por presentarse fragmentados. Dios quiera Venezuela no los imite …
A riesgo de estrellar la cédula, hay que parafrasear a la cantautora Mari Trini con aquella canción “no, noo, basta rezar, hacen falta muchas cosas para conseguir la paz”. Porque… no, no, no basta desear, hacen falta muchas cosas para conseguir la libertad.
Para llegar a Miraflores y hacer un gobierno exitoso.
El camino
Continuamos con Antonio Machado. “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. El camino… es electoral. Somos más y tenemos razón, ¿entonces?
El gobierno no quiere contarse porque se sabe derrotado. Quiere que cada político ande por su lado, que no se unan, que los electores nos quedemos en la casa, que no nos organicemos.
Por eso, en medio de increíbles tramoyas estimula el marasmo y la división. Y atiza las dudas: ¿Qué la “revolución” no va a entregar? ¿Qué va a sabotear las elecciones? ¿Qué va a inhabilitar a los políticos con chance? ¿Qué las va a adelantar? (ojalá para aplicar un barinazo). ¿Qué en cualquier momento inventa que con el bloqueo y las sanciones no hay condiciones para unas elecciones presidenciales? ¿Qué la gente está desencantada? ¿Que no cree en los políticos? ¿Qué prefiere quedarse en su casa?… Y usted, ¿qué opina?
Ya basta de ser más y parecer menos. Es la hora de demostrar estatura política. Sin excusas. Lo demás es … auto derrota.
La Primaria
Para determinar un candidato unitario, la oposición más numerosa ha elegido la ruta de la elección primaria. Muchos precandidatos, dan la idea de dinamismo democrático. La campaña los irá decantando y seguramente al final quedaran dos o tres con oportunidad y, finalmente un candidato que representará, no lo dude, a la gran mayoría de los venezolanos.
La Primaria ha sido un largo camino. Podemos estar en desacuerdo con algunos aspectos. Por ejemplo, yo hubiera preferido que fueran abiertas, sin aplicar “derecho de admisión” a los candidatos; o la doble vuelta. Pero hay que entender que entre la gente que comulga con la reimplantación de la democracia, hay diferencia de pareceres, que es imprescindible manejar.
El órgano rector, la Comisión Nacional de Primaria, está integrada por gente de muy alto nivel y de gran probidad, y hay que acatarlo.
También ha habido tirantez por la participación o no del CNE. Es fundamental que este aspecto no resienta las columnas de la Unidad. Sería fatal. No hay que perder el norte de este proceso: llegar a Miraflores. Lo demás es pequeñeces, egos y derrotas. Pilas pues.
La hora de un nuevo Punto Fijo
Es fundamental que los precandidatos conversen y lleguen a acuerdos: respeto a los resultados, apoyo irrestricto al candidato ganador, pacto de gobernabilidad, libertades de presos políticos, de empresa, de sindicalización, de prensa. Separación de poderes. Cambios a la Constitución en descentralización, cámaras del senado y de diputados, período de gobierno y máximo una reelección… rescate de petroleras, eléctricas, guayana, del país.
Venezuela requiere un Pacto más profundo que el de Punto Fijo, porque el problema de hoy es infinitamente más complejo que en 1958.
Betancourt, Vilalba y Caldera no se la llevaban bien cuando la dictadura, los dos últimos habían apoyado a Delgado Chalbaud luego de 24 de noviembre. En 1957 Villalba no quería ni hablar con Betancourt en Nueva York, aducía que éste le había dicho cobarde por su actitud ante el fraude de la Constituyente de 1952.
Sin embargo, con visión de estadistas firmaron el Pacto, y hoy nadie duda que de no haber sido así, Betancourt hubiera sido derrocado a la primera intentona, dando al traste con la democracia.
El Acuerdo Nacional es … más que indispensable. Y debe comenzar porque todos los precandidatos – por encima de los personalismos y colocando de primero a Venezuela- hagan un gran equipo unitario. De lo contrario… gana el gobierno. Júrenlo.
Finalmente
Es con usted, y con su vecino. Sí o Sí, hay que salir en masa a votar en la Primaria. Darle toda la fuerza del cambio al candidato que se elija. Mientras más votos, más representatividad y fuerza al candidato unitario – mujer u hombre -, y más probabilidades de arrasar en el 2024. No votar en la primaria, es prolongar esta agonía “revolucionaria”.
Claro que hay obstáculos, y de todo tipo. Pero la prioridad es … recuperar a Venezuela. Adelante por arriba de las tumbas adelante, como dijo Rómulo Betancourt.
Es la hora de los estadistas.