Desde que asumió el cargo, la Administración Biden se ha enfrentado a crecientes críticas con respecto a su enfoque hacia regímenes como Irán y Venezuela. Los detractores argumentan que las políticas de la administración han empoderado a estos regímenes, permitiéndoles ganar poder, fondos y afirmar aún más su influencia a nivel regional y mundial.
El cambio en el poder y la influencia iraníes
Antes de la Administración Biden, las sanciones estadounidenses habían restringido significativamente al régimen iraní y su capacidad para financiar grupos terroristas. Las exportaciones de petróleo de Teherán se redujeron a menos de 200.000 barriles por día, lo que provocó una disminución sustancial de aproximadamente el 90% en las exportaciones de petróleo de Irán. La política de “máxima presión” había comenzado a dar resultados, obligando a los líderes iraníes a recortar la financiación de grupos como Hamás y Hezbolá. Sin embargo, con el cambio de política de la Administración Biden, la economía general de la República Islámica ha experimentado un resurgimiento.
Maduro se afianza
Venezuela enfrentó con el gobierno de Trump una serie de sanciones que aceleraron la caída de la producción petrolera y, en general, el desarrollo económico del país. Un desarrollo que ya estaba en franco deterioro debido a las políticas económicas y sociales de tipo estatista que habían sido desarrolladas por Chávez y profundizadas por Maduro.
Las sanciones incluyeron restricciones financieras, prohibiciones de comercio, bloqueo de activos y limitaciones en la venta de petróleo venezolano. Se bloquearon los activos del gobierno venezolano en Estados Unidos y se prohibió a las empresas estadounidenses hacer negocios con el gobierno de Venezuela. Además, se impusieron sanciones individuales a funcionarios del gobierno venezolano, incluyendo a Nicolás Maduro y a su círculo cercano, congelando sus activos y prohibiéndoles hacer negocios con entidades estadounidenses.
Esto profundizó la crisis humanitaria y aceleró una estampida migratoria que ya alcanza a cerca de un cuarto de la población. Sin embargo, el régimen logró mantenerse, aumentando su economía ilícita, especialmente a través del comercio de metales preciosos, drogas y eludir las sanciones internacionales a través de una “flota sombría” de barcos petroleros que continuaron comerciando el poco petróleo extraído, siendo la participación de Irán clave.
Esto, junto con el reconocimiento de facto al régimen de Maduro, al negociar directamente con la dictadura sin tomar en cuenta al gobierno interino, asunto que ahora se repite, cimbró a la oposición venezolana, que perdió los avances logrados, especialmente en el área internacional.
Avances en el programa nuclear de Irán
Bajo la Administración Biden, Irán ha logrado avances sustanciales en su programa nuclear. Los informes indican que ahora posee suficiente uranio enriquecido para producir cinco bombas nucleares. Este desarrollo plantea preocupaciones sobre las intenciones del régimen y la estabilidad regional. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, advirtió que mayores avances y enriquecimiento al 90% serían un grave error, con el potencial de encender la región.
Exportaciones de armas y apoyo a Rusia
Irán también ha emergido como un exportador clave de armas a Rusia, en medio de la invasión de Ucrania, generando alarmas sobre el fortalecimiento de los lazos entre las dos naciones. El informe reciente de la Administración Biden que planea liberar $17 mil millones en activos congelados a Irán ha intensificado las preocupaciones. El Departamento de Estado de EE. UU. ha calificado a Irán como el principal patrocinador estatal del terrorismo, y se teme que la liberación de estos fondos proporcione al régimen iraní recursos adicionales para apoyar a los grupos terroristas, suprimir la oposición a nivel nacional, expandir sus capacidades militares y armar aún más a Rusia contra Ucrania.
Reviviendo el Acuerdo Nuclear y sus Consecuencias
Por otro lado, la búsqueda de la Administración Biden de revivir el acuerdo nuclear con Irán ha creado una situación en la que ese régimen puede obtener armas nucleares sin suficientes controles y equilibrios. Esta preocupación se ve agravada por las acusaciones de que esos $17 mil millones serían un aparente soborno para disuadir al régimen iraní de usar tales armas durante el mandato de la administración. Esto ha envalentonado al régimen, permitiéndole perseguir sus objetivos con poca moderación.
La expansión de la influencia iraní en América Latina
El presidente Ebrahim Raisi voló a tres países latinoamericanos para profundizar los lazos estratégicos y económicos de Irán en el hemisferio occidental. El viaje, a mediados de junio de 2023, incluyó paradas en Venezuela, Nicaragua y Cuba, todos países que comparten una cosmovisión opuesta al orden internacional liderado por Estados Unidos. En la reciente gira, Irán está intentando legitimar su eje de resistencia antiestadounidense en las Américas aprovechando su relación con Venezuela. Aunque la ayuda militar iraní a ese país sigue siendo especulativa, Teherán ha apoyado al régimen de Venezuela enviando petroleros a Venezuela y apostando fuertemente por la llamada “flota sombría”. Venezuela se ha convertido en una cabeza de puente para la expansión diplomática y comercial iraní en América Latina. Irán está intentando replicar su eje de resistencia en el Hemisferio Occidental estableciendo una presencia considerable en el entorno informativo de América Latina.
Podemos concluir que el enfoque de la Administración Biden hacia Irán ha sido, en cierta forma, contraproducente o defectuoso, ya que ha empoderado al régimen iraní, así como al venezolano. Preocupa el poder y la influencia en expansión de Irán, por ejemplo, en América Latina, así como los avances en su programa nuclear, las exportaciones de armas a Rusia y las posibles repercusiones de la liberación de activos congelados, liberación que podría darse, y de hecho ya se ha dado tímidamente, en el caso venezolano, con la suspensión de las sanciones. Las consecuencias de las políticas de la administración Biden siguen siendo temas de intenso debate y han despertado preocupaciones globales sobre la consolidación de estos regímenes dictatoriales que se alían en contra del desarrollo de un mundo globalizado y democrático.