La verdad misma está hecha. Giambattista Vico.
Volver al 2017 parece una imposibilidad física, de hecho lo constituye pues el tiempo no se puede regresar en el tiempo, pero sí es posible demostrar que la historia es cíclica como lo afirmaba Giambattista Vico en su eterno Corsi e ricorsi, todo en materia económica, política y social parece aproximarse a ese año de la inflexión al totalitarismo, el año de la hiperinflación y el año del horror de las protestas de calles, la violencia estatal y las inhabilitaciones políticas, la ritornata bárbara parece repetirse como una tara genética que nos condena a coexistir con esta malformación moral denominada revolución socialista, que no es más que una tumoración en el cuerpo social del Estado, una gangrena colectiva que nos postra en el catre de los estados y sociedades fallidas.
La mentira repetida cual jaculatoria goebeliana, desde los horridos laboratorios de la propaganda de la gansterilidad estalló en las caras de quienes repetían la frase bufa, que indicaba “ Venezuela se arregló”, el crecimiento en el comercio y en el servicio se topó con el bache de la pobreza material, no hay salario que garantice la justa y digna sobrevivencia y los lujos sibaríticos de las Mercedes, en Caracas quedaron explicados tras un sórdido escandalo de corrupción en la estatal Petróleos de Venezuela, que superaba la fantástica suma de 3.000 millones de dólares, ex ministros, asociados al régimen y toda suerte de pillerías fueron expuestas, tras la desaparición del poderoso Tareck El Aisami, ministro de Petróleos y Presidente de PDVSA, de quién no se ha vuelto a saber y forma parte de otro de los charcos de la verdad de esta pestilencia.
El Banco Central acepta de manera reticente que la inflación repunta y se ubica en mayo en mas de 400%, con casi 100 puntos de inflación acumulada y más de 56% de depreciación del tipo de cambio a pesar de la desesperada política de intervenciones que superan los 2.000 millones de dólares, los emprendimientos y Pequeñas empresas caen como naipes, a causa de manejos atropellados en sus estructuras de recuperación de pasivos, reposición de inventarios, política de exigibilidad del activo y ausencia de conocimiento financiero, para emprender en este mar tormentoso de las hostilidades macroeconómicas, en cinco meses hemos caído 8,9%, el tipo de cambio esta desbocado y de nuevo el fantasma del hambre se pasea por las calles de las desoladas ciudades, sin servicios públicos, bajo la frenética espada de la búsqueda de una gasolina de pésima calidad, pero que escasea en medio de apagones, cortes de agua, protestas salariales y la torpeza abyecta de la ritornata bárbara de inhabilitar a los adversarios, en connivencia con una oposición extraviada y minada en el pensamiento del chavismo, que se coluden para perseguir intereses no principios.
Venezuela ha perdida las 2/5 partes de su población en este drama del éxodo colectivo, de la huida del hambre y la persecución, mientras tanto en la ratio económica todo parece indicar que repetiremos el 2017, con hiperinflación, destrucción del poder de compra del salario y horror, de hecho este horror es un ciclo que se repite una y otra vez movido por el aceite rancio de la pobreza del espíritu y del lenguaje, una sociedad anestesiada, inmóvil, desarraigada, infinitamente dañada, he allí el logro de la gansterilidad la presencia del hombre enfermo, el homo saucius, ese que solo se divierte que es leve, el homo ludens, para quien ya el aparato educativo revolucionario tiene, presta la simulación de una enseñanza de un oficio o breve saber, que le garantice no pensar, pues la filosofía queda conjurada en las revoluciones involutivas y hamponiles.
Este es un caldo pestilente de errores y horrores, ya de nada vale explicar que lo están haciendo mal, pues ellos desean hacerlo mal, perpetrar el mal y continuar inoculados como una fistula purulenta que imposibilita el desarrollo histórico y social del país, retornar al 2017, es volver a la ritornata feroz, estudiada por Giambattista Vico sobre el carácter cíclico de la historia, volver en hipnosis a los años de la escasez, de la persecución y de la ruda forma de gobernar, es el resultado esperado al estar gobernados por la cacocracia.