En Venezuela la periodista y escritora Milagros Socorro viene desde hace tiempo dándole vida a la fotografía. Pide datos sobre la misma y escribe una historia en torno a la gráfica.
Y en Maracaibo otro periodista, Josué Carrillo, viene rescatando unas fotos del diario Panorama para también darles esa segunda vida.
El profesor argentino Fernán Meza, quien durante el periodo de la dictadura militar en su país se exilió temporalmente en Ecuador, Venezuela, Estados Unidos y Costa Rica, sostenía que las fotografías tenían vida propia más allá de la impresión del papel y la mejor forma era ponerlas en la casa: en cualquier sitio e incluso en la tapa de la nevera para que desde allí relucieran y recordaran ese momento de la foto.
Se lo dijo a quienes lo visitaban en su casa arrendada en una playa de Los Puertos de Altagracia y se sorprendía de la cantidad de sus fotos puestas en la nevera y por doquier.
Estaba en lo cierto porque las fotos nada hacen guardadas.
En Venezuela la periodista y escritora Milagros Socorro comenzó a recrear las fotos de diverso tipo históricas y cotidianas para escribir sobre las mismas o en torno a la escena. Y todas esas historias que parten de una imagen están colgadas en su portal en Internet.
En el Zulia, el colega periodista Josué Carrillo comenzó a revivir las imágenes de Panorama, aquel diario zuliano que era una especie de sinónimo del gentilicio de los zulianos, pero que ahora está desaparecido.
Josué escoge las fotos y escribe sobre las mismas pero no en relatos como Milagros Socorro, sino le pone quienes están allí retratados con una oración.
De ese modo saltan las fotos para revivir y gustar a quienes se observan a la luz de muchos años.
Basta a veces un simple comentario sobre una foto para que esta cobre vida y de esa manera lo hace Josué, quien le lanza una sola frase u oración y zuás…todo vuelve al presente como cuando sus amigos periodistas hacían coberturas informativas, o los políticos zulianos cuando realizaban giras, o cuando los gobernantes inauguraban obras, o algún evento social de importancia en la ciudad.
Es la segunda vida de viejas fotos que nos recuerdan un pasado que quizás no volverá.
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