Gloria Cuenca: El miedo ¿Es libre?

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No tengo otro remedio, contradictorios lectores y amables seguidores: “vuelvo los ojos a mi propia historia”. Soy producto de padres, amorosos, rigurosos, maravillosos, llenos de sabiduría y cultura. Por supuesto, también soy yo misma, con triunfos y derrotas, aciertos y fracasos. A mis 82 años, casi 83, no he sentido miedo sino recientemente. (Por un mini accidente con un motociclista) Creo que el miedo es libre. La gente miedosa o cobarde constituye un problema para la vida, en general. Tal vez, no sea un mérito mío exclusivamente, ese, de no ser miedosa. La historia es así: mi padre de Maracaibo, nacido en 1911, le horrorizaba la gente miedosa. Una vez me dijo, prefiero a un “hijo/a muerto, que a un miedoso/a”. Hizo lo que se llama “una exageración pedagógica”.  Para que captara la importancia, la trascendencia de sus palabras.

Más que de miedosos hablaba sobre cobardes. Me contaba -horrorizado- como, cuando estuvo preso vio a varios revolucionarios de entonces, llorando. Estaba sorprendido y me repetía el drama del miedoso: “No se puede confiar en quien tiene miedo. Vende hasta su madre.” La cuestión es que, al final, me transformé en una persona que no conocía el miedo. Como mujer, desde el nacimiento tenemos la consciencia de que un día daremos a luz. (Nada de eso de que no sabemos quién somos, ni a qué género pertenecemos. Ese es otro tema, para otra oportunidad) “Parirás con dolor” nos dicen y desde allí no podemos ser temerosas, miedosas o cobardes. Traeremos a la vida a un nuevo ser y para eso debemos sentir dolor, ¿Cómo tener miedo? La maravilla de ser madre, hace que los dolores del parto se olviden con rapidez y pronto pensamos en tener otros hijos.

Las mujeres tenemos un coraje especial, que sorprende muchas veces a los hombres. Tal vez serán las hormonas que dé, repente nos transforman en más agresivas y sin temor. No tengo explicación, sin embargo, es así. No justifica las locuras, saber cuidarse es una manifestación adecuada del miedo. Descubrir cuando se corre peligro y a quienes enfrentamos, pretenden, asustarnos o, lo peor: liquidarnos. Fundamental para la vida.

Unos supuestos “valientes revolucionarios” ocultan bajo una decisión ilegal y arbitraria- su pavor- para inhabilitar a una mujer decidida y con coraje. Existen otras dos candidatas, por ahora. Para angustia de los machistas, las dejan, si agarran fuerza, seguro las inhabilitan también. La cuestión grotesca, da risa, también rabia. Sin embargo, una vez más la fuerza de la Ley está de nuestro lado. Al presidente de Colombia, también lo inhabilitaron en su momento, recurrió a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y tumbaron la sentencia. No hay duda, aquí pasará lo mismo. Mi consejo a los miedosos revolucionarios, es que vayan saliendo del país, hacia sus maravillas: Cuba, Nicaragua, Rusia o Irán, ¿Lógico terminar sus días en países revolucionarios? ¿Qué otra cosa pedir? Cuba un “paraíso” después de 64 años de revolución, Nicaragua o Rusia, algo nunca visto, e Irán, tendrán- probablemente- gastos al hacerse ropa al estilo del país. ¡Se verán bien con la nueva vestimenta! No tienen, por los momentos, problemas de dinero. Así que tranquilos, a disfrutar de su buena vida.

La candidata, pretendidamente inhabilitada, es madre de tres hijos, ha tenido que renunciar a verlos por razones de seguridad. Un gran castigo y dolor: no poder estar con los hijos. ¿Ustedes creen que- quien ha hecho esa renuncia- va a tener miedo a los infelices que la persiguen por toda Venezuela con motos, patrullas y armas? Mientras ellos, ¡qué ironía! apertrechados con todo su armamento tienen miedo: en lo último de su consciencia, poco desarrollada, algo les dice que hay un poder, que acompaña a esta mujer que se atreve a tanto. ¡Los pobres infelices! ¿Podrán darse cuenta de que la acompaña el Pueblo? Ese si sagrado e invulnerable. También están de su parte: Nuestro Padre y Señor, con la Virgen María, quienes la protegen porque la razón, la lógica, la verdad, la justicia, la libertad y la democracia están de su lado. Es hora de que se den cuenta de que “todo tiene su final” como la canción. Han durado demasiado, las maldades son incontables, numerosos crímenes de lesa humanidad, no prescriben, la gente no los quiere. Como se dice en criollo: “les llegó su cuarto de hora”. Han tenido oportunidades para salir sanos y vivos de todo este proceso infame. Pareciera que, no se dan cuenta, no se aguanta más. Abusaron y perjudicaron mucho. Es la “hora de la consciencia y del pensar profundo” diría Don Andrés Bello, no por antigua, la frase no tiene vigencia. Todo lo contrario. Les cuesta pensar, llegó la hora. Ojalá se den cuenta, a tiempo, y decidan salir por las buenas y no por las malas. El miedo, no los deja pensar bien. Deben pensar con cabeza fría, tomar decisiones sensatas y acordes con las circunstancias que viven. El país entero sueña con la democracia, justicia y libertad. Demostrado amplia y seguramente, por la pasión que despierta María Corina, en su gira por toda Venezuela.

 

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