Mientras estuve como presidente de Consecomercio y Fedecámaras, me correspondió efectuar una labor pedagógica con los dirigentes empresariales para hacerles entender que: levantar la voz para defender los derechos e intereses de los empresarios no debía ser considerado como actuaciones político-partidistas. Para mí, no es lo mismo actuar en el ámbito de lo político, competencia directa nuestra, que invadir el campo de la política. Esa falacia cerebral nos fue implantada por los gobiernos y partidos socialistas, monopolizadores por décadas del espectro político venezolano.
Me considero adherente a la tesis de quienes sostienen que, los líderes empresariales en ejercicio deben mantenerse asépticos de la política partidista, pero rechazo rotundamente la frase de un dirigente político que, con un tono altisonante siempre ha vociferado: “Los empresarios a cuidar sus empresas y déjennos a los dirigentes políticos el ejercicio de la política”. Este sempiterno dirigente pretende que la política partidista sea un coto privado de los políticos, dejando a los demás ciudadanos venezolanos como simples eunucos, políticamente hablando. Defiendo, entonces, el derecho que le asiste a cualquier empresario para aspirar a competir por determinado cargo de elección popular.
Llegado a este punto, considero oportuno desarrollar las dimensiones de la política y lo político, que, aunque son dos conceptos estrechamente relacionados, representan aspectos diferentes dentro del ámbito de la vida pública y la gobernabilidad. Estas dos figuras, a menudo son utilizadas indistintamente, pero es importante comprender sus diferencias para analizar y entender el funcionamiento de los sistemas políticos y las dinámicas sociales.
La política se refiere a la actividad y el proceso mediante el cual se toman decisiones y se ejerce el poder en una sociedad. Es el conjunto de acciones y estrategias que se utilizan para influir en la distribución de recursos, la toma de decisiones colectivas y la regulación de la convivencia social. Puede desarrollarse en diversas esferas, entre ellas las más importantes suelen ser, los gobiernos y los partidos políticos e implica la formulación de políticas, la negociación, el debate y la implementación de acciones destinadas a alcanzar objetivos políticos.
Lo político comprende un concepto más amplio y abstracto. Va más allá de las estructuras y procesos formales de la política y se enfoca en la dimensión profunda de las relaciones de poder en una sociedad. Abarca las tensiones, los conflictos y los debates en torno a la toma de decisiones y la organización social. Comprende los valores, las creencias, las identidades y los intereses que influyen en la forma en que se ejerce y se disputa el poder. Puede manifestarse en diversas esferas, como las relaciones interpersonales, las dinámicas de género, las luchas por los derechos humanos y las demandas de justicia social.
La política se refiere a la actividad concreta y visible de la toma de decisiones y la gestión del poder, mientras que lo político es más abstracto y se centra en los fundamentos que dan forma a la primera. La política se puede observar en el ámbito institucional y formal, como el gobierno y los partidos políticos, mientras que lo político se extiende más allá de estas estructuras formales y se relaciona con todas las interacciones y relaciones sociales en las que se manifiestan las relaciones de poder.
La política implica acciones específicas, como la elaboración de leyes, la negociación de acuerdos y la implementación de políticas, mientras que lo político se refiere a los procesos de construcción de identidades, la formación de alianzas y la articulación de demandas políticas.
La política tiene una dimensión más inmediata y pragmática, centrada en la toma de decisiones y la resolución de problemas políticos actuales. Lo político tiene una perspectiva más a largo plazo, ya que se ocupa de cuestiones fundamentales de poder, justicia y transformación social.
Aunque la política y lo político tienen diferencias, también están intrínsecamente interrelacionadas. La primera se nutre del segundo ya que, este le proporciona las bases ideológicas y los fundamentos sobre los cuales se toman las decisiones y se desarrollan las políticas. De igual forma, las dinámicas políticas y las luchas por el poder, influyen en lo político, dando forma a las identidades, los valores y las aspiraciones de una sociedad.
Al analizar la política y lo político, es importante reconocer que ambas dimensiones son cruciales para comprender cómo se construyen y transforman las sociedades. La política se ocupa de los problemas y desafíos concretos que enfrentamos en la toma de decisiones colectivas, mientras que lo político aborda los valores, las creencias y las relaciones de poder que subyacen en nuestras interacciones sociales. Comprender y reflexionar sobre estas diferencias, nos permitirá tener una perspectiva más amplia y crítica de la realidad política y social en la que vivimos.
Coordinador Nacional del Movimiento Político GENTE – noelalvarez10@gmail.com