Es casi normal ver por las calles y avenidas venezolanas personas deambulando sin rumbo fijo, niños en las puertas de las panaderías invocando la caridad de la gente, los ciudadanos de la tercera edad con una pensión paupérrima, y muchos hurgando en los botaderos de basura en busca de alimentos. La gran contradicción es que ese cuadro patético ocurre en el país más rico del planeta por sus ingentes recursos naturales, petróleo, diamante, oro, coltan, además posee tierras fértiles propicias para la actividad agropecuaria, reservas hídricas excepcionales, bellezas naturales y acervo histórico para desarrollar el turismo.
Sin embargo, más de siete millones de venezolanos han abandonado el país, huyendo del hambre, la miseria, de las persecuciones y del acoso gubernamental a quienes piensen distinto a los principios del régimen imperante.
En Venezuela no existe la Seguridad Social, tomando en cuenta que la seguridad social es la protección que una sociedad proporciona a los individuos y los hogares para asegurar el acceso a la asistencia médica y garantizar la seguridad del ingreso, en particular en caso de vejez, desempleo, enfermedad, invalidez, accidentes del trabajo, maternidad o pérdida del sostén de familia.
La seguridad social bien concebida y bien administrada, no es el caso de Venezuela, tiene una profunda repercusión en todos los sectores de la sociedad.
Hace que los trabajadores y sus familias tengan acceso a la asistencia médica y cuenten con protección contra la pérdida de ingresos, sea durante cortos períodos en caso de desempleo, maternidad o enfermedad, sea durante períodos largos debido a la invalidez o a un accidente del trabajo. Proporciona ingresos a las personas durante sus años de vejez. Los niños se benefician de los programas de seguridad social destinados a ayudar a sus familias para cubrir los gastos de educación. Para los empleadores y las empresas, la seguridad social ayuda a mantener unas relaciones laborales estables y una fuerza de trabajo productiva.
En Venezuela la Seguridad Social se ha sumergido en leyes y decretos sin ningún impacto en la calidad de vida de los venezolanos.
Por ejemplo, en la Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social en sus artículos 19 y 21 se expresa lo siguiente:
Artículo 19. El Sistema de Seguridad Social, sólo a los fines organizativos, estará integrado por los sistemas prestacionales siguientes: Salud, Previsión Social y Vivienda y Hábitat. Cada uno de los sistemas prestacionales tendrá a su cargo los regímenes prestacionales mediante los cuales se brindará protección ante las contingencias amparadas por el Sistema de Seguridad Social.
Artículo 21. El Sistema Prestacional de Previsión Social, tendrá a su cargo los regímenes prestacionales siguientes: Servicios Sociales al Adulto Mayor y Otras
Categorías de Personas; Empleo; Pensiones y Otras Asignaciones Económicas; y Seguridad y Salud en el trabajo.
Y si nos vamos a la Constitución Nacional, es una Oda al paraíso en la tierra, puro bla, bla, bla…
En definitiva, para que este cuadro pueda mejorar es imprescindible que ocurra un cambio de gobierno, para ir de un modelo centralista y populista a un modelo donde se respete la propiedad privada, la libertad individual y con un marco jurídico garantizado.
Economista José Luis Alcocer – Ex Secretario de Organización del Sindicato de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Sus Similares (SUTISS)