Cuando cerramos la edición del boletín Nº 955 de la Memoria Educativa Venezolana no conocemos de los resultados contables de las elecciones celebradas más que por pura especulación. Incluso no sabemos a ciencia cierta si se produjeron esta vez, pero de lo sí estamos seguros es que se va a imponer la voluntad democrática de la mayoría universitaria. No se suicidará nuestra universidad, por más que apriete el abandono estatal y la ceguera de los extremos exóticamente irreductibles. Asistimos a un estallido de la opinión respecto al qué hacer para superar su lamentable estado. De todo signo volaron las propuestas y denuncias sensatas, y lo seguirán haciendo en la segunda vuelta, faltaría ahora que los no electos metan el hombro en el arduo trabajo que va a significar hacer de la UCV tierra de trabajo creativo para contribuir decentemente a que el país por fin entre en el siglo XXI. Menos retórica bienintencionada y más docencia, investigación y extensión. Todos queremos a la UCV pero hay extremos que matan…
Qué alegría el premio de National Geographic a Rafael Briceño, trabajador incansable por la recuperación de la Cotorra Margariteña y del esfuerzo por la reinstalación del bosque seco de Macanao. Asiduo colaborador del proyecto Margarita de la UCV y de los encuentros académicos que se realizan en la isla bajo la denominación de FORO INSULAR con la acertada iniciativa de los directivos de la Cátedra Libre Insular: Nancy Caricote, Pablo Peñaranda y un sinnúmero de universitarios de las distintas instituciones de la región neo espartana y la UCV.
Nº 955 Memoria Educativa Venezolana, paso a paso