José Grasso Vecchio: La Inflación Mundial y Venezuela

Compartir

 

Así como la inflación es el alza generalizada de los precios, la deflación es lo contrario, la disminución generalizada de los precios, fenómeno éste poco común en las economías, con la excepción de Japón durante los años noventa y buena parte de los años dos mil.

Tras los significativos aumentos de los precios mundiales de las materias primas con la invasión a Ucrania e inclusive antes, los bancos centrales en la mayoría de los países acordaron aumentos considerables de las tasas de interés con el objeto de aliviar las tensiones inflacionarias y alcanzar tasas de inflación entorno al 2% anual y buena parte de ellos lo ha venido logrando, en particular Estados Unidos.

De hecho en junio de 2023 la inflación en Estados Unidos se desaceleró más de lo previsto al alcanzar 0,1% durante el mes y 3% anualizada desde su pico de 9,1% en junio de 2022 y algo similar ha venido sucediendo en Europa con la excepción de Inglaterra donde la tasa de inflación supera al 10%.

Sin embargo, la sorpresa viene de China donde ahora el peligro es de deflación. En efecto, en junio la tasa de inflación anual se cifró en 0% pero lo más llamativo fue que los precios a nivel del productor disminuyeron 5,4%  acusando una deflación, por primera vez al menos en cincuenta años. Ello puede ser un indicio de que China puede estar entrando en un proceso de menor crecimiento y algunos analistas estiman que 2023 puede ser el peor año en materia de actividad económica, aunque todavía es un tema que está por verse, faltando prácticamente la mitad de este año con la particularidad de que el segundo semestre es de mayor actividad económica.

En medio de este contexto, el 7 de julio de 2023, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) reportó que el índice de los precios de los alimentos disminuyó. Según la FAO “El índice de precios de los alimentos de la FAO es una medida de la variación mensual de los precios internacionales de una canasta de productos alimenticios. Consiste en el promedio de los índices de precios de cinco grupos de productos básicos ponderado con arreglo a las cuotas medias de exportación de cada uno de los grupos durante el período 2014-16”

Así, los precios de los cereales cayeron 2,1% ayudados por las mayores cosechas de EEUU y Europa, los lácteos disminuyeron 0,8% y la carne 6,4% entre otras razones por la mayor oferta proveniente de EEUU, Nueva Zelanda y Brasil. Esta situación configura un cuadro favorable para los países importadores de África y América Latina que principalmente adquieren productos finales o materias primas.

En el caso de Venezuela, donde los cereales y los lácteos ocupan buena parte de las importaciones ello es una buena noticia, al igual que la reducción de los precios en otros bienes como el azúcar y los aceites. Sin dudas, menores precios de los alimentos en los principales centros productores pueden contribuir a mitigar las presiones inflacionarias en Venezuela, en tanto que se sigue recuperando la producción nacional, tanto de insumos como de bienes terminados del sector agroalimentario.

Los créditos de la  Cartera Única Productiva Nacional en el caso Venezolano se destinan a maíz blanco y amarillo, arroz y leguminosas.  Una buena parte de los nuevos créditos se han dirigido al sector agroalimentario, manufacturero y de microcréditos. Sin duda ello ha apuntalado el abastecimiento de esos rubros importantes en la mesa de los venezolanos y como señalamos la producción nacional ha seguido en aumento. Incrementar la producción no es el único pero es uno de los factores más importantes para derrotar la inflación. También se debe articular una política consensuada entre el sector público y el privado para detener la inflación. Ello se puede lograr con la estabilización del tipo de cambio y aumentando la producción interna de bienes, para lo cual es importante el crédito bancario asegurando que sea para financiar empresas para expandir la oferta interna. Quiero señalar una vez más, que nuestros problemas tienen solución y deben trabajar de la mano todos los sectores sumado al concurso de las autoridades para lograr ese objetivo al que todos aspiramos.

Finalmente, cabe recordar que el sector alimentos representa más de un tercio en la elaboración de índice de precios al consumo y el 40% del gasto de los hogares de ingresos más bajos.

@josegrasso

 

Traducción »