Leandro Rodríguez Linárez: María Corina, el terror del chavismo y del G4+

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La política es dinámica, máximo cuando las leyes y la propia institucionalidad no funcionan. Esa ausencia de control, de límites, hace que lo que hoy sea válido mañana no lo sea y viceversa. Hace pocas semanas, incluso, días, la teoría de un candidato por consenso no tenía sentido, pero ante el vertiginoso aumento en aceptación ciudadana a María Corina Machado, aunado a la debacle de todos los demás candidatos, el consenso en torno a ella sería lo más sensato.

Ir a primarias con Machado quintuplicando a su más cercano contendor es una pérdida de tiempo y recursos, sobre todo cuando el régimen recogió a su CNE porque no sabe qué hacer con ella, si la inhabilitan antes de las primarias matarán en el vientre al espectáculo de las presidenciales 2024, si la aceptaban en las primarías tuteladas con el CNE ¿bajo qué pretexto luego la inhabilitarían? Esa indecisión, ese paso de elefante en vidriería, complica la existencia al régimen y sus aliados… al estatus quo.

Ya no solo se ven medias, sino hasta los calzones ¿Qué sentido tiene que Roberto Picón haya renunciado a su cargo de rector en el CNE? Ahora que los 3 rectores más evidentes del chavismo anunciaron sus salidas, era el momento para que “el antichavismo”, en este interín, ganara espacios en este vital poder público ¡Pero no! entregó su cargo en bandeja de plata al régimen, pero además con este vergonzoso discurso: “para facilitar un proceso que debe ser conducido transparentemente por la AN”… paradójicamente, es el parlamento más rojo rojito que haya existido en los últimos 23 años.

Enrique Márquez es el único sobreviviente, cuota de UNT, de Manuel Rosales, probablemente no renuncie al CNE porque es el anticipo a lo que desea el régimen y el G4+, la imposición de Rosales como candidato, luego de inhabilitar a Machado y forzar un consenso digno del oscurantismo que ensombrece la nación desde hace más de 20 años.

Siendo sinceros, nada más peligroso que la fulana “Unidad”. Hubo unidad en 2007 cuando Chávez perdió la reforma, igual impuso su contenido casi inmediatamente vía habilitante. Hubo unidad en 2015 y vean lo q pasó con la AN, ese esfuerzo aglutinador sucumbió a la agenda del régimen. Más recientemente, también hubo unidad en Barinas y solo se obtuvo un cascarón vacío al que restaron competencias, facultades y recursos, de paso, quien ganó se vio obligado a reconocer a Maduro… ¡No es unidad lo que necesitamos los venezolanos… lo que urge es una oposición real, que se oponga, con agenda propia!

Con un rechazo superior al 80%, desarticulado en sus bases, el chavismo está más débil que nunca, su único punto fuerte es la falsa oposición dirigida por el G4+ y alacranes variopintos, quienes no pierden la oportunidad se sumarse a pretendidos diálogos donde se transan elecciones prepagadas o, lo que es lo mismo, bajo el rigor de las instituciones públicas 100% psuvizadas.

La movida en el CNE es otra demostración que la pretendida “oposición”, y todos los venezolanos, somos simples fichas desechables en los intereses de un régimen cada vez más obligado a aferrase al garrotismo. Luego de prácticamente imponer al CNE en las primarias, deja desasistidos a sus cómplices, hace lo que hace y cuando le place porque nadie se opone a su agenda… ¡Como pez en el agua!

Allí la importancia de María Corina. Es una tozudez negar su liderazgo, desacreditar su necesario radicalismo y coraje. Escribimos cómo politólogo, pero mucho más cómo venezolano, coincido en ambos criterios. Ojalá reine la sensatez, la claridad en la mente de los venezolanos.

@leandrotango

 

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